En qué momento ha pasado todo esto? Tan solo tenia 6 meses cuando los altos mandos quisieron asesinarla. Que podría causar una pequeña bebé, era tan inocente y tan frágil que aquel hechicero no pudo matarla; al contrario la adopto y prometió enseñar...
Ha pasado ya un año desde que Gojo enseñaba en la escuela de hechiceria de Tokyo, en ese tiempo, llevo a vivir a Megumi y Tsumiki en la casa del clan Gojo, ambos seguían estudiando es sus respectivas escuelas, mientras Gaby estudiaba en casa, sus tutores eran algunos hechiceros, hasta los propios alumnos de su padre la ayudaban tanto como a aprender matemáticas o literatura, como entrenar su fuerza y sus maldiciones. Un tiempo atrás luego de mudarse a la escuela, Gaby le comento a su padre lo que vio, este se quedó sorprendido pero le contó sobre eso. Le dijo que eran maldiciones y que ella podía ser una hechicera para ayudar a gente, ya que estás maldiciones solo mataban a gente. Aquella niña de 4 años al principio quedó horrorizada, hasta que pudo comprender un poco más.
Se encontraban en camino a visitar a sus abuelos, ya hace un año y alguito que no los veía. Estaba tan feliz que la sonrisa que llevaba no se la quitaba nadie. Llegaron a la casa de la familia Gojo y Gaby salió corriendo hacia la entrada tocando el timbre impaciente.
G: Hija, tranquila. Perdón pero es que extrañe mucho a mis abuelos papá. G: Lose...mira allí abren
La puerta fue abierta por la señora Gojo, que al ver a su nieta sonrió y la abrazo fuerte. Gritó a su esposo el cual no tardo en aparecer y alegrarse al ver a su querida nieta. Ambos pasaron al hogar donde una castaña esperaba con una sonrisa a Gaby, está miró curiosa a sus mayores quién solo miraron a su padre.
T: Hola tú debes ser la hija del señor Gojo verdad? Mhh! Soy yo, un gusto Gabriela Gojo y tu? T: Un gusto Gabriela. Soy Tsumiki Fushiguro. Un gusto. El gusto es mío Tsumi...puedo decirte así no? T: Claro que sí! Entonces puedo llamarte Gaby? Si!.
Estas empezaron a conversar, fueron al patio donde Gaby vio sus flores tal y como su abuela prometió, estaban más lindas que nunca y algunas rosas a su alrededor que habían plantando Tsumiki. Mientras ellas estaban en el patio, por una ventana de las habitaciones, un peliazul se encontraba mirando a las dos chicas, miraba con curiosidad a la peliblanca, sintió como lo agarraban del hombro y asustado se dio la vuelta listo para golpear.
G: Oye tranquilo Fushiguro. M: Ah...eres tú. Que tal el viaje? G: Bien por suerte. Porque ni bajas? M: Recién salí de bañarme. G: Mmm esta vez te creo. Nesecitamos hablar. M: Si... G: Cuando es la reunión? M: El lunes. G: Por lo hiciste Megumi? M: Solo quería que dejarán en paz a ese niño, todos lo trataban mal, solo quise defenderlo. Perdón Gojo no vuelve a pasar. G: No te disculpes, se que lo hiciste con intenciones buenas, pero por favor que no se vuelva a repetir. M: Si! G: Bueno ve abajo y jueguen.
Este solo asintió, y bajo, Gojo mientras se quedó mirando hacia donde se encontraban las niñas, sonrió al ver que Megumi se acercó a ellas y empezaron a jugar a el escondite y carreras. Gaby miró hacia el y le brindó una sonrisa, siguió jugando.
Fue un finde semana bastante entretenido para la familia, Suguru vino por Gaby para volver a la academia mientras que Gojo llevaba a Tsumiki y Megumi a la escuela donde esté se quedó a escuchar las quejas de los directivos sobre el niño. Luego de una larga charla al fin había terminado, tan solo unos años más y Megumi podría ir a la escuela donde podría enseñarle más sobre hechicería.
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