Durante los últimos meses Guillermo había intentado acercarse. Mis deseos de vengarme incrementaban y no hallaba como mantener la calma. Mis problemas apenas comenzaba con respecto a ellos; estaban en mi contra y había preferido mantenerme alejado del drama.
- Por tu culpa Jacob no quiere nada conmigo – Dice Molesta Rosa – Tu prima nos saboteó nuestros noviazgos con los populares – Me grito.
- No sé de qué me hablas – Acote desinteresado – En caso de que sea así como dices, no puedo controlar a las personas - Me levante del banco en el jardín trasero del instituto y me coloque en frente de ella, pero me fui.
Al parecer mi prima era más mala que yo y no la culpaba, yo hubiera hecho algo peor. Mi vida no dependía de ellos y menos sobre sus planes frustrados de ser populares. Busque a Taylor en todos lados y no lo encontré. Era muy extraño que faltara a clases y no me había mandado ni un mensaje para avisarme. Sus compañeros de clases, los que me encontré en el camino, no sabían nada de él. Cuando salí de clases Lauren me estaba buscando para hablar, pero la verdad, es que yo no tenía tiempo. Me interesaba más ir a buscar a Taylor a su casa ¿Y si estaba enfermo? Alguien debía estar ahí para cuidarle.
- ¡Brian! ¿Podemos hablar? – Venia jadeando porque me estaba persiguiendo y yo caminaba a tan rápido para poder perderla.
- ¡No! – Le dije indiferente – La verdad es que no tenemos nada de qué hablar – Ella me agarro fuertemente el brazo.
- Recuerda que eres tu quien nos necesita. Nadie te quiere. No te aceptaron – Se ríe – Además que no voy a seguir detrás de ti, no vale la pena.
Todos nos quedaron viendo y los del equipo de fútbol se empezaron a burlar como si fuera algo gracioso. El hecho me hizo llorar, el que mi mejor amiga me hiciera esto. Estaba cansado, me fui corriendo, hecho un mar de lágrimas a las afueras del instituto. Me dolía esto y no podía controlarlo, mi corazón estaba roto y solo quería que se detuviera y dejar de sentir.
Fui a la casa de Taylor y aun estaba con lágrimas que mantenían húmedas mis mejillas. Me di cuenta que habían personas en la casa, los padres de Taylor habían llegado por fin, después de todo. Me quede en la puerta imaginándome lo ocupado que debían de estar y me di la vuelta para irme, no quería ser atrevido, ni inoportuno. La señora de servicio abrió la puerta detrás de mí.
- ¡Hola! –Dice sonriendo – Puede pasar el señor Taylor está en la sala principal – Me dijo.
- No, yo... ya me iba – Dije, entonces, lo pensé mejor. Ya estaba aquí, tenía que saludar, asesorarme de que eran sus padres y estaba bien.
Entre y ella fue por Taylor. Avisar de que había llegado. Cuando entre en la sala, no era necesario ir por nadie. En la sala principal estaban la señora Marta y el señor Eduardo los padres de Taylor en unos muebles al frente de uno grande donde estaban sentados Taylor y una chica que desconocía. Todos me miraban sorprendidos, y yo solo llegue a enfocarme en la mirada de él. Quien se levanto de inmediato, sorprendido por sus expresiones de que estuviera ahí. No era un buen momento para visitar, sin avisar.
- ¿Quién es el muchacho? – Pregunta la señora.
- Yo lo invite – Se voltea Taylor para encarar a sus padres y salir de ese enredado momento, y se acerco a mí – Pasa, ven, siéntate con nosotros – en su voz había cierta incomodidad.
Me saludaron sus padres y la chica del sofá. Taylor estaba raro y no podía culparlo, era un estúpido, por no avisarle que vendría a ver qué era lo que sucedía y evitarnos este bochornoso momento. Cuando me senté, su padre me estaba escudriñando con la mirada y luego miro a su esposa, quien parecía interesada en mi visita de repente.
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El Ultimo Verano
Teen FictionUna historia de amor, crecimiento y perdida. Quizás hoy ames con todo tu ser, tu alma, tu todo ¿Que quedaría si ese todo se va?Acompaña a Brian y su búsqueda por encontrar un lugar que no se ha incendiado este Verano.