En un viaje Escolar ─ Solicitado por toda la clase ─ una mansión gigante ─ Prestada por el padre de Todoroki ─ donde toda la clase 1A quieren pasar el rato. Pero, por la escasez de habitaciones, les toca compartir con uno de sus compañeros.
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Ya era entrada la noche. Katsuki estaba nuevamente en la cama matrimonial del lado de la pared. Ya arregló la "cuestión" que tuvo minutos atrás.
Mientras estaba divagando en sus pensamientos el pecoso entró sacándolo de su trance y voltear lo a ver. No hizo ruido, pero el olor lo delataba.
Galletas Y Leche.
─ H-hola kacchan. ¿Saldrás a comer? Todos te están esperando para cenar. ─ dijo asomando su pelo verde, su mejilla izquierda, su pierna izquierda y su ojo igualmente izquierdo por la puerta.
─ Diles que ya voy. Que se esperen. ─ Zanjó y se sentó en la orilla de la cama para ponerse unas sandalias.
─ Está b-bien. Yo les d-digo. ─ cerró la puerta un poco más fuerte de lo normal y suspiró cansado. Para al final, irse a el comedor con todos los demás.
Katsuki en la habitación estaba piensa y piensa. Al final se paró.
Fue hacia la puerta y la abrió dejando entrar la luz de el comedor a el cuarto.
Cerró un ojo y salió. Cerró la puerta tras de sí y empezó a caminar con aburrimiento a su silla.
Había mucho bullicio en ese lugar. No se dejaba escuchar casi nada.
Le tocó estar en una esquina. En medio de Kirishima y Denki. Se sentó.
─ ¡Hey Bakubro! Toma tu comida. La reguardé especialmente para tí. Se cuanto te gusta el picante. Igualmente nadie come picante. ─ Rió y le dió un plato de pasta picante ─ combinación rara para todos, por cierto. ─ Katsuki gruñó en respuesta como "agradecimiento" y prosiguió a comer.
Charlaron de diversos temas ente todos mientras devoraban ─ literalmente ─ su plato.
─ ¡Izuku-Kun! ¿¡Cuándo te vas a declarar a Bakugō!? ─ fue el diálogo que resaltó en toda la mesa.
Se formó un mini silencio con un pecoso sonrojado siendo observado por todos. Todos tenían una sonrisa como de "Si, eso, ¿Cuándo te declaras?". Eszobó una sonrisa temblorosa y nerviosa a todos y soltando feromonas de nervios y sorpresa.
─ ¡Uraraka! ─ Dijo en susurro y al mismo tiempo un gritico.
─ ¿Qué? ─ Dijo como si no hubiera dicho nada.
Todos los dejaron de mirar y volvieron a lo suyo.
En la esquina, un cenizo sonrojado mientras come con 2 ratas a los lados.
─ ¿Viste Bakubro? Es tu oportunidad. ¡Declárate! ─ Animó Kaminari.
─ ¿Declararme a quién? ─ preguntó.
─ ¡A Midoriya! ─ Respondió.
─ ¿Qué? ¡No! ¡A mi no me gusta! ─ Dijo volteando hacia Kaminari.
─ Lo que tu digas.. ─ asintió varias veces lentamente antes de finalmente voltear nuevamente a su plato.
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Todos terminaron de comer y se colocaron de pié. Entre burlas y charlas todos se dirigieron a sus respectivas habitaciones.
El único que no hablaba era nada más, ni nada menos que Bakugō. No le dirigía la palabra a nadie. Pues ya estaba pensando en sus propios asuntos.
Llegó a la habitación y abrió la puerta. Tras de sí, entró Izuku despidiéndose de su grupo de amistades, y, finalmente, cerrando la puerta.
Suspiró cansado y se quitó las chancletas al lado de las de Kacchan. Cuando las dejó en sus respectivos lugares se dirigió a la cama matrimonial donde se encontraba Katsuki nuevamente del lado de la pared.
Se sonrojó por la idea de dormir junto a Kacchan. De pequeños lo hacían, si, pero en una cama normal y por la escasez de espacio. Pero ésta era una matrimonial. Como si estuvieran casados.
Se sentó en la orilla de la cama sin intenciones de dormir aún.
En eso, empieza a escuchar leves ronroneos y un aroma denso y caliente en toda la habitación.
Le pareció extraño. También estaba el olor de Kacchan:
Ají picante y Nitroglicerina.
Lo reconocía muy bien. Desde pequeños compartían sus aromas y se calmaban entre ellos mismos.
Pero, estaba más caliente de lo inusual su olor. Le pareció extraño. El se estaba sintiendo de repente caliente. Que extraño.
Se volteó a la dirección de Katsuki y llamó.
─ Kacchan, ¿Estás bien? ─ Dijo moviendo lo poco.
Hasta que lo volteó por completo.
Estaba Kacchan, pero rojo, muy rojo, los cachetes rojizos, las pupilas dilatadas y muy caliente. Parecía tener fiebre.
Oh no..
Kacchan entró en celo.
Por eso el aroma denso y él sintiéndose igual. El también tenía las mejillas Rojas, Se sentía caliente y mojado.
Como éste había entrado en celo el de él mismo se le aceleró y entró al mismo tiempo que Kacchan al celo.
Un alfa y un Omega en medio de un celo es peligroso.
