𝐓𝐡𝐞 𝐨𝐭𝐡𝐞𝐫 𝐰𝐨𝐦𝐚𝐧 | 𝐉𝐊

01. 𝗡𝗼 𝗲𝗿𝗲𝘀 𝗺𝗶́𝗼

⎯⎯ ¿Qué harás esta noche?

⎯⎯ Estaré en casa, lo de siempre.

⎯⎯ ¿Esperando a tu susodicho novio? ni siquiera pasas tiempo con tus amigos; de poco tiempo pasó a ser nulo.

⎯⎯ Mina, tienes que comprender, mi novio está pasando por momentos estresantes y viene a mi para sentirse mejor. No puedo dejarlo solo.

Ojalá poder decir que Jungkook y ella eran novios, cuando la oscura realidad es que son amantes. ¿Qué nombre especifica lo suyo? ¿qué tipo de característica proyecta un futuro en aquella relación?

Su corazón se apretujó en el pecho hasta doler. No iba a admitir que no era nadie en la vida del pelinegro, ella sabía y presentía que tenía sentimientos ocultos por su persona, sólo que aún no podía hablar, seguramente tiene pensado en pedirle el divorcio a su esposa para finalmente quedarse a su lado; era la única idea que la mantenía con alegría.

⎯⎯ ¿Qué son esos momentos? siempre dices lo mismo ⎯⎯ suspiró con molestia ⎯⎯ empiezo a creer que sales con un narcotraficante o algo así ⎯⎯ volteó a ver sus apuntes en la libreta, iban a tener un examen de historia social en cinco minutos.

Ambas estaban inscritas en la universidad de Bellas Artes para ser profesoras de esa especialidad y derivarse a distintas ramas en cuanto se graduaran. Habían alumnos de diversas edades, países, y con muy distintos propósitos también.

Era una universidad muy grande e internacional.

Elisa no era extranjera, pero compartía un poco de sangre tailandesa por parte de su madre.

⎯⎯ No, es un buen chico, de verdad ⎯⎯ Elisa se apresuró a decir ⎯⎯ es sólo que, aún no puedo decir quién es porque, es mayor que yo y, no quisiera que me juzgues ⎯⎯ cuando obtuvo la atención de su amiga, bajó la mirada actuando con cierto nivel de sumisión para que la castaña tuviera piedad por ella.

No había mentido, sólo omitió cierta información importante.

⎯⎯ ¿Lo conozco? ⎯⎯ la contraria asintió ⎯⎯ ¿en serio?

⎯⎯ Sólo sabrás eso, ¿está bien?

⎯⎯ Elisa, no soy libre de pecado para juzgarte, y además, eres mayor de edad, sabes lo que haces y no soy tu madre para regañarte. Sólo creo que, no le cuesta nada enviarte un Kakao para que no te quedes todas las noches esperando por él. Te pierdes la mejor etapa de tu vida sin darte cuenta.

Un breve silencio se interpuso entre ellas.

Mina colocó sus manos sobre los hombros de la menor para darle un tipo de apoyo en lo que ingresaba la profesora al aula y los alumnos comenzaban a correr a sus lugares.

Elisa comprendía lo que quería decir su mejor amiga. Pero hazle tú entender a un cerebro con miedo al abandono e inseguridades lo que debe hacer.

Recuerda las miles de veces que quiso dejar al azabache pero no podía. La forma en que sentía que le quitaban la piel de tan sólo pensar que no tendría más a aquel hombre en su vida.
Su serotonina era alta de sólo mencionar su nombre en el espejo de la habitación cada vez que se preparaba para ir a clases.

La depresión la consumiría y ni siquiera podría imaginar amar a otro ser que no fuera Jeon.

Por eso, es que no le molestaba ser la otra mujer. No le molestaba esperarlo, no le molestaba desbloquear el teléfono cada dos minutos para ver si tenía algún mensaje de él. No le molestaba quedarse encerrada en su casa por si su amor iría a buscarla, no le molestaba que sólo la solicitara para una noche de sexo. No, no le molestaba porque ya estaba en su vida y era feliz así: dejando su razón de existir en manos de las decisiones de otra persona. Como un pañuelo sucio que arrojan al cesto de la basura en cuanto no sirve más.