PRETTY BOY | después de que Hiroki es asesinado junto a toda su familia; aparece en una habitación totalmente blanca sin su familia y sin alguna herida. Y horas después una pequeña mujer que el solo puede ver aparece en la cena y dice que puede revi...
Casi todo en la habitación era blanco, exceptuando la ropa que estaba en el close y los productos de higiene qué resaltaba en la habitacion. La habitación era enorme, pero estaba demasiado vacía. No había casi nada, solo la cama, close y un escritorio que contenía un par de cosas como guantes, libretas y par de libros demasiado gruesos.
Oh, y sin olvidar un libro cubierto por una tela azul, con páginas de un negro intenso, múltiples engranajes qué parecían ser decoración qué está sujeto a una cadena de plata que al final tiene una perla. Eso era lo que más resaltaba en la maldita habitación blanca.
Hiroki ha estado en esa habitación como tres horas, sin salir. Aunque no era porque no podia.
Digamos que Hiroki tenía demasiado nervios de salir de la habitación por la mujer que anteriormente estuvo en esta.
Básicamente, esta paranoico.
Hiroki esta sentado en el borde de la cama. Con sus dedos clavados en las sábanas manchando aquellas sábanas blancas con su sangre por haber mordido sus uñas de una manera grotesca, aunque solo era su mano derecha.
Ha estado así por la mayor parte del tiempo. Repasando una y otra vez como murió ese día, no dejaba de intentar unir partes y creer que esto es como un sueño.
No se le puede culpar. Vamos, ¿Te cortan la garganta y mágicamente estas en una habitación blanca como si nada? Es un milagro que este tan tranquilo y no esté gritando.
Cree genuinamente qué si sale de la habitación pasaría algo horrible, así que se quedó en l borde la cama sentado mientras se torturaba con sus recuerdos.
Aburrido y patético.
Hiroki podía levantarse de esa estúpida cama y salir, o simplemente dormir. Puede ver el cielo oscuro por la ventana.
Las horas pasaban y aun estaba ahí, temiendo qué si se levanta y sale de la habitación pasaría algo malo. Pero, ¿quien sabe? Tal vez tiene razón.
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Y así, con Hiroki sin moverse de esa estúpida cama. Amaneció.
Aunque no estuvo toda esas horas sentado en la cama, estuve exagerando.
En una parte de la madrugada se levantó de la cama, tambaleándose y caminando a una de las tantas puestas blancas de la habitación. Y así estuvo hasta que encontró la qué quería, supongo. Entro al baño, y se detuvo justo frente del lavamanos.
Abrió el grifo, lavando su mano derecha donde se ha mordido de más sus uñas a tal punto que sangraron.
Hiroki estaba demacrado, como si le hubieran cortado la garganta.
Oh... Eso si paso.
Pero bueno, se mira al espejo que esta en el lavabo mientras mira su demacrado aspecto y su rejuvenecimiento. Puede notar que su cicatriz en su labio ha desaparecido, como si nada hubiera pasado. No sabe que edad aparenta, pero sabe que ya no tiene veinticinco años.
Obviamente.
Hiroki sigue inspeccionando su apariencia, porque hay cosas en el que nunca tuvo anteriormente. Un ejemplo sería sus orbes azules, era de un hermoso azul que hacía qué no pudieran pasar desapercibidos sus ojos.
—Hiroki, cariño. —una voz suave y cariñosa lo llamo desde el dormitorio. Hiroki reconocía esa maldita voz, y eso hizo que sus manos temblarán. —Hijo. ¿Estas en el baño?
Pero, vamos. ¿Como reaccionará si aquella voz es de su madre?
Hiroki sintió un nudo formarse en su garganta, pero se obligó a ignorarlo y caminar vacilante hacia esa voz.
Cuando estuvo ahí, viendo la dueña de esa voz.
La mujer frente a el se parece a su madre, pero con la diferencia que su cabello es blanco y sus ojos carmín. Pero fuera de eso, todo en ella es idéntica a su madre. Su cara, su voz, la forma en la que lo llamaba y su vestimenta.
La mujer sonrió con dulzura.
—Nunca te has despertado tan temprano. ¿Estas inquieto por entrar a la academia stray dogs? —Dijo la mujer. Acomodo un uniforme negro con detalles dorados en la cama. —Estoy orgullosa de ti, a pesar que no quieres ir y posiblemente te disguste. Quiero disculparme porque gracias a nosotros estas obligado a ir. Te amo, hijo. Y lo que sea que hagas voy a estar de tu lado, y orgullosa de ti ¿lo entiendes?
Si, todo lo demás se parece a su madre muerta.
Y Hiroki no pudo evitar romper en llanto, a pesar que desconfiaba qué ella fuera su madre.
