DE AQUEL QUE ENCONTRO EL AMOR

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Ahí estaba yo, sentado en una de las bancas de mi universidad, luego de haber pasado una serie de sucesos catastroficos en mi vida como haber abusado sangronamente de mi cuerpo durante 14 días a causa del alcohol y el cigarrillo, perder mi casa, y llenarme de deudas hasta el cuello, y que no falte, haber fracasado en una relación que aspiraba fuera mi última.
Ahí sentado, pensando que hacer, que problema solucionar primero o que solucion darle a mis fracasos. Alguna vez escuché a un hombre que para mí, era una persona supremamente sabia decir, una cosa a la vez, un día a la vez, en ese entonces solo eran palabras vacías que aquel hombre intentaba explicarme pero que por mi falta de experiencia, de no haber pasado por un problema así y la mentalidad idiota de creer que los problemas son efímeros y se solucionan solos, no prestaba mucha atención a su explicación.
Pero curioso caso que mientras estaba sentado, lo primero que vino a mi mente fue ese día, entonces comprendí que ver el problema como un todo es imposible de solucionar, pero un solo problema pequeño al día o a la semana o incluso al mes puede ser solucionado.
Entiendanlo como el hombre que vivía solo en el monte y necesitaba madera para su chimenea, entonces decide salir y cortar el tronco más grande de el bosque, al caer aquel gran roble fuerte, el hombre comprende que el peso de aquel árbol supera demasiado sus fuerzas y es imposible llevarlo a su casa, entonces decide todos los dias ir donde dejo aquel roble y cortar la madera suficiente para su día hasta que llega el momento en que gasta toda la madera de aquel roble.

Luego de haber entendido aquella frase enliste mis problemas para buscar cual sería el que solucionaría primero, analizando que este paso pudiera abrirme las puertas a una nueva solución para el siguiente y así sucesivamente como la secuencia en cadena de las fichas de domino.
Adopte entonces una posición de pensamiento en aquella banca incomoda y partí hacia lo que sería un cambio extremo de lo que venía siendo mi vida. Note entonces que para poder actuar en pro de mis nuevos ideales lo primero que debía hacer era encontrar donde vivir, pues sin un techo seria muy complicado cambiar e incluso mejorar cualquier otro problema.
Me di a la tarea de encontrar una nueva pieza, y no tardo mucho, en menos de 2 semanas me encontraba viviendo en un nuevo lugar e incluso más ameno, agradable y acogedor que en la pocilga donde vivía.
Ya no tuve que sentarme más en aquella silla incomoda de la universidad para pensar, tenía mi cuarto y mi cama para recostarme y analizar el siguiente paso.
Mientras estaba recostado pensaba en cuál sería el siguiente problema a solucionar y note que tenia un patrón de comportamiento basado en el dolor que me causaba haber perdido a la persona que consideraba seria la mamá de mis hijos y la mujer con la que quería vivir a plenitud el resto de mis años.
Al sentirme sin ella el dinero que me llegaba se iba en alcohol y placeres temporales como un paquete de papas, una rica hamburguesa o una caja de cigarrillos. Y cuando el dinero no me alcanzaba para saciar esos placeres optaba por pedir prestado a sabiendas de que no tendría como responder después. Fue entonces cuando comprendí que no podía seguir así, que el segundo paso era dejar de poner por encima de mi a esa persona y empezar a volverme mi propio centro de atención, sonará egocéntrico, pero no lo es, tiene que ver más con el autoestima y el autorespeto, aprendí que no puedo sabotearme ni herirme solo porque las cosas salieron mal con alguien más.
Y en ese momento, en ese segundo paso que para mí creo fue el más importante de todos note el cambio, no hubo la necesidad de crear un tercer paso porque se creaban solos, el dinero empezó a rendirme, el alcohol se volvió demasiado ocasional, el cigarrillo desapareció y el amor renació.
Pude ver que es imposible amar cien porciento a alguien si uno mismo no se respeta y no se quiere, encontré un terreno de tranquilidad que se contagiaba a las personas de mi alrededor y poco a poco las cosas mejoraron.
Mi relación se volvió estable y las peleas estúpidas de pareja desaparecieron y se convirtieron en momentos agradables de compañía, de ese silencio que grita a todo pulmón TE AMO Y NO QUIERO ESTAR SIN TI. Y lo que alguna vez fue una pesadilla ahora solo era un recuerdo de un momento vivido que sirvió como experiencia para mejorar, que dejó cicatrices pero también nuevas ganas, nuevas fuerzas, nuevas ideas.
Encontré el amor, lo use en mi y logre por fin transmitirlo de la manera correcta a la persona que amo.

DE AQUELLOS QUE HABITAN EL MUNDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora