PROVOCATIO | Kiuli/Nicudy

DÍA DOS: PERDIDA | NICUDY

Historia perteneciente al reto de escritura "Provocatio" de Malkia_Vee

—Deberías intentar preparar algo para comer en casa, o al menos levantarte más temprano si pararemos a mitad de camino para ir a comer —se quejó la coneja gris mientras entraba al departamento de policía de Zootopia.

—A duras penas logro levantarme de la cama, aprécialo Zanahorias, estoy haciendo mi mayor esfuerzo —se limitó a responder su compañero —y admítelo, te gusta comer un poco de pastel de zanahorias antes de venir a trabajar.

—Un día llegaremos tarde por esas paradas a las cafeterías —le advirtió ella un poco preocupada, pero su rostro se ilumino rápidamente cuando vio al gran chita que se encontraba en la recepción —¡Garraza! —lo saludó alegremente mientras corría hacia el.

—¡Hopps! —respondió el con la misma alegría.

Se veían cada mañana, pero siempre los emocionaba hacerlo, en los últimos dos años se habían hecho bastante cercanos, y eso no era sorpresa para nadie, ya que sus personalidades eran bastante similares, tenían un gran positivismo que siempre intentaban transmitir.

—¡Nick! —saludó también al zorro con su voz chillona, el canino se limito a responder con un movimiento de cabeza mientras se acercaban más a la recepción —. Me alegra mucho verlos ¿Listos para otro día haciendo del mundo un lugar mejor?

—Siempre lista —respondió ella con una gran sonrisa, pero luego la borró lentamente al recordar algo —¿El jefe Bogo ya esta en la sala?

—Aun no.

—¿Si ves Zanahorias? Te dije que no debías preocuparte, llegamos a tiempo, siempre tengo todo controlado —comentó el zorro de forma arrogante.

—Calla. Mejor apresurémonos antes de que se nos acabe la suerte.

—Lo que tu digas, Zanahorias —comenzó a caminar en dirección a la sala —adiós, Garraza.

—Nos vemos luego —se despidió Judy antes de correr detrás de Nick.

—Adiós chicos, suerte con su día.

—Lo mismo para ti —finalizó ella caminando de espaldas para mirarlo.

Al llegar confirmaron que Garraza tenia razón, los oficiales estaban hablando entre si, algunos incluso haciendo competencias de fuerza o discutiendo, el jefe Bogo aun no estaba en la sala.

—Hablando de comida —comenzó la coneja mientras se acomodaba en su silla —, mis padres llamaron ayer y dijeron...

—¡Atención! —la fuerte voz del jefe Bogo llenó todo el lugar, impidiéndole continuar —¡Todos siéntense! —hizo una pausa mientras seguían su orden —no hay muchas novedades para el día de hoy, así que solo distribuiré las parejas para patrullar. ¡Colmillar, Delgato! Tundratown...

—¿Qué dijeron? —susurró Nick hacia su amiga, ignorando por completo lo que decía el búfalo.

—Creo que será mejor contarlo después —respondió ella tan bajo que incluso a el, con su excelente sentido del oído, se le hizo difícil escucharla.

—Esta ocupado, no nos escuchará —señaló al jefe con la cabeza, mientras Judy lo miraba de forma preocupada —. ¿Enviarán comida? Extrañó los arándanos y..

—¡Wilde, Hopps!—la voz del búfalo sonó fuertemente, creando un eco en la sala —¡Hagan silencio! No creo que lo que deban decirse sea más importante que su trabajo.

—Tal vez, pero si es más interesante que escucharlo hablar —bromeó el zorro mientras su amiga lo halaba de la corbata para que se callara.

—Una más y te largas —dijo con la voz tan firme que algunos de los presentes se asustaron —. No pienso seguir aguantando tus insolencias, un año ya ha sido demasiado tiempo.