IN THE DARKNESS. BENNODA

capítulo: 02

capítulo: 2

La sombra se aproximó con cautela al joven que yacía conectado, al respirador artificial que lo mantenía con vida, mientras que los suaves zumbidos del monitor cardíaco resonaban contrastando con la calma que se cernía en aquella habitación.

-sabes?. Era más precioso tu cabello castaño, mi dulce ángel.- susurró la persona encapuchada antes de acariciar, la mejilla del muchacho con su mano cubierta de cicatrices. Que parecían ser marcas, como tatuajes de un pasado oscuro.

El joven de cabellos ahora rubio algo desteñidos, pareció reaccionar por un instante, a los toques dejados en su rostro. Y la clara prueba de ello fue el cambio de su ritmo cardíaco que señalaba el monitor. Como así también la agitación que se produjo en su respiración.

Como si supiera quién era el extraño visitante y su cuerpo se pusiera en alerta por el peligro que lo acechaba. La sombra sonrió relamiendo sus labios al comprobar que su pequeña presa aún le temía y retomó las caricias en el rostro tierno del hombre de tez blanca.

Que comenzó a removerse con inquietud, como queriendo despertar para gritar por ayuda

Y entonces la sombra se echó a reír con ganas, por la reacción del mancebo de bonitas facciones que se ocultaban tras la mascarilla de oxígeno.

Entre risas se acercó al oído del chico para murmurarle. –pronto volverás a mis brazos mi amor y solo seremos tu y yo, pero tienes que despertar para que eso suceda cariño.-

Y se deleitó cuando el pareció comprender lo que decía, aún en su estado comatoso

Porque sus ojos se abrieron repentinamente y exhalo con fuerza, pero fue solo una milésima de segundos y volvió a caer en la inconsciencia.

Tras presenciar ese despertar efímero la sombra, depositó un beso en la frente de su víctima antes de desaparecer en la noche de ese 12 de octubre de 2001.

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El joven corría desesperado por ese callejón, hasta llegar a una casa de un barrio de Phoenix Arizona. Y sabía que estaba allí, porqué era el lugar que lo vio nacer y en donde tantas veces se perdió. Cuando los problemas en casas se tornaban un verdadero infierno.

Pero no comprendía cómo es que había llegado a ese sitio, porque lo último que recordaba era que había salido de trabajar e iba a reunirse con sus amigos para ir a un bar.

Sin embargo algo ocurrió en el camino hacia su destino y de pronto una oscuridad lo rodeó todo.

El silencio se posó con tanta frialdad, que le pareció aterrador e intentó calmar la angustia cantando y estuvo a punto de lograrlo

Hasta que a lo lejos comenzó a escuchar los gritos de un niño pequeño, clamando por ayuda y el siguió la vocecilla sintiendo una sensación abrumadora de peligro, que le gritaba que algo no andaba bien. Que si alcanzaba a llegar algo muy malo tendría que confrontar.

Pero no podía detenerse algo tiraba de él con tanto ahínco, que cuando finalmente llegó al lugar. La escena que se encontró, era la de un pequeño de unos aparente cinco años de edad todo magullado, abrazado a la pierna de una mujer suplicando que no lo dejara solo con ese monstro.

Pero ella sin esfuerzo alguno se quitó al chiquillo y con voz inexpresiva le dijo

- Tú y tú padre me arruinaron la vida, mocoso idiota, no me toques con tus manos sucias que arruinas mi uniforme.-

- Y sin más que decir, se marchó escuchando de fondo los gritos del niño que contemplaba como su mamita lo dejaba para siempre.

- El trató de tomar en sus brazos al niño para consolarlo, pero simplemente su cuerpo no le obedecía y aunque le hablara el pequeño no le respondía. Era como si no le escuchara aunque solo estuviera a unos metros del infante tirado en el suelo.