♯ʙᴏʏs? ៹ ᴛʏᴜɴɴɪɴɢ

❆ 10

Huening estaba bastante emocionado. Kang lo había invitado a una cita esa tarde, lo triste es que su tiempo era limitado y solo estarían dos horas juntos, ya que su madre le había dicho que debía llegar lo más temprano a casa para ayudarla a cocinar.

Kai estaba con su mochila sobre sus hombros mientras caminaba hasta la salida del instituto, ya que aquel lugar era el punto de encuentro con Hyunnie. Al notar que los amigos de Kazuha estaban de camino a la salida, tensó su mandíbula y sintió su corazón acelerarse con molestia; debía de tener cuidado.

– Hola, hola – saludó uno de los amigos de la ex de Kang. – Es el maricón.

Huening miró al otro y retrocedió un poco. Debió haber tomado la otra ruta, sin duda alguna.

– Ehm... No tengo tiempo – Huening habló mientras les mostraba una sonrisa casi sin ganas. – Debo irme ya y...

– Cállate, ¿crees que nos importa? – inquirió uno de los más altos de allí y le arrebató la mochila a Huening, lanzándola al otro chico.

Kai vió como su mochila comenzó a pasar de mano en mano en ellos. Eran cuatro personas, y ellos cuatro estaban pasándose su mochila como si de una pelota se tratase. Tragó en seco mientras intentó arrebatarle su mochila a uno, pero este lo empujó y pasó nuevamente el bolso de color negro a otro de sus dos amigos.

– Denmela – Huening habló ansioso mientras se daba cuenta de la situación; Kang seguro estaba esperándolo y su tiempo juntos se agotaria antes y deberían de esperar a otra fecha para pasar la tarde juntos. Sus ojos comenzaron a lagrimear mientras perseguía su bolso negro. – Yah... Basta...

Uno de los que medía aproximadamente diez metros más que Kai detuvo la mochila y la alzó hacia arriba, ganándose de puntillas.

– Si la alcanzas nos iremos – él sonrió, pero Kai frunció su ceño, no muy complacido por aquello.

Se acercó y se ganó de puntitas, intentando alcanzar la mochila, pero simplemente no podía.

– Densela – la voz de Kang se hizo presente en el lugar después de que este haya estado buscando a Kai; finalmente lo encontró. – Ahora.

El chico miró a Tae con una mirada venenosa, pero le otorgó la mochila a Kai sin rechistar y mandó a los otros bravucones a que lo siguieran lejos de allí.

– Perdón la demora.. – Huening relamió sus labios mientras abrazaba su mochila totalmente dolido. – Lo lamento...

– No te disculpes – Taehyun sonrió, intentando darle confianza al menor para que no se sintiese mal. – Ma dijo que no necesitaría ayuda, podemos ir a tu casa si quieres a ver una película.

Los ojos de Huening brillaron y asintió sin dudarlo. Se acercó al mayor para poder dar un casto beso en su mejilla, y ambos se sonrieron el uno al otro.