IN THE DARKNESS. BENNODA

capítulo: 06

CAPÍTULO: 06

La sombra oculta bajo el cielo nocturno contempla, todo a su alrededor con una sonrisa burlona

Esperando que las horas transcurran una a una, buscando un cofre del tesoro entre los imponentes rascacielos que adornan la gran ciudad de los ángeles.

Y cuando el amanecer se cierne con un radiante sol en lo alto, él desconocido camina cerca del estadio de los Dodgers, En dirección hacia un estacionamiento vació en donde finalmente encuentra lo que tanto buscaba y con una ricilla cargada de lascivia contempla

Como un eclipse verde lima, decorado con un águila en el costado se detiene en el estacionamiento. Y tras el parabrisas un hombre rubio y atlético otea sobre el volante.

Pisa con uno de sus pies el embrague metiendo primera y acelera a fondo, al avanzar se muestra una matrícula de Arizona bajo el alerón trasero. La sombra contempla la estela de polvo que va dejando a su paso el coche, mientras que el piloto se esfuerza sobre los pedales, el tacómetro se pone rojo y el velocímetro sobre pasa los 225. El coche deportivo se sacude violentamente tratando de mantener el ritmo, luego el eclipse gira a la izquierda y la cola del coche da bandazos dejando otra estela de polvo y humo. El coche da un giro de 360 grados Y se detiene cerca de un guardarraíl. El conductor golpea enfadado el volante y se aleja del lugar ubicado sobre un vecindario de los ángeles.

-¡vaya, vaya, vaya. Que tesoro más bonito he encontrado por aquí, aunque este sí que es peligroso a diferencia de mi dulce angelito. Que es tan tierno y hermoso.-

Susurró relamiendo sus labios resecos y luego emprendió una caminata ligera hacia un nuevo destino, con la adrenalina corriendo por sus venas y su sangre volviéndose espesa ante la idea de un nuevo juguete para su colección de muñecos de nieve, aunque siendo sincero consigo mismo nadie podría estar a la altura de su pequeña presa.

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Mike se deja caer agotado sobre su cama, con una pequeña mueca de dolor dibujada en su rostro empapado por el sudor, tras un día ajetreado para la joven banda de Linkin park.

-¡MIKE, no seas puerco y ve a ducharte por favor, que desde aquí se siente como apestas!-

Expresó Chester con voz divertida, recostado sobre el marco de la puerta de la habitación del mitad asiático, quien rodo los ojos y se levantó para ir por el hombre más bajo y tomarlo en brazos para arrastrarlo a su cama con él. Chester gritó y golpeo a Mike con sus mejillas ruborizadas. Y su corazón latiendo desbocado en su pecho por la emoción de poder estar juntos.

Lejos de todo lo que los agobiaba, lejos de aquel miedo constante de no saber quién era la persona detrás de las amenazas y del constante acoso por teléfono.

El mitad asiático depositó delicadamente sobre su cama, al mancebo de cabellos rubios y luego se posó suavemente a su lado antes de elevar su mano para acariciar los labios del otro hombre con la yema de sus dedos. Luego se aproximó para unir sus bocas en un beso cargado de amor.

Chester se separa después de unos minutos de Mike, para mirarle con cariño y

susurrar un te amo al hombre más alto. Que sonrió enternecido por lo dicho

-Chas yo también te amo a ti, desde el primer momento en el que te conocí algo en ti me cautivó-

Confesó con voz tranquila el mitad asiático, mientras entrelazaba su mano con la del mozuelo

Que esbozó una bonita sonrisa, para el hombre que le hacía suspirar enamorado.

-¿puede uno morir de amor, Mike!.- preguntó el hombre de tez blanca vestido con un pantalón negro de cuero y una blusa con cuello en v, que le hacía lucir salvaje y sensual ante los ojos de los demás.