✧𝐓𝐘𝐏𝐀 𝐆𝐈𝐑𝐋✧| ᴋɪᴍ ᴛᴀᴇʜʏᴜɴɢ

5 | 𝗣𝗲𝘁𝗶𝘁𝗶𝗼𝗻

❃⁎❃⁎❃⁎ 𝚕𝚊 𝚙𝚎𝚝𝚒𝚌𝚒𝚘́𝚗

Taehyung llegó a su casa, la tristeza pesando en sus hombros como una mochila llena de libros. Sin ganas de hablar con nadie, pasó de largo por el salón donde su madre y su hermanita pasaban el rato

-¡Hola, hijo! ¿Quieres un poco de...?

La cierra se cerró con fuerza antes de que ella pudiese emitir otra palabra. Taehyung, apoyó contra ella un momento, cerrando los ojos y tomando una profunda respiración.

-No puedo seguir así -murmuró para sí mismo.

Se dejó caer en la cama, mirando el techo sin verlo realmente. Pensamientos sobre su fallida admisión a Olympo giraban en su cabeza, cada uno un recordatorio de su decepción.

Poco a poco, sus ojos comenzaron a aguarse

Las lágrimas comenzaron a formarse en sus ojos, borrosas y calientes. Se sentía como si todo su mundo se hubiera derrumbado, cada sueño y esperanza desmoronándose como si solo hubiesen sido granos de arena.

Con un sollozo ahogado, las lágrimas empezaron a caer, una tras otra, humedeciendo la funda de su almohada. No quería llorar, no quería sentirse débil, pero el dolor y la desesperación era demasiado grande para contenerlo.

-¿Por qué? -susurró entre sollozos-. He dado todo de mí... lo juro, de verdad me esforcé, de verdad lo hice.

En la soledad de su habitación, Taehyung se permitió llorar por la injusticia de sus esfuerzos no reconocidos, por la oportunidad que creía perdida. Por un momento, se dejó llevar por la tristeza, permitiéndose ser vulnerable y sentir el peso de su decepción.

Se abrazó a sí mismo, sintiendo el peso del mundo sobre sus hombros. No era solo su futuro lo que estaba en juego; era el bienestar de su madre y su hermana menor. Él era su esperanza, la promesa de un futuro mejor, y ahora sentía que les había fallado.

-Yo... yo debería ser capaz de cuidarlas -pensó, su voz interna llena de reproche-.

Recordó todas las veces que su madre había trabajado hasta tarde para mantenerlos a flote, todas las sonrisas de su hermanita que iluminaban los días más oscuros. Quería ser el hermano y el hijo que ellas merecían, alguien en quien pudieran confiar.

Pero ahora, con la admisión a Olympo fuera de alcance, se sentía impotente. ¿Cómo podría ofrecerles un futuro si ni siquiera podía asegurar el suyo?

El llanto de Taehyung comenzó a disminuir, sus sollozos se convirtieron en suspiros cansados. La habitación estaba en silencio, excepto por su respiración irregular. Poco a poco, el agotamiento de las emociones del día lo fue venciendo, y sus párpados se hicieron más pesados.

Se acurrucó en su cama, aún abrazando la almohada que había absorbido sus lágrimas. La tristeza aún anidaba en su pecho, pero la fatiga era más fuerte. Con cada respiración, se sentía más y más lejos de la realidad, como si se estuviera hundiendo en un mar tranquilo de oscuridad.

Finalmente, el sueño lo reclamó por completo.

•••

-¿Hablarás con tu madre para salvarle el pellejo al chico café? ¿Quien eres, Jesucristo?

preguntó Seokjin a través de la computadora, impresionado y a la vez un poco divertido