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-Entonces, ¿a qué esperamos?

Dos niños están hablando y son, Julián y su primo Jasón quien ha preguntado impaciente por querer irse ya.

- A los guardias, supongo que parecerá excesivo pero es lo mejor; papá dijo que aunque solo es una pequeña excursión, no podemos ir sin protección.

- Entiendo, ahora que recuerdo creo haberle escuchado algo a mi papá sobre almas rotas y ¿barbaros?

- Si, fueron vistos cerca y que incluso algunos entraron al bosque que queda antes de la grieta, por eso la seguridad.

-¡oh, hablando de seguridad ahí están los guardias!

Para la excursión de la academia se asignaron cinco guardias, eran cuarenta niños por lo que se podían dividir en grupos de ocho y cada guardia se haría cargo de uno.

-Bien niños, estamos listos para irnos- exclama con entusiasmo Fiumyomi.

-¡Sí!- gritan todos al mismo tiempo.

Todos caminan juntos mientras van mirando las plantas, árboles y flores que ven por el camino.

Todo está muy tranquilo, se escuchan los cantos de las aves y el correr de los ríos.

El viento sopla ligeramente y el sol de a poco se va poniendo en lo alto, hoy está brillando especialmente.

Hay algunos animales por el camino, jabalíes, conejos, liebres, ardillas y sapos. Se escuchan cigarras pues hace poco empezó el verano.

Verdes praderas y grandes bosques se van asomando, resaltan la belleza de los campos y de a poco a su destino se van acercando.

Todos están muy tranquilos y van buscando las plantas y flores que la maestra va indicando.

El viento empieza a soplar fuerte, ha empezado el movimiento.

Todo era alegría hasta que llego la lluvia, todos empiezan a correr y aquel que no lo hacía ya no se movería.

-¡Humnya corre, te van a alcanzar! « ¡Esas tres estacas vienen demasiado juntas, aunque corra por lo menos una le va a dar!»

-¡Julián, creo que no voy a llegar!

Todo fue en un segundo, todas las estacas de hierro se fueron quitando del camino. Julián con su lanza en mano a la cual nombro "Guom" corrió lo más rápido que pudo para llegar al lado de su compañera.

Quito una, después la otra y cuando fue por la tercera ya estaba demasiado cerca de Humnya.


No había otra alternativa.


Corrió, empujo a Humnya y... Por fin la lluvia ceso .

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Continuara.




El Rey Eterno Y Sus demoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora