30 días de mi nueva vieja confiable 🤠
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💛 TODO en este libro es mera FICCIÓN
💙 Se shippean CUBITOS, no a los streamers reales
💛 NO le envíen esto a ningún streamer (y sí se enteran seguro que ahora sí me desaparezco para siempre JAJAJA)
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Sábado por la noche, prácticamente ya madrugada, exactamente la una y media de la mañana. La gente sana a esta hora ya debería estar durmiendo cómodamente en sus camas, pues mañana sería día de descanso para muchos y era mejor aprovechar ese descanso al máximo (o para dormir al doble). Sin embargo, en una pequeña gran casa en México, nuestro querido y apreciado Natalan se encontraba despidiéndose de sus seguidores para recién finalizar su stream y descansar por fin.
Habia sido un día productivo, había obtenido una buena ganancia a base de las donaciones que le mandaban, consiguió una buena cantidad de viewers y la verdad es que se había divertido bastante en compañía de sus seguidores y amigos streamers, pero su cuerpo y su voz ya no daban para más.
- Agh, que jodido sueño- se quejó Natalan mientras se estiraba en su lugar, pues por fin había apagado la cámara para finalmente dar por terminado su stream. Por supuesto que cinco horas sentado en un silla lo habían cansado, además de prácticamente destruirle la espalda y el trasero- ¿Soarinngseguirá despierto?- preguntó para sí mismo.
Su novio no era de irse a dormir temprano, la mayoría de las veces lo esperaba para cenar o directamente irse a dormir juntos, y si estaba en lo correcto y Soarinng seguía despierto, a pesar del cansancio que sentía, Natalan creía tener aún la suficiente energía para ir a molestar un poco a su noviecito antes de dormir.
Esbozando un pequeña sonrisa juguetona, se paró de sus silla, se estiró nuevamente y, aunque con mucha pesadez, el pelinegro bajó las escaleras para encontrarse con el castaño echado en el sillón mientras observaba algún programa en la televisión que no tuvo mucha ganas de descubrir de que trataba, aunque su novio parecía estar tan entretenido que tuvo que carraspear un poco la garganta para que notara su presencia.
- Oh, ¡Hola mi amor!- en cuanto Soarinng notó la presencia de su novio, se levantó animadamente del sillón para así poder saludar a su novio con un pequeño pico en los labios- ¿Qué tal tu stream? ¿Cansado?- preguntó mientras abrazaba a su novio y sobaba su espalda con calma. A Soarinng le encantaba abrazar a Natalan, sobre todo porque se le hacía divertido comparar sus estaturas y mimar a su novio, era alguien bastante cariñoso.
- Bien, mejor que la última vez que se nos fue la luz- contestó Natalan mientras se separaba de Soarinng y se sentaba en el sillón, recargandose cómodamente en el respaldo- Aún recuerdo que estaba tan oscuro que choqué con todo lo que tenía a mi paso tratando de encontrar la puerta-
- JAJAJA, te prometo que nunca se me vuelve a olvidar qué día nos toca pagar la luz- dice mientras se ríe al recordar aquella situación. Al mismo tiempo, el castaño se sentó en el regazo del pelinegro para poder abrazarlo y repartirle algunos besos por toda la cara con cariño, olvidándose por completo del programa que estaba viendo con anterioridad y tomando el control remoto para apagar la televisión.
- ¿Andas muy cariñoso, no?-preguntó. Soarinng era alguien a quien le encantaba desbordar su cariño, pero hoy parecía estar aún más cariñoso que de costumbre.
- ¿Por qué? ¿Te molesta?-preguntó Soarinng mientras se separaba de su novio para verlo a los ojos.
- Para nada, al contrario- dijo con calma mientras le daba una pequeña y linda sonrisa a su castaño, quien se vió contagiado por esta misma- Me encanta cuando te pones así-
Soarinng, sintiéndose más seguro de sus acciones, se acomodó mejor en el regazo de Natalan para poder seguir repartiendo más y más besos en su cara, pasando por su cabello y dando un largo y lento recorrido hacia abajo hasta llegar a los labios de su amado, dándose besos largos y llenos de amor, buscando más y más de las sensaciones placenteras que les traía danzar sus labios y, en pequeñas ocasiones, hasta sus lenguas.
- ¿Soarinng?- se separó de sus labios y se acercó para susurrarle bajito al oido, como si quisiera que nadie más que el castaño lo escuchara, aunque no hubiera nadie más en aquella habitación.
- ¿Sí?-contestó de vuelta, estremeciendose por la cercanía y el cálido respiro de Natalan en su cuello.
- ¿Me prometes que no te enojas?- ante aquella pregunta, Soarinng frunció el seño con confusión.
- ¿Enojarme? ¿Por qué me voy eno-?- inmediatamente fue callado por la sensación de los labios de Natalan besando y succionando la piel sensible de sus clavículas, además de sentir sus dientes mordisqueando un poco la zona, enrojeciendola bastante. Soarinng sintió como sus mejillas comenzaron a sentirse muy calientes- ¿N-Nat?-
- ¿Qué pasa? ¿Te estoy lastimando?-pregunta, dejando que sus dientes dejen de intervenir, pero comenzando a subir sus besos hasta la manzana de Adán de Soarinng.
- N-no, pero...- una vez más, el castaño guardó silencio al sentir al pelinegro atacar el espacio entre su cuello y sus hombros pues, aunque le estaba dando un poco de vergüenza admitirlo, esa sensación que le estaba provocando Natalan comenzaba a gustarle- Mmmh- soltó un pequeño quejido como respuesta.
Natalan se sorprendió un poco al escuchar eso, pues había sonado como un gemido tratando de ser escondido.
- Je, ¿y eso? ¿Te gustan los besos en el cuello?- preguntó sin recibir respuesta, pues Soarinng estaba un poquito distraído a causa de las pequeñas corrientes eléctricas que recorrían toda su espina dorsal cada vez que Natalan se dedicaba a lamer, besar y succionar su piel como si se tratase de algún tipo de dulce.
- A-ah...~-soltó cuando Natalan mordisqueó ligeramente el lóbulo de su oreja.
Aquel suave gemido que salió de los labios del castaño sirvió para desestabilizar al pelinegro y hacerlo estremecer. Fue en ese momento que, sin perder más el tiempo, Natalan no resistió las poderosas ganas que tenía de morder el cuello de su amado y succionar ligeramente su piel para dejarle un marcado chupetón, algo a lo que Soarinng reaccionó con otro quejido más fuerte que el anterior, sintiendo su cuerpo bastante vulnerable.
- Tu piel es muy suave-susurró inconscientemente el azabache mientras besaba la nueva marca en la piel de su novio.
- Nat, eso me va a dejar una marca-se quejó falsamente, pues realmente no le molestaba la marca, hasta había disfrutado bastante del proceso. ¿Es que acaso esto era un indicio de que estaban a punto de dar un nuevo paso en su relación?
- Ese es el chiste- contestó Natalan con total tranquilidad, retomando su postura y tomando suavemente el mentón de Soarinng para volver a darle un cálido y reconfortante beso- Ven, vamos a dormir- así fue como, sin soltar a su novio y manteniéndose exactamente en la misma posición, el pelinegro cargó a su novio con ligereza, casi como si fuera una pluma, y así poder por fin tener ese merecido descanso.
Natalan y Soarinng sentían que mañana sería un excelente día.
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(AAaaAaAAaaaAAhHhH, ya va a comenzar lo bueno JAJA 🙀)