... algún
lugar📍𝗦𝗨𝗦 𝗗𝗘𝗗𝗢𝗦 𝗦𝗘 aferraron a la desgastada camisa fielmente. ellos solo estaban trabajando y ella estaba defendiéndose, con ese pensamiento en mente y la mandíbula tensa debido a la presión que hacía con los dientes caminó funebremente entre los vacios pasillos de aquél edificio aparentemente abandonado.
sabía quién estaba al final.
si su respiración fallaba, haría caer todo el edificio y a todo japón.
los quejidos de ambos sujetos volvían a escucharse, se sentía un poco repulsiva e incluso quiso soltarles. se obligó a no hacerlo.
estiró los labios en una mueca de evidente desagrado, saboreo un poco de la sangre que goteo desde la frente hasta la comisura de sus labios, le habian dado buena pelea, claro, no se trataba de mercenarios novatos ni mucho menos de fanfarrones o bufones. se aseguraron de dejarla en tanta desventaja fuera posible.
── aquí vamos ── murmuró empujando la puerta con el cuerpo, antes de arrojarlos a los costados del escritorio.
les vió a través de sus hilos carmín goteando, esas sonrisas burlonas apunto de decir lo más estúpido que escucharía en su vida, quebrantó la última pizca de paciencia que le quedaba.
alzó el brazo emanando una rápida aura rojiza que terminó enrollandose sobre los cuellos de aquellos tres bien vestidos, no emitieron ningun sonido así que el gatillo abierto sobre su cabeza fue más escandoloso a sus oídos.
── las mascotas no muerden las manos de sus dueños, daiki ── dijo ── sueltalos.
el aura se desvaneció de inmediato, bajó los brazos y metio las manos a sus bolsillo buscando calidez.
── ¿qué quieren? ── escupió de mala gana.
── no seas tan hostil, daiki ── sonrió el más viejo luego de recuperar el aire ── hiciste un buen trabajo allá afuera, controlando a este montón de idiotas.
── guarde sus felicitaciones para otro momento, ministro ── habló moviendo la cabeza ── ¡es más! puede meterse su absurdo discurso por el...
── educate, mocosa ── habló la mujer a quien recién se le escarchaba el cabello ── sólo queremos hacerte cambiar de opinión.
── que considerados son, tomé una decisión y pueden irse al carajo si no les gusta.
daiki echó la cabeza atrás, ahogando un suspiro de aburrimiento, aún sentía el arma detrás suyo y por supuesto, al tipo que la sujetaba.
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𝐍𝐘𝐌𝐄𝐑𝐈𝐀 ───── boku no hero
أدب الهواة── reina de la destrucción, reina guerrera. no eliges tu pasado ni quien fuiste. ── no te confundas, daiki, yo decido quién eres. ───── 𝗡𝗬𝗠𝗘𝗥𝗜𝗔 ───── ¡ headcanons. ! modismos japoneses y mexicanos. ...