En memoria del Apocalipsis - ChanBaek/Slight KaiSoo (Traducción)

Prólogo: El apocalipsis

El 29 de mayo de 2029, el temido apocalipsis se convirtió en el nombre de la mayor tragedia del siglo. Un atentado con casi una treintena de tiradores en el hotel de seis estrellas de Dubái, Burj Al Arab, acabó con todos los que estaban dentro, sin dejar rastro de vida en los pasillos del hotel, todos estaban muertos. Las noticias de todo el mundo tenían sus cámaras encendidas y enfocaban la tragedia. Ningún canal de ningún país hablaba de otra cosa, todos se detenían a recibir información en internet y en las televisiones.

Era un festival de cadáveres. Varios voluntarios, junto a bomberos y policías buscaban los cuerpos esparcidos en cada rincón. La prensa de todo el mundo estaba allí, registrando los momentos de rescate, todos con la esperanza de encontrar al menos un sobreviviente. En medio de tantos cuerpos violentados brutalmente a balazos y puñaladas, empapados en la sangre de las propias víctimas, un chico de rasgos asiáticos sufría de convulsiones, lo que trajo una punzada de esperanza a todos, pues así podría haber un testigo de lo que pasó.

Nadie imaginaba lo que había pasado, los tiradores no dejaron pistas ni testigos. La única certeza que tenían era que los mataron a tiros a todos, uno por uno, hasta que estuvieron seguros que no habría relato de lo sucedido.

"La mañana del martes en Dubái comenzó con una triste noticia." La presentadora de la prensa coreana habló con seriedad. "El hotel Burj Al Arab, conocido como el más lujoso del mundo en la actualidad, fue el blanco de una tragedia. Una treintena de encapuchados entraron al hotel y empezaron a disparar a todos los que pasaban. El ataque comenzó en la recepción del hotel y terminó en las habitaciones con la muerte de todos los tiradores. La policía local no precisar si se trató de un ataque terrorista o no." Hizo una pausa y respiró hondo. "Entre las más de dos mil personas, había unos veinticuatro surcoreanos. Ninguno sobrevivió. Nuestra prensa lamenta la muerte de todos y ofrecemos nuestras condolencias a las familias de las víctimas, quienes fueron brutalmente asesinadas sin motivo alguno."

A la mujer le costaba hablar, estaba tan consternada con la historia que casi no podía soportarlo, ni siquiera sabía cómo lograba contener las lágrimas. En ese instante, llegó un nuevo mensaje de noticias.

"Esperen. Acabo de recibir una información importante. Hay esperanza de sobreviviente al ataque. Un hombre no identificado resultó gravemente herido y fue trasladado al hospital. Convulsionó durante el rescate y pronto fue socorrido. Esperamos nueva información sobre el caso en breve, así que quédense atentos. Buenas tardes a todos."

Ese día había comenzado normalmente. El misterioso chico que tenía esperanza de vida en ese momento había tenido un día muy feliz antes de la tragedia siendo un recién casado. Su luna de miel fue simplemente perfecta, en un hotel de lujo con la persona que amaba, había ahorrado tanto para que todo saliera perfecto y valió la pena cada centavo y cada segundo que esperó. Ese estaba siendo el mejor sábado de su vida, el primero después de su matrimonio, no veía la hora de tener más sábados como ese.

(...)

Sus ojos se abrieron lentamente mientras sentía besos húmedos siendo depositados en sus labios, haciendo un ruidito adorable. Las cosas a su alrededor se enfocaron gradualmente y la imagen de Baekhyun se volvió cada vez más clara y cercana, no pudo evitar sostener su cintura, decretando que ya se había despertado.

Baekhyun inclinó la cabeza hacia un lado, sonriendo tontamente y tocando el rostro de Chanyeol lentamente, haciendo dibujos invisibles con las yemas de los dedos en sus mejillas.

"Buenos días, esposo mío." Depositó un beso en su frente. "¿Dormiste bien, amor?"

Chanyeol levantó su cuerpo aún adormecido, pero no pudo evitar darle un beso apasionado a su esposo, mostrándole cuánto lo amaba sin tener que decir nada – aún estaba despertando. Entrelazó sus dedos con los de él y colocó algunos besos en los nudillos de sus manos, luego acarició su propio rostro con las manos de él.