Micaela
Era la fría mañana de un domingoMe encontraba en una plaza acompañando a mi tía y prima a comprar los útiles que necesitaríamos,y por útiles me refiero a sólo unos cuadernos y lápices.
Aprovechando que estábamos ahí,mi tía quería adquirir un teléfono celular en alguna de las tiendas para regalarmelo,yo me negaba a que sucediera pues si bien nuestra familia no pertenecia a una clase social baja,la verdad no podíamos darnos ciertos lujos.
La única que trabajaba de nosotras tres era mi tía
Yo más de una vez le propuse conseguir un empleo pero ella se negaba en cada ocasión,decía que mi único deber era estudiar,las tipícas cosas que dicenlas mamás...
Estábamos acomodando los cuadernos en las mochilas también recién compradas Leonor y yo,cuando mi tía llamo mi atención con una de sus manos.
-Mica mirá este celular, tiene todas las funciones que necesitas y está a un buen precio,justo la guita con la que cuento- pude ver la felicidad de mi tía reflejada en una simple pero bella sonrisa -Decile a Leonor que me traiga mi bolso-
Leonor se negó a llevarlo pues estaba "cansada de tanto caminar" ¿Cómo no se iba a cansar si traía las torres gemelas en la plataforma de sus tacones?
Me dispuse a caminar feliz con el bolso de mi tía hasta que el choque de mis piernas contra el piso lo impidieron,pronto mi tía corrió a ayudarme,mi mano desesperada buscaba a tientas por el piso mis lentes
¿Fue lo que creía ? ¿Leonor realmente me puso el pie o sólo era mi mal fé en ella?-¡Ay que desgracia!- pude ver con dificultad cómo los pateaba hasta hacerlos llegar a mis manos
Después que me ayudarán a levantar no pude contener las lágrimas,mis lentes ahora eran inservibles, incluso un cristal quedó destrozado por completo,no tenía arreglo por más que tratará de buscarlo
-¿Estás bien?- pregunto con preocupación -Ay Mica,creo que tú celular puede esperar,ahora la prioridad será ir a una óptica por unos lentes nuevos- dijo mi tía al ver aquel suceso
Por suerte la óptica más cercana estaba a tres cuadras de la plaza,nos sería fácil llegar.
"Lamento no poder darte todo" susurro para mí mientras caminaba sosteniendo mi mano para guiarme, para luego besar mi frente,no quería que se sintiera así,no quería que se sintiera insuficiente por mi culpa......
Roberto
Amaba a Riki con mi vida, pero no sé porque demonios había aceptado acompañarlo a la óptica a comprar unos nuevos anteojos, hacía un frío que calaba hasta los huesos, prefería estar recostado en mi cama y no sentado en aquel banco incómodo viendo cómo se paseaba por cada estante en busca de un armazón que fuera de su agrado.
Bueno, mínimo la situación de los ojos de Riki tenían una clase de solución.
Mañana sería el primer día de clases de Riki quería dar una buena impresión y era algo razonable,yo ya llevaba tiempo ahí,no puedo decir que estaba apunto de graduarme porque sería una total mentira, pero ya estaba cerca de cierta meta.
Recuerdo haber visto a una chiquilina de cabello largo color negro entrar a la tienda a la par de una mujer la cuál que parecía ser su madre,seguidas de una rubia teñida,lo sé por la raíz de su cabello,era castaña.
Llamaron mi atención por la forma infantil de actuar de la rubia,no infantil de una buena manera, infantil en el sentido caprichosa, pero no fue sólo eso,creo que me quede perplejo ante la belleza de la pelinegra.
La seguí con la mirada hasta ver cómo entraba con su delicadeza al caminar a uno de los consultorios
Micaela
-Mandar hacer unos nuevos lentes con su graduación tardaría de una semana a dos pero si gusta por un costó extra podemos arreglar el armazón de los dañados- dijo la oculista en un tono suave con una voz que le transmitía calma a cualquiera -Si quieres puedes ir a ver más modelos de armazones en las vitrinas,siéntete libre de probarte los que gustes- la doctora me regaló una sonrisa la cual devolví antes de salirRoberto
Observaba los armazones e incluso me probaba algunos en el espejo que estaba delante de mi, mientras hacía una que otra pose ridícula sintiendome el protagonista de alguna película de acción cómo de las que solía ver con mi hermano.
Vaya,ahora sabía porque Riki tardaba tanto en decidirse,había tantos colores y modelos de lentes-¿Indeciso?- escuché una pequeña risa detrás de mi,no me fue necesario voltear pues por el reflejo del espejo pude ver qué se trataba de la chica de hace unos instantes
-N..No,para nada,yo no necesito lentes- me trabe por algunos segundos al responder,la chica hizo un gesto que hizo predecible lo que hiba a preguntar,así que me adelante a la respuesta -Vine a acompañar a mi hermano menor-
-Eres buen hermano- procedió a dedicarme una sonrisa que hizo ponerme nervioso
Sin que dijera nada más se fue
-¿Puedo acompañarte en tu búsqueda?- pregunté aún intrigado por aquellos lindos ojos, ella acepto
A lo largo de nuestra corta plática y entre tantas descartaciones, sólo quedaron dos opciones de armazones,uno era muy delgado color dorado y el otro era uno un poco más groso color negro
Ella parecía ser una persona muy segura con una personalidad decidida, por eso mismo me sorprendió bastante que pidiera mi opinión
-Creo que los primeros se te verían bien pues se ven elegantes y supongo que son más ligeros-Disfrutaba tanto de su compañía que no me percate que Riki ya me esperaba afuera.
-Ya me tengo que ir,fue un gusto conocerte- le dí mi mano la cual tomó para después cada uno seguir su propio camino
Micaela
El chico que minutos antes había conocido ahora se había marchado sin siquiera preguntarle su nombre,fue agradable su compañía aunque posiblemente no nos volvamos a ver.
Seguí su consejo y fui con mi tía a indicarle por cuáles lentes me había decidido.
Tendría que vivir viendo un poco borroso posiblemente dos semanas pero valdría la pena.
ESTÁS LEYENDO
R.M.
FanfictionMicaela es una chica con grandes sueños cómo toda adolecente de esa edad. Desde muy pequeña mostró interés por las cosas electrónicas, por su forma de pensar simpre fue blanco de burlas en su antiguo liceo Siempre se sintío sola,¿Pero eso cambiará c...