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Vas a tu clase de filosofía?- el timbre ya había sonado indicando la hora de descanso

-Sip, pero Mica, por favor no dudes que la carta es para vos-

-Seguire dudando, gracias-

-Bueno,no incomodes a las personas con tantas preguntas a la vez ¿Si?-

-No prometo nada-

Una sonrisa mostrando sus dientes extremadamente blancos se hizo presente en el rostro de Roberto

Estaba apunto de caminar en busca de Riki pero una chica (aparentemente unos años menor que yo) me detuvo

-¿Vos sos Micaela?- pregunto

-Si ¿Vienes por la carta? Te la puedo devolver si te equivocaste-

Gire mi mochila para la parte delantera de mi cuerpo poco a poco abriendo el cierre de esta misma pero pronto detuvo mi mano

-No sé de qué carta hablas, pero me mandaron a entregarte está otra y estos caramelos- la emoción de ella se hizo demasiado notoria

-¿Quién lo manda?- Está era mi oportunidad de encontrar a la persona responsable

-No puedo decirte por más que quiera-

-Esta bien, gracias-

Intercambiamos sonrisas y cada una de nosotras seguía su camino

Apresure mi caminar a un paso considerable para llegar hasta la banca dónde siempre me esperaba Riki a cada timbrar de la campana

-¿Acaso dos personas diferentes escogieron tu vestuario?-

Supongo que lo decía por lo obvio

-Algo así-

Sin darme cuenta mi rostro no reflejaba ninguna expresión,aún seguía pensativa del porque me mandaban cartas,justo ahora ¿Sería la misma persona?

-¿Estás bien?-

-Si,si-

Riki
Seamos honestos,esa respuesta no convence a nadie, pero bueno.

Cuando salimos a la hora libre,le pedí ayuda a una de mis compañeras de clase (se llama Mandy)
que me ayudara a entregarle la carta y dulces a Micaela

Por lo visto si lo hizo, trae eso en la mano, pero no sólo mi carta, también supongo que la de Roberto

Si él tan sólo supiera que estoy tratando de declararle mis sentimientos a la chica que le gusta,me mataría,no sólo él, también Santiago, posiblemente me daría una clase de "sermón"

Estábamos aún "afectados" por la dictadura militar que nos tocó vivir,no quería darle más dolores de cabeza a Roberto

-Pero decime,¿Qué traes ahí?-

Llevo desde bajo su brazo a la mesa un frasco de caramelos y dos cartas.

No había porque sorprenderme,sabía que Roberto había escrito algo para ella y la verdad era fácil de suponer,Micaela era una buena musa para cualquiera,tan linda, siempre tan amable y con esa sonrisa hermosa que la caracterizaba

-¿Ya las leíste?- me atreví a preguntar

-No, sólo las ví superficialmente pero me percate que son diferentes letras-

Bueno,era hora de fingir sorpresa

-Tienes dos admiradores- trate de hacer una cara de admiración convincente y creo que sí lo fue

-¡¿Yo?!-

-No hay otra explicación mi amada Micaela- me encogí de hombros,no sabía coquetear y ella no sabía captar indirectas,esto sin duda alguna no hiba a funcionar cómo lo creí

Pero eso no era lo que me preocupaba por el momento,hace unos días había presentado un exámen de admisión para la facultad de arquitectura,los números no eran mi fuerte cómo lo eran de Roberto o incluída Micaela

Nadie sabía de dicho exámen, sólo mis padres,mi hermano y Tavella,eran las personas en las que más confiaba (sin contar a Mica)

Me moría de ganas de contarle a ella, pero no sabía cómo lo hiba a tomar,yo era su único amigo durante los recesos, tampoco quería decirle antes de saber los resultados de dicha prueba,tal vez no hiba a pasar.

-¿Todo bien?-

Su voz me saco de mi nube de pensamientos

-Claro, sólo que amo pasar tiempo con vos-

Trate de mostrarme positivo y me senté junto a ella

Micaela
Riki tomó asiento junto a mi, mientras yo leía las cartas,eran poemas hermosos y halagos que nunca creí que serían dedicados para mí

Pronto sentí un peso sobre mi hombro,Riki había recargado su cabeza en mí

No voy a mentir,estaba disfrutando esa sensación

Le quite la envoltura a uno de los caramelos y lo introduje a mi boca

En el fondo no saben lo mucho que deseaba que una de esas cartas fueran de Riki,pero creer que él podría llegar a sentir algo por mí era algo estúpido e incrédulo de mi parte

Inconscientemente había apoyado mi cabeza sobre la de él

-Mic,me das paz- no esperaba que hablará, realmente el momento era muy cómodo y no lo quería arruinar arriesgandome a contestar

¿Me había enamorado y estaba siendo correspondida?

Me separé un poco de él obligándonos a vernos a los ojos,este era el momento perfecto para pedirle una cita...o algo así

-Riki......-

-¡Ay! Ahí estás,llevo rato buscándote cómo loca- aquella voz inconfundible me hablaba a mí

-¿Qué pasa Leonor?- respondí resignada a qué el momento ya se había arruinado

-Mi mamá me obligo a buscarte para entregarte tu almuerzo,lo olvidaste en casa-

Tenía razón, por todo el tema de las cartas había olvidado que tenía que comer algo

-Oh, gracias-

Me sorprendió aquel gesto tan ¿Amable? De parte de Leonor

-¿No nos vas a presentar?-

Pregunto de pronto refiriéndose a Riki

-Cierto, que despistada, Leonor mi amigo Riki....-

-Mejor amigo- me dijo en forma de corrección él mismo

Seguí -Riki,mi prima Leonor-

Ambos se dieron la mano para luego Leo marcharse

-No parece tan mala como vos decís- comento cuando ella estuvo demasiado lejos para oirnos

-Si claro,trata de convivir con ella día y noche-

Ambos reímos pero ahora sí,era momento de hablar con él

Recuerdo que en mi antiguo liceo tenía una profesara que decía "Si ellos no te hablan, tu hablales" y eso hiba a hacer,dar el primer paso

Si me bateaban no importaba,no me hiba a vivir lamentando de lo que hice o no ¿Cierto?

-¿Me hibas a decir algo antes de la interrupción?- Riki hablo

-Ammm...si,claro,Riki,me preguntaba si.....-

-¿Si?-

-¡Riki! ¡Mica!- nuevamente fuimos Interrumpidos pero en esta ocasión por Roberto

R.M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora