𝙇𝙚𝙩𝙩𝙚𝙧𝙨; ᴛᴀᴍᴀᴋɪ ᴀᴍᴀᴊɪᴋɪ x ᴏᴄ // 𝐂𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐞!! [Short Story]

🦋 ᑕᗩᑭÍTᑌᒪO 1

𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚 𝐓𝐚𝐦𝐚𝐤𝐢

Me desperté a las 7:30, me duché, me vestí, desayuné y me dirigí a clases. Fuera de las habitaciones del Instituto, me encontré con Mirio y Nejire en la Sala común de los dormitorios. Les saludé y nos encaminamos juntos a la escuela. Al llegar a nuestras taquillas, al abrirla, vi lo que parecía ser una carta con una pequeña caja de regalo encima. Mis manos temblaban mientras las miraba detenidamente. La carta tenía un sello de cera morado con la silueta de una mariposa. Noté la expresión sorprendida de Mirio mientras asomaba su cabeza a través de la puerta de mi taquilla, lo que me asustó.

—Uhhh, ¿qué es eso? —pregunto Mirio mirando lo que tenía en las manos.

—¿Qué es qué? —añadió Nejire.

—Esto... —dije, mirando la carta que tenía en mi mano— No sé. —Mis mejillas se tiñeron de un intenso rubor.

—¡Tamaki tiene una admiradora! —Gritó Nejire, saltando de felicidad.

—Abre la carta, a ver qué dice —insistió Mirio.

—¿No creen que... debería leerla solo? —dije, girándome para mirar a mis amigos.

—Si no la lees ahora, te dará más vergüenza —se quejó Mirio—. Solo hoy. Si te envían más, las lees solo, ¿vale?

—No sé... —dije, mirando la carta—. Está bien.

Hola Tamaki,

Quería tomar un momento para escribirte esta carta, a pesar de que no estoy segura de cómo empezar. Es la primera vez que hago algo así, pero me convencieron de que era una buena idea para superar mi miedo a hablar contigo.

Por supuesto, si no te sientes cómodo con que te escriba cartas, respetaré tu decisión. Tengo una propuesta: después de clases, puedes dejar una nota con un "sí" o un "no" en tu mesa. Si es un "no," no te molestaré más y dejaré de enviarte cosas. Pero si es un "sí," seguiré escribiéndote cartas.

Aprecio que no hayas tirado esta carta.

Con cariño,
La chica de las cartas♡

—¡Qué Mona! —gritó Nejire, arrebatándome la carta de las manos— hasta se puso un apodo, "La chica de las cartas".

—¿Qué vas a decir, Tamaki? —Me preguntó Mirio, observando la cajita que tenía en las manos.

—No sé... —murmuré mientras miraba la caja pequeña que tenía en mis manos— Creo... Creo que—dije abriendo la caja para ver una pulsera con una nota— Voy... Voy a continuar con las cartas.

—¡Así se hace, Tamaki! —exclamó Nejire devolviéndome la carta. Ellos comenzaron a caminar hacia clase, y yo miré lo que había en la caja.

"No soy muy buena con las pulseras, pero hice mi mayor intento."

Sonreí al leer esto y observé la pulsera. Era una pulsera morada y azul oscuro. Sin pensarlo dos veces, me la coloqué en la muñeca e intenté alcanzar a mis amigos mientras entrábamos a clase.

Estaba en los vestuarios, colocándome mi traje, cuando escuché una conversación fuera de estos.

—¿Qué crees que hará? —preguntó una voz masculina.

—No sé —dijo una voz tierna—, pero tengo miedo... —se escuchó el abrir de la taquilla—¿y si piensa que soy una acosadora?

¿Será ella la chica que me ha dado la carta? Tiene una voz muy dulce... ¿Qué estás pensando, Tamaki? Pareces tú el acosador.

—Está en sus manos seguir o parar —volvió a hablar el chico.

Me cambié rápidamente y esperé a que se fueran para salir de los vestuarios e ir a las clases de Aizawa-Sensei.

Corrí hacia donde estaban Mirio y Nejire, y les conté lo que acababa de suceder. Ellos simplemente me dijeron que debería haber aprovechado para mirar quién era, pero si no quiso hablar conmigo, seguramente tenía sus razones.

En clase de entrenamiento, el nerviosismo me invade, como siempre. Aizawa-Sensei nos ha preparado un desafío, y mi mente se llena de dudas. ¿Podré hacerlo?

Mis compañeros se lanzan a la acción con entusiasmo, pero yo me quedo rezagado, observando sus habilidades. ¿Cómo puedo enfrentar mis propios miedos si ni siquiera puedo controlar mi ansiedad en un simple ejercicio de entrenamiento?

Respiro profundamente, intentando encontrar la valentía que a menudo me falta. Finalmente, decido dar el primer paso. Transformo mi brazo en una réplica de una garra y avanzo con precaución hacia el objetivo. Aunque me siento débil y asustado, debo recordar que también poseo un poder único y sorprendente. Puedo hacerlo.

Poco a poco, gano confianza a medida que enfrento cada desafío. Aizawa-Sensei nos mira con su mirada fría, recordándonos que no hay lugar para la mediocridad en la U.A. Eso me impulsa a seguir esforzándome, a pesar de mis inseguridades.