8|Marca.

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Zoro sabe que las cosas con Sanji no estaban bien. El cocinero intentaba esconderlo, pero Zoro no es tonto y conoce bien al rubio.

Zoro ve a través de las falsas sonrisas de Sanji. Ve sus movimientos tensos y sus leves temblores.

Todos notaron los guantes que repentinamente Sanji decidió usar. Después de huir de Big Mom, Chopper le dijo que Sanji tenía sus manos vendadas porque se lastimó.

Y luego de eso, Zoro no ha visto a Sanji sin guantes por semanas. Ocultaba algo y todos lo saben, pero ninguno se había atrevido a dar el paso.

Sanji estaba incómodo con todos. Ya casi no participaba en la mayoría de cosas e incluso Zoro ha notado su incomodidad al cocinar.

Así que decide que no iba a quedarse así. Había algo lo suficientemente malo que perturbaba a su cocinero y él se asegurará de arreglarlo.

Durante días, Zoro intento acercarse a Sanji, pero el cocinero siempre encontraba una excusa para ignorarlo o lograba cambiar su rumbo para no verlo.

Zoro decide emboscar al cocinero en su hábitat natural.

Sanji había estado levantándose una hora antes de lo habitual y era muy preocupante, Zoro notaba las ojeras cubiertas por un maquillaje perfecto.

Él lo sigue una de esas madrugadas.

Cuando escucha jadeos dentro de la cocina, Zoro no se lo piensa mucho antes de entrar en silencio.

Sanji estaba arrodillado en el piso dándole la espalda a la puerta y Zoro nota los movimientos bruscos de su brazo y sus temblores.

Ahora Sanji estaba gimiendo suavemente y Zoro se acerca lentamente.

Una parte de Zoro hubiera deseado no hacerlo, pero la otra estaba feliz de haberlo hecho.

Bien, feliz no era exactamente la palabra que usaría cuando la escena frente suyo era espantosa.

Sanji se estaba haciendo daño a sí mismo, y esa ni siquiera era la peor parte.

Se estaba apuñalando la mano...

Zoro se apresura a arrodillarse y le quita el cuchillo de la mano. Ambas manos del cocinero estaban chorreando sangre y Zoro siente un vacío en el pecho. Tan horrible.

"¡Detente! ¿¡Qué estás haciendo!?" pregunta Zoro, desesperado.

Sus manos eran lo más importante para Sanji, eran su orgullo y aquí estaba, lastimando lo que más apreciaba cuando siempre lo cuido tanto.

Sanji lo mira con los ojos llenos de lágrimas y los labios temblorosos.

Zoro odia esa expresión en su cocinero. Odia que él se haya dañado las manos. Odia que Sanji no haya ido con él para tratar esto.

"N-no se van..." dice Sanji, con la voz ahogada y rota, completamente rota. "No desaparecen, n-no me dejan en paz."

Sanji solloza y Zoro lo abraza contra su pecho con fuerza.

La sangre manchando su ropa y el suelo eran lo último de lo que se preocupaba.

Zoro extiende la mano hasta debajo de la mesa a su lado y saca el botiquín de primeros auxilios escondido. Por una vez, adora la loca idea de Franky y Chopper de esconderlos por todos lados en caso de emergencia.

Esto era una emergencia. Una enorme.

"Déjame curarte, eso se ve mal." Zoro susurra contra el cabello de Sanji y frota su espalda con su mano libre.

Sanji lo abraza con fuerza, se niega a dejarlo y Zoro tampoco quiere hacerlo, pero era necesario. Sanji no iba a desmayarse o morir por perder está poca cantidad de sangre, no lo hizo antes y definitivamente no lo hará ahora que Zoro sabe que el cocinero tenía una resistencia inhumana.

One Piece, Zosan; OS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora