El Rey Eterno Y Sus demonios

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-¡volvimos!- aparecen el rey y su pequeño hijo por la puerta del salón familiar, este esta amueblado con lo que se puede notar un buen gusto en interiores, que no puede ser obra de nadie más que de la reina.

-¡bienvenidos Julián, Jackson- La pelirroja se encuentra sentada leyendo en uno de los cómodos sillones que hay allí.-¿Cómo fue tu día en la academia, mi niño?- cierra su libro y se acomoda para prestarle atención a su hijo.

-¡bien, estamos empezando el tema de sanación y recuperación.

-oh, ahora que lo recuerdo ¿eso toma alrededor de dos años, no?

-sí, eso dijo la maestra Fiumyomi, también dijo que mañana iríamos a la grieta a recoger algunas plantas medicinales que nos enseñaría a utilizar para heridas no tan grandes y enfermedades.

-Eso es estupendo mi niño, pero ciertamente deben tener cuidado. Jurrium me dijo que últimamente ha habido movimiento cerca de esa zona.

Julietta está un poco preocupada, los humanos por si solos no pueden hacerle daño a nadie más que a ellos mismos, pero si alguno de los Dark o que este aliado con ellos les proporciona las armas o los detalles, fácilmente pueden emboscar a un grupo de niños.

El único capaz de matar a un demonio es otro demonio o en los más raros casos un ángel. Esta última no ocurrirá si el sujeto en cuestión esta consiente, hay una alianza de por medio. Millones de años en los que no ha habido una pelea entre las dos razas; el problema radica en que los ángeles son muy fáciles de influenciar y un alma vengativa no les cae bien. Si se sienten desanimados sus defensas espirituales bajan. Que los invada un muerto con malas vibras no es una sorpresa.

-Tienes razón, algunos humanos de los pueblos barbaros fueron vistos por la guardia. No digo que no puedan estar por ahí, pero normalmente cuando se acercan demasiado es porque algo se traen entre manos. Por esto hijo debes tener cuidado, y no olvides lo que te he enseñado.

-si pa, llevare mi Guom por si acaso.

 -Bueno creo que terminamos por ahora, ¿qué les parece si vamos a comer?- las hebras rubí empiezan a hondearse al ritmo de su paso mientras se dirige al comedor.

-Buena idea, hoy gastamos mucha energía, vamos hijo.

-sí.

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Continuara.