♯ʙᴏʏs? ៹ ᴛʏᴜɴɴɪɴɢ

❆ 09

Huening estaba nervioso después de aquel dulce y largo beso que se habían dado. Taehyun hace un par de minutos finalmente se había separado y pasó a la casa en silencio.
Ahora ambos estaban sentados en la cama de Kai, iban a hablar de lo que había pasado.

– Terminé con Kazuha porque me dí cuenta que me gustas.

– No puedes cambiar algo que sentías de un día para otro – dijo Huening bastante inseguro.

– Kai, me gustas desde hace tiempo – Kang frunció suavemente su ceño. – Tú no... No sabías, porque estabas dormido.

El menor ladeó su cabeza confuso, todo lo que salía de los dulces labios de su amado no lo entendía desde que empezó a hablar.

– ¿A qué te...?

– Te besé cuando éramos niños – Finalmente soltó, – no quería aceptar que me gustabas, no quería aceptar que me hacías sentir mil mariposas en el estómago y todos esos síntomas cursis que dicen las otras personas. No quería aceptar que te quería besar de nuevo, no quería decirle a mi mamá que me gustaba prácticamente su hijastro.

Kai guardó silencio.

¿Cómo no se había dado cuenta de ello antes?

– Por eso empecé a salir con muchas chicas después de eso hasta el día de hoy. Cada día iba a ti para decirte que había salido con una chica diferente en busca de olvidarme de ti, porque si no me mostrabas interés me dolería y aceptaría que solo somos los mejores amigos de la infancia y...

La voz de Kang había comenzado a temblar desde hace tiempo ya, y el menos sólo se limitó a sonreír con dulzura para poder acercarse y abrazarlo con delicadeza y cuidado, como solía hacer desde siempre cuando su mayor lloraba o estaba confundido y asustado.

– Me siento raro, Ning... – el mayor correspondió al abrazo mientras sentía su corazón latir firmemente. – Kazuha dijo que esto estaba mal...

– Kazuha es una tonta – Huening habló en voz bajita, suave y calmada, como solía hacer desde siempre. – Porque no estáal si se trata de algo que tú sientes, Hyunnie. Está bien, porque una mente generalmente es más débil que lo que el corazón te dicta.

Kang tembló y lo abrazó más fuerte, parpadeando con tranquilidad y nostalgia.

– Me gusta mucho, en serio.

Kang [doce años] estaba nervioso, no le había parecido el hecho de que otro niño como dos años mayor que ellos mirara de sobremanera el cuerpo y rostro de Kai [quién en ese entonces tenía once años].
Estaba nervioso y no comprendía qué le pasaba a su pecho, el cual subía y bajaba gracias al llanto que había aparecido hace una hora aproximadamente en él.

Se armó de valor y abrió la puerta de la habitación de su menor, el cual yacía en su cama dormido plácidamente con sus rosados labios entreabiertos. Tae se acercó con cautela y confusión hasta la cama de su hermano Ning para poder sentarse al costado de este.

En silencio miró a ambos lados y finalmente a los ojos cerrados del menor. Sus pestañas eran largas y finas, su nariz era hermosa y perfecta con un pequeño lunar en esta...
Parecía un pequeño angelito, al que quería cuidar con su alma.

Temblorosamente bajó y unió sus labios con los del mayor, suavemente. Era un beso estático pero bastante significativo para el pequeño y confuso pre-adolescente.
Sin saber que hacer con exactitud rozó su lengua con los labios del menor totalmente sumiso e inexperto. Su corazón latió con muchísima fuerza y se separó al darse cuenta de lo que estaba haciendo.

Sus mejillas tomaron muchísimo color rojo y corrió escaleras abajo mientras soltaba pequeños chillidos al darse cuenta de lo que había hecho.

Había besado por primera vez, y a un chico.
El chico que era prácticamente su hermano, al chico que... Al chico que le gustaba y hacía su corazón removerse.