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Riki
Roberto me había dejado sólo en busca del aula donde se impartirá mi primera clase, aunque trato de ser lo más claro posible al darme indicaciones de cómo llegar.

Mientras caminaba iba relajado, cómo si nada me apresurará, cómo si no tuviera clase en menos de diez minutos,sabía que podía llegar temprano sin necesidad de correr,pero era obvio que no todos pensábamos lo mismo,tal era el caso de una chica que chocó conmigo al ir con prisa del lado contrario.

-¿Estás bien?- pregunté al tiempo que sobaba de mi hombro por el choque que aunque fue leve si me causo un ligero dolor

-Si,creo que sí,perdón,no veo muy bien que digamos sin lentes- hizo una pausa,su manera de hablar era calmada, cómo si hubiera olvidado el motivo por el cual caminaba a "alta velocidad", pero pronto lo recordó "¡Cierto!" Dijo para sí misma. -¿Sabes dónde queda el aula 4?-

-No estoy muy seguro, pero creo que esta en la planta baja,es el cuarto salón a la derecha- me agradeció para luego dirigirse a su destino

Pero por cosas de la vida,ambos ibamos en la misma dirección,era un momento incomódo pues ninguno de los dos hablaba y era normal,no nos conocíamos.

-¿Primer día de clases?- pregunté tratando de entablar una conversación

-Si ¿Y vos?,a mí los nervios están que me carcomen las entrañas- eso último se podría comprobar con su risa

-En efecto,mi querida desconocida-

-Soy Micaela,un gusto- extendió su mano y era lógico que quería que la estrechará de manera formal

-Soy Ricardo pero decime Riki-

-¿A qué salón ibas?- no me había dado cuenta pero ya estábamos afuera del suyo

-Siete-

-Seria muy película cliché que nos hubiera tocado en el mismo- ella rio pero yo sólo me límite a sonreír

-Supongo que hasta aquí llegamos,¡nuestros caminos se separan!- dije de manera ironíca cómo en toda película churrera del típico amor imposible

-Suerte en clase- Mentiría si digo que había visto una sonrisa más bonita antes.

Micaela
Me quedé parada en el marco de la puerta de mi aula asignada viendo como aquel chico de lentes subía las escaleras, también lo ví tropezar con un escalón,creo que escucho mi risa pues pronto roto la cabeza hasta verme.

Acomodó su lentes y siguió su camino,lo ví perderse a la vuelta de la escalera ¿Será que ya tenía un nuevo amigo?

-¡Ey!- si mal no me equivocaba,yo conocía esa voz

Roberto
"¿Llegué temprano o el profesor llegó tarde?" Fue lo único que mi mente podía cuestionarse en ese momento.

Usualmente cuando entraba al salón ya era costumbre recibir el típico "¡Musso!" en forma de regaño de parte del profesor, por haber llegado a destiempo.

Tenía entendido que en este año vendrían algunos alumnos nuevos pero sorpresa fue grata cuando ví a la chica del día anterior.

Nunca imaginé que a ella le interesara la carrera de Ingeniería en sistemas.

-¡Ey!- exclamé para poder llamar su atención puesto que se encontraba mirando fijamente el pupitre

-¿Eh?- respondió,creo que le llevo unos segundos analizar mi rostro -¡Vaya sorpresa encontrarte!-

-Lo mismo digo,no creí volverte a ver y menos en un lugar cómo este- deje mi mochila a un lado y me senté en la silla que se encontraba a su derecha

-Ayer ni siquiera te pregunté tu nombre- es como si ambos pensaramos lo mismo

-No hubo tiempo-

-Supongo- se encogió en hombros al decirlo

-Roberto- si eso no fue una presentación "formal" no sé que más podría serlo

-Micaela-

-Nombre hebreo,eh- le contesté

Micaela
Fue una sorpresa volver a ver a ese chico,pareciera que lo llame con la mente

Me hubiera gustado platicar un poco más, pero el profesor llegó, un hombre de no más de 50 años,de buen ánimo,al parecer estudiar aquí sería más que un placer

Pensando en Riki ¿Ya tenía dos amigos?

En el transcurso de la mañana Roberto hizo chistes tontos que al parecer sólo él y yo entendiamos porque a nadie más parecían causarles gracia

No hay mucho que contar,durante el resto del día caminábamos juntos a cada clase que nos correspondiera,nos sentamos cerca uno del otro.

Y en la clase que no coincidíamos,él me acompañaba hasta mi salón.

Sólo en una clase no coincidíamos, él asistía a un curso de filosofía en la biblioteca mientras la hora libre que nos otorgaban para desayunar transcurría.

Así que mientras él profundizaba más su forma de ver la vida o sobrepensaba las cosas (cómo yo lo decía)

Yo me dispuse a caminar tranquila con la intención de conocer el campus.

R.M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora