Levi Ackerman (One Shots/+18)

[14] Libérame. (2/3)

🚨⚠️ CONTINUACIÓN DEL CAPÍTULO 13 [Libérame] pero también se puede leer como relato INDEPENDIENTE🚨⚠️

Creo que voy a tener que cambiar el título de One shots y poner "Mini novelas con MUCHO drama y +18" 🤣 jajajaja de verdad discúlpenme si no les gusta tanta trama.

Es que a mí más allá del +18, también me gusta que haya una historia y conectar con los personajes🫶🏻

¡Gracias nuevamente a todas las personitas que siguen aquí, que se toman el tiempo de leer y votan!💜 ¡Es muy lindo!

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-¿Y yo por qué debo ir? Nunca me involucras en nada que tenga que ver contigo.

-Pues hoy quiero que lo hagas.

-No conozco a nadie, no me gustan esos eventos.

-________, te pido que vengas. -Se acercó a mí-

-¿Qué me darás a cambio? -Me crucé de brazos- Eres mi papá cuando te conviene.

-Lo que quieras, me da igual. Pero tienes que venir hoy. -Se acarició el entrecejo- Y asegúrate de permanecer al lado de Eren.

-¿Y ese quién es?

-Conócelo tú misma. -Me dió la espalda- Por favor vístete y arréglate si quieres que te deje en paz por un tiempo.

-¿Lo prometes?

Volteó la cabeza.

-¿El qué?

-Dejarme en paz por un tiempo.

Suspiró, más en un gruñido.

-Sí, cómo sea. Sólo vístete.

Resoplé. Hoy había un evento importante, un evento de alta sociedad que no sé ni de qué demonios trata. Creo que se presentará un producto importante de la empresa de mi padre, o es de otra empresa.

Nunca me dice nada, no sé nada de su vida. Sólo me pide las cosas, y si he logrado sobrevivir a su dictadura ha sido porque estoy trabajando muy duro para poder ser libre e irme de aquí. Sólo debo aguantar un poco más.

Observé mi armario. ¿Un vestido rojo sería demasiado? Quizás sí.. Vinotinto estaría un poco mejor, prefiero pasar desapercibida. Opté por ese, un vestido vinotinto que es corto, entalla la cintura y la falda es suelta. Tacones no muy altos plateados y accesorios del mismo color.

Miré el broche que me regaló Levi en forma de pajarito. Lo acaricié y fruncí el ceño. Han sido 6 meses sin saber de él.
Una semana después de que se tuvo que ir, le envié un mensaje y ya su número no estaba disponible. No tenía redes sociales, las llamadas no caían, ni siquiera me encontré con él por casualidad, era como si la tierra se lo hubiera tragado.

Pero sabía que estaba bien, lo sabía porque de vez en cuando escuchaba a mi padre mencionarlo. Una parte de mí quiere convencerse de que tuvo razones para no ponerse en contacto conmigo, y la otra me dice que simplemente debería dejarlo ir, que no volvería por mí.

Pero me cuesta, me cuesta desprenderme de ese último momento que vivimos juntos. Lo que nos dijimos, la calidez de sus manos y sus besos. Y lo más importante, su petición de que esperara por él.