𝐍𝐘𝐌𝐄𝐑𝐈𝐀 ───── boku no hero

𝐀𝐂𝐓 ☆ 𝐎𝐍𝐄

𝗦𝗘𝗥 𝗨𝗡 𝗛𝗘𝗥𝗢𝗘 𝗘𝗥𝗔 el sueño
de muchos niños,
incluso de aquellos que
no nacieron dotados.

fuera de la
🍒 ciudad

existía un rumor en las zonas cercanas a la colina, uno que al pasar los años se volvió un cuento de terror que los ancianos usaban para asustar a los niños, decían "el mounstro te comerá si te pierdes en el bosque".

pero hace mucho que dejó de vivir allí.

─── sé que lo haz visto ¡dime dónde esta!

─── maldita loca ─── escupió sangre ─── jamás he visto a ese estúpido mocoso.

colocó otra foto rudamente, un hombre cubierto de traje característico ─── ¿y a este bastardo?

el hombre presionó los labios y ladeo la cabeza con recelo ─── no sé de que mierda hablas.

arrugó el rostro disfrazando su decepción con ira pura, le vió fijamente, ensangrentado de pies a cabeza con una profunda mirada moribunda. suspiró echandose el pelo hacia atrás y le vió por última vez como si fuese basura, una lata vacía que ya había pateado suficiente.

─── pudrete, idiota.

nymeria giro sobre sus talones, metió las manos a los bolsillos y salió de la habitación, el pelinegro en la puerta le vió inconforme mientras su compañero alado se acercaba para darle unas palmadas en la espalda.

─── lamento que no te haya servido, daiki ─── se disculpó el azabache.

─── hacen demasiado por mi, levi ─── contestó honesta ─── salgan de aquí antes del atardecer, haré que la comisión lo traslade.

─── bien, llámame de nuevo si me necesitas ─── dijo por último.

─── tenlo por seguro.

aquél sucio hombre en la cabina de interrogatorios había sido su última oportunidad del mes, si usaba descuidadamente a la comisión de héroes podrían trabar su camino.

el sol fuera del edificio calentaba fuerte, sin los ostentosos trajes solían usar decidieron tomarse el tiempo para caminar por la vereda ignorando un poco las miradas.

hawks le observó de reojo, ella lo sabía más se quedó callada. carraspeó luego de sentir los pesados brazos pasarse por sus hombros con amabilidad.

─── quita esa mala cara, cherry ─── jugueteó suavemente con sus mechones sueltos.

─── vete al diablo.

rió amargamente, él sabía lidiar con ese pésimo humor que a veces se cargaba.

─── ya sé, ya sé ─── cantó obligandola a detener el paso ─── welcome to paradise island...

─── olvídalo, tal vez otro día.

─── ¡vamos! ─── animó tomandola del rostro para ver sus bonitos ojos ojerosos y tristes ─── rumi está esperando por nosotros.

daiki estiró los labios indecisa.

─── ni siquiera tengo edad para eso.

tampoco la tenía para las atrocidades que la comisión le obligaba a hacer.

─── al carajo todos ellos.

el sonido se mezclaba perfectamente entre los cuerpos de quienes bailaban en la pista.

paradise island era el lugar en el que al entrar, dejabas de ser un héroe para saciar tus frustraciones en un bar que tenia los cuidados específicos para que absolutamente nada ni nadie se infiltrara. todo lo que entraba y sucedía, no salía. kyomi daiki se encargaba perfectamente de ello.

su bar no era una casa de mala muerte, habían reglas básicas:
no muertes.
no negocios.
no peleas.
no sustancias no administradas.

bebió de su trago, le quemó la garganta y poco le importó, detrás de la barra el joven hombre le veía de reojo cada cierto tiempo mientras se movía repartiendo copas.

rumi, la gran pro-heroe mirko, ganaba por tercera vez en ese juego de cartas y keigo coqueteaba con alguna primeriza en el medio. todo iba como siempre.

y nada le quitaba el mal sabor de boca.

─── meria-chan ─── llamó el bartender, thoma. un aparente universitario extranjero alemán, apuesto y experto en informática e ingeniería ─── te ha llegado un mensaje.

le extendió el teléfono celular, ese molesto aparato que daiki detestaba usar, porque simplemente no le gustaba, en realidad solo tenía afecto por su laptop vieja.

aquella que le regaló su tutor.

la luz de la pantalla le cegó un poco y pronto encontró la notificación en la bandeja de su correo, frunció el ceño e incluso tuvo que tallarse los ojos.

─── ¿sucede algo? ─── thoma se acercó preocupado.

─── "kyomi daiki, la academia ua solicita tu presencia...