-No me creo que me hayas obligado a ponerme esto para luego sentarnos en el suelo.-me quejo, sentándome en el césped del lago.-Como se me ensucien los vas a lavar tu.
Llevo unos pantalones cortos de talle alto blancos, y una camiseta de flores ceñida.
-Pero si estas preciosa.-me acaricia la mejilla, dando una carcajada.
-Idiota.-me quejo, dandole un bocado al Kebab que acabamos de comprar.
-¿Mejor esto que Carla, no?-me mira, riendo.
-No se yo, eh.-apoyo mi espalda en un árbol.-Además, hace frío, y no llevo chaqueta.-vuelvo a quejarme.-Hoy no es mi noche.
-Quiero apostar algo contigo.-me mira.-Quiero librarme de ir mañana al colegio vestido de conejo.
Suspiro y lo miro.
-Si quieres al colegio no.-sonrío pícaramente.-Pero al concierto que tienes mañana si.
-Ni hablar.-se ríe.-Un rotundo no.
-A tus fans les parecerá adorable.-sonrío.-Y a mí.
-¿Si me lo pongo vendrás?-propone.
-Sí.-le tiendo la mano.-¿Trato?
-Trato.-me la da.
Me agarra la mano sutilmente y me la acaricia con el pulgar.
Se queda mirando mis pulseras y sonríe.-No te has quitado mi pulsera.-me mira.
-Me gusta.-admito.
Dani sonríe mientras sigue acariciado mi mano.
Un escalofrío recorre mi cuerpo, erizando mi piel.
-¿Tienes frío?-sonríe.
-¿No lo ves?-susurro.
-Toma, anda.-se quita la chaqueta de chandal que llevaba y me la tiende.
Dudo un momento pero al final la cojo y me la pongo.
Huele tan bien.-Ahora tengo frío yo.-se sienta a mi lado, apoyando su espalda en el árbol.-Vente a darme calor, anda.
Me río negando con al cabeza.
-Oye.-se queja, poniendo cara de cachorrito.-Venga, que no muerdo.
Me muerdo el labio, al final me coloco entre sus piernas y el me abraza, pasando sus manos por mi cintura.
-Así mejor.-susurra a mi oreja.-¿Mañana vendrás con Ann al concierto?
-Claro.-suspiro.-Iva a ir de todas formas, se lo prometí.
-¿Y qué tal si os doy una entrada platinium?-se saca dos.-Estaréis en primera fila.
-No quiero verte la cara.-le pico.-Pero las acepto por Ann.
-Pues podéis comer con nosotros en casa, y así vamos directos.-dice.-No tendrás que esperar dos horas en la cola.
-Pensaba colarme.-informo, con una sonrisa.-Pero me cuelas tu, así que gracias por librarme del trabajo sucio.
Dani pega una carcajada y me abraza mas fuerte.
-¿A qué hora tengo que llevarte a casa?-pregunta, apoyando su cabeza en mi hombro.
-Se ir solita.-me río.-Tengo que estar allí a las doce, como muy tarde.
-Esta bien.-se ríe.-Pero te acompañaré, cualquiera te deja que te vallas tu sola con esos pantalones.-se ríe, haciendo que me estremezca al notar su aliento en mi cuello.