Capítulo 28.

86 52 0
                                    

El carruaje avanza por los caminos de tierra, entre los árboles, se puede ver como las aves vuelan entre sus ramas. El aroma a flores entra en mis fosas nasales, alegrando la mañana. 

Juego con mis dedos sobre mi regazo. Mis padres no han cruzado palabra y Amy yace dormida sobre el pecho de la reina mientras que Miles viene en el carruaje de atrás. Estoy nerviosa, incluso puedo decir que siento un poco de miedo; me he preguntado si está bien volver ahora pero ya no podemos retroceder al haber avanzado tanto. 

De pronto, el carruaje se detiene. Los nervios aumentan cuando pongo los pies sobre el suelo, sonrío al ver el palacio Windsor frente a mi. A pesar de haber vivido aquí por años, siempre me parecerá majestuoso, una completa maravilla. Doy pasos precavidos, con Josiah a mi lado no tengo porqué temer. 

Puedo notar ciertas manchas, que, supongo son de ese trágico día. No sabría como describir el sentimiento tan fuerte que aquí se siente; dolor y sufrimiento, quizá. Hay tensión en el aire, hay gritos que puedo escuchar como si estuviera ahí otra vez. 

Siento una extraña sensación recorrerme. Volteó hacia atrás, buscando a mis padres. Siento escalofríos ante la neblina que cubre el carruaje y gran parte del palacio haciendo que todo luzca gris.

Miro mi alrededor y solo estoy yo, sola, de pie entre la neblina fría. Sensaciones indescriptibles me abarcan, siento calma pero la preocupación quiere asomarse.

¿Es esto un sueño?

¿Estoy imaginando este escenario?

Un suspiro sorpresivo deja mis labios al escuchar un fuerte rugido. El viento sopla con fuerza y, entre la espesa neblina, una gran sombra negra aparece iluminada con lo que parece ser fuego. Bajo la mirada cuando siento que algo me toca, escucho gritos de pánico y ahí, es cuando el miedo me toma.

Otro rugido escucho, alzo la mirada encontrándome con la bestia. Mi corazón late ferozmente, sintiendo el poder que emana. Parece majestuoso, aunque no pueda verlo de cerca.

¿Está bien sentirme segura frente a una bestia?

¿Es correcto sentirme poderosa con algo desconocido?

Parpadeo, convenciendome de que esto se debe a escenarios inexistentes creados en mi mente.

Esto debe ser falso, es falso.

El toque en mi hombro me hace voltear y encuentro a Josiah frente a mi, preocupado. Vuelvo a mirar mi alrededor, y me siento aliviada cuando veo a mis padres subir las escaleras, entrando al palacio.

—¿Se encuentra bien, alteza?—pregunta mi caballero—La ví hipnotizada caminando hacia el jardín y me acerqué porque temí que algo le sucediera.

Veo las amapolas que sembré junto a mi madre.

¿Cómo llegué hasta el jardín?

—¿No lo viste?—cuestiono, susurrando.

Frunce el ceño, notoriamente confundido.

—¿Ver qué, princesa?

—La bestia—respondo—, la bestia de fuego. Estaba entre la neblina...

—Creo que está confundida. No hay neblina, princesa.

Prefiero guardar silencio cuando me mira como si estuviese loca. Ignoraré lo que ví pues no es normal presenciar ese tipo de situaciones, y más cuando te sientes atrapado. He de admitir, que me gustó sentir ese poder, esa conexión como si lo hubiese visto antes pero es imposible, se extinguieron hace muchos siglos.

—Princesa—llama—, encontraron a Lizzie y demás sirvientes que sobrevivieron.

La noticia me alegra. Avanzo a pasos veloces al palacio, subiendo cada dos escalones hasta casi caerme. Mi madre se mueve a un lado, dejándome ver a mi más fiel doncella. Corro hasta ella, rodeando su cintura con mis brazos en un cálido abrazo.

La Princesa Del Sur (Libro #1)©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora