One Piece, Zosan; OS.

3|Cartel de buscado.

Ichiji nunca tenía buenos días, solo días, días malos y días peores, pero no tenía tiempo para ponerse a pensar en la diferencia. 

Hace unos pocos minutos le habían dado el periódico y se fundió en su silla para leerlo como todas las mañanas.

Normalmente habían más noticias de piratas que cualquier otra cosa y aunque a Ichiji no le interesaban los piratas, ni nada en particular, no sabe por qué lo lee. Tal vez al ser un gusto que adquirió por sí mismo y no por su padre.

La noticia más llamativa e importante, sin lugar a dudas era la caída de Enies Lobby e Ichiji solo puede levantar una ceja ante eso. Una fortaleza tan grande tarde o temprano debía caer, así como Germa cayó, solo dependía de quienes estuvieran dispuestos a levantarla otra vez.

Al parecer, los piratas de sombrero de paja invadieron Enies Lobby y lo destruyeron por completo.

Había muchos rumores sobre esos piratas e Ichiji no pierde el tiempo leyendo demasiado sobre ellos, porque no le interesan, pero está vez decide hacer una excepción.

Su capitán, Monkey D Luffy y ese espadachín de cuarta, Roronoa Zoro subieron sus recompensas y, para su sorpresa, los demás miembros de la tripulación consiguieron sus propias recompensas.

Era raro que todos los miembros de una tripulación pirata tuvieran sus recompensas, pero esto solo quería decir que los sombrero de paja eran duros o simplemente tenían suerte de salir vivos de situaciones inverosímiles.

Así que Ichiji no pierde más el tiempo y decide ver qué tipo de fenómenos tiene Mugiwara en su tripulación.

Un tipo con la nariz tan larga como una cuchara. Una comida de emergencia, que Ichiji no iba a aceptar que tenía ganas de acariciar. Un cyborg. Bueno, Nico Robin dentro de esa tripulación era una sorpresa algo grande, pero todavía no estaba asombrado. Oh, una belleza pelinaranja. Y... oh bueno, ahora sí estaba asombrado.

Y puede haber roto la mesa.

Ichiji enrolla el periódico y se apresura a ir hasta la habitación de Reiju. No sabía por qué sus hermanos insistían en pasar el rato con Reiju cuando era claro que a ella no le gustaban, pero Ichiji no podía hacer nada por eso. Al menos estaban todos juntos y a Reiju le gustará saber esto si es que no lo sabe ya.

Entra sin tocar y se acerca al centro de la habitación, dónde sus hermanos estaban sentados en la cama jugando a las cartas y Reiju estaba retocando su maquillaje.

"Nadie me había insultado de tal forma antes. Y todavía no puedo creer que estos carteles con mí cara estén por todos lados."

Sus hermanos parecen confundidos, pero Ichiji les enseña el periódico y suceden jadeos colectivos.

"Todos sus nakamas salen bien, y a él le dan un dibujo de mierda, y para empeorar todo, esa sigue siendo mi cara la que ustedes robaron." Ichiji resopla y se sienta bruscamente en una silla.

"¿¡Sanji sigue vivo!?" exclama Yonji, levantando el periódico y mirando con la boca abierta el pedazo de papel.

"¡Creí que estaba muerto!" jadea Niji. "¡Además, es cierto, esa es nuestra cara, no puedo creer que haya arruinado nuestra imagen así!"

"Esperen... se convirtió en pirata. ¿No quería ser chef?" pregunta Yonji, leyendo la noticia.

"Bueno, puede ser un chef pirata, Yonji." responde Reiju.

"Ah, claro", Yonji asiente con la cabeza. "Pero no entiendo como un fracaso pudo haber entrado en una tripulación tan fuerte, digo, su capitán vale trescientos millones. Y la cabeza de él vale... ¿¡Setenta y siete millones!?"

"¿¡Bromeas!? ¡No puede tener una primera recompensa tan alta! No para alguien como él. Sanji no puede ni dar una patada antes de empezar a quejarse de que le dolió." Niji se lanza sobre Yonji y lo empuja mientras le quita el periódico.

"Las cosas cambian, Niji. ¿Quién sabe? Tal vez Sanji es más fuerte que nosotros ahora." Reiju observa las reacciones de sus hermanos pequeños y casi sonríe.

Niji se pone algo tenso ante la idea, pero lo disimula de inmediato y empieza a reír.

"Nunca vuelvas a decir una mierda como esa, ni siquiera de broma. Hay más posibilidades de que me gane un caracol que Sanji. Además, un fracaso siempre será un fracaso, no importa si ahora es un pirata."

"Sí, además, esto quiere decir que se llevó una recompensa alta gracias a su capitán y el espadachín de cuarta, Sanji nunca lograría nada por mérito propio que lo lleve tan alto." agrega Yonji, levantándose de la cama para darle el periódico a Reiju.

"La única forma que tienes de saber eso, es si vieras a Sanji en acción, Yonji. Mientras no lo hagas, entonces no tienes pruebas. En lo que a mí concierne, creo que obtuvo una buena recompensa." Reiju observa el dibujo espantoso de su hermanito pequeño en el periódico y no se molesta en ocultar su pequeña sonrisa.

"Por cierto, yo gano la apuesta." dice Ichiji.

"¿De qué apuesta estamos hablando?" pregunta Reiju.

"¡No es justo!" exclama Yonji. "¡Tú siempre ganas! Hiciste trampa, ¿cierto?"

"¿Cómo puedo hacer trampa con una apuesta que hicimos hace nueve años sin saber nada, tarado?" Ichiji arruga la nariz y se inclina hacia adelante, mirando de reojo a su hermano menor.

"Ser el mejor en todo se te metió a la cabeza, hermano mayor", Niji se burla y resopla. "Pero está bien, acepto que perdí. Las estadísticas no nos daban de todas formas, al menos uno debía apostar a que el fracaso seguía vivo, solo que no esperaba que fueras tú."

"¿Ustedes apostaron la vida de Sanji?"

Reiju estaría más sorprendida y asqueada sino conociera a sus hermanos menores, pero ya estaba acostumbrada, pero lo que sí le sorprendió, es que Ichiji entre todas las personas, haya apostado a qué Sanji seguía vivo.

"Teníamos que entretenernos con algo", Yonji se encoge se hombros. "Al menos no apostamos sobre algo más, porque probablemente que la perra tramposa de Ichiji iba a ganar de todas formas, como siempre."

"Yo gane, ustedes perdieron, dejen de llorar. Además, Yonji, estás haciendo la misma expresión que Sanji hacía cuando no le salía bien la comida."

Yonji infla las mejillas y su cara se pone roja del enojo ante la comparativa. Niji, por su parte, se empieza a reír y a burlar de su hermano menor.

Reiju levanta una ceja y mira con sospecha a Ichiji.

"Bien, recuerden que gane la apuesta, pueden quedarse con el periódico, tengo cosas que hacer."

Ichiji se levanta y se aleja de la habitación con las manos en los bolsillos y una sonrisa casi imperceptible.

Hoy estaba siendo un buen día después de todo...