"En una vida pasada yo tenía una mala vida"
Lo único que Kazuo hizo fue prometer ser el mejor luchador del mundo, y ahora estaba atrapado junto a su mejor amigo en una tripulación con un molestoso capitán con hermosa sonrisa.
"Me estaba hundiendo c...
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"Marino Idiota"
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—La próxima vez no te hago caso, maldito musgo—Kazuo murmuró mientras mantenía la puerta abierta al peliverde quien arrastraba a su "amigo" dentro del lugar.
El castaño bufo cuando su amigo procedió a ignorarlo e ir directo al bar. Una disculpa por haber perdido su tiempo no estaba de más, habían estado caminando por la cuidad sin lograr encontrar aquel restaurante porque el terco de Zoro juraba que él sabía donde quedaba.
—Dos botellas para nosotros y una para nuestro amigo —El peliverde habló sin ningún tipo de filtro, lo que hizo que Kazuo pusiera los ojos en blanco para después intentar arreglar la situación.
—Tuvo un día difícil.
La camarera, sin hacer preguntas, procedió a darles las tres cervezas a los chicos. Kazuo agarró la suya y empezó a beberla, no era muy fanático del alcohol como el de a su lado, pero tampoco le desagradaba.
—No tenías porque ponerlo ahí —dijo en voz baja —, a la vista de todos.
—¿Cuál es la diferencia? —preguntó dejando la botella por unos segundos —. De todas formas lo verían, niño. —Kazuo dejo su botella en el mostrador con molestia al escuchar el apodo.
—Deja de llamarme así, solo eres mayor por un año —dijo.
—Deja de llamarme cabeza de musgo y lo pensaré —replicó.
Kazuo iba a seguir discutiendo si no fuera porque la mirada de Zoro estaba en otro lado y no en él, volteó la cabeza con curiosidad, ahí había una niña riéndose suavemente antes de desaparecer detrás del mostrador.
—Seguro se burlaba de tu cabeza —dijo con una pequeña sonrisa que desapareció en el instante que Zoro le golpeó la nuca.
Cuando le iba a devolver el golpe se detuvo de nuevo por aquella niña, había regresado, pero estaba vez traía una bandeja con dos bolas de arroz en sus manos junto a una amplia sonrisa en su rostro.
—¿Qué es eso? —Zoro preguntó intrigado.
—Bolas de arroz, tonto —Kazuo golpeo su hombro, como excusa por haberlo golpeado hace unos segundos.