Maquetas a la venta | KookTae Au🪻

[Capitulo 28]

—Cariño, ¿Qué haces tan temprano aquí afuera?— preguntó el pelinegro mirando a su novio sentado en la banca de enfrente mirando el jardín de flores.

—Una vez conocí a un chico autista que amaba las flores, solo hablábamos en el kinder pero lo recuerdo muy bien.— Dijo Taehyung con una sonrisa.

—¿Debería estar celoso?— Preguntó divertido él pelinegro con una sonrisa.

—Jungkookie, no deberías de estarlo es un recuerdo o quizás solo fue un sueño, no lo sé.— Dijo levantándose de la banca y tomando él brazo de su novio para caminar hacia arriba.

—Pensé que no podrías caminar después de ya sabes qué.— Dijo sorprendido al ver la resistencia del menor.

—Me duelen un poco las caderas, pero puedo caminar bien, no fuiste tan brusco, Jungkookie.— Dijo con un puchero él menor.

—Es la primera vez que tenemos sexo, Cielito, cuando volvamos a hacerlo podré ser brusco si es que te disgusto.— Él mayor miró preocupado por no haberle hecho sentir placer de esa forma al menor.

—No te preocupes grandote, me gustó mucho, fuiste muy lindo.— Taehyung lo abrazó para dedicarle una hermosa sonrisa geométrica.

—Eso me hace sentir mucho mejor.— Él mayor tomó él menor estilo nupcial para poder llevarlo a la cama y poder volver a dormir tan felizmente como lo habían estado haciendo.

[...]

—Cariño, no te comas las flores.— Dijo Jungkook con su voz agitada por correr desde la cocina hasta el cuarto donde él menor se encontraba pensando que él menor se comería las flores.

—Era broma, Jungkookie.— Él menor soltó una carcajada por ver la cara preocupada del mayor al entrar al cuarto.

—Dios, Taehyung no hagas eso, me creí que te comerías las flores enserio.—  Dijo en un pequeño berrinche, que calmó Taehyung al jalarlo y sentarlo en la cama mientras besaba su cabeza de una forma tierna.

—Tranquilo, bebé, no comeré flores o podría darme chorro.— Ambos reían por lo último,compartiendo ese momento de felicidad.— Amor.— soltó el menor recibiendo un pequeño ruido al llamado.— Debo irme, corazón.— Él mayor lo miró con el ceño fruncido.