𝐋𝐀 𝐎𝐂𝐓𝐀𝐕𝐀 𝐏𝐄𝐂𝐀𝐃𝐎━━𝒽𝒾𝓃𝒶𝓉𝓈 𝒽𝓎𝓊𝓰𝒶

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Hinata disfrutaba de la tranquilidad del bosque mientras se sentaba sobre una manta extendida en el suave pasto. El sol filtraba entre las copas de los altos árboles, creando hermosos juegos de luces y sombras a su alrededor. Con el libro en sus manos, Hinata se sumergía en las páginas llenas de intriga y aventura.

Las historias sobre los 6 guardianes de la puerta y el mar la transportaban a un mundo mágico y emocionante. Cada página era como un portal hacia un reino desconocido, habitado por criaturas maravillosas y desafíos que solo los más valientes podrían enfrentar.

Mientras leía, podía sentir la brisa suave acariciando su rostro y escuchar el correr del agua de un arroyo cercano. El aroma fresco y terroso del bosque llenaba sus sentidos, sumergiéndola aún más en la historia que tenía entre manos.

Las palabras escritas cobraban vida en su imaginación, formando imágenes vívidas de los guardianes luchando contra monstruos marinos, protegiendo los secretos ocultos detrás de la puerta mística. Hinata se emocionaba con cada giro del argumento, anhelando vivir aventuras tan emocionantes como las que leía.

El sonido de las hojas crujientes bajo sus pies interrumpió por un momento su lectura. Hinata levantó la mirada y vio una ardilla curiosa que se acercaba a investigar. Sonrió ante la pequeña criatura y continuó leyendo, sumergiéndose nuevamente en el fascinante mundo de los guardianes y dejando volar su imaginación en medio de la serenidad del bosque.

Hinata, absorta en su lectura, de repente percibe unos pasos que se acercan rápidamente y con determinación. Su instinto la alerta y, sin pensarlo dos veces, adopta una pose de combate, lista para defenderse.

A pesar de ser solo una niña y no haber comenzado su entrenamiento formal, Hinata demuestra una agilidad sorprendente. La adrenalina recorre su cuerpo mientras se prepara para enfrentar a la niña que se abalanza sobre ella.

Ambas empiezan a pelear con determinación y ferocidad. A pesar de que la niña es más fuerte que Hinata, la princesa no se rinde. Utiliza su destreza y agilidad para esquivar los golpes y contraatacar con movimientos rápidos y precisos.

La lucha continúa, cada una mostrando su valentía y determinación. Hinata se mantiene firme, confiando en sus habilidades naturales y en su deseo de protegerse a sí misma.

En un momento crucial, Hinata aprovecha una oportunidad y empuja con todas sus fuerzas a la niña. Esta choca violentamente contra un árbol cercano, quedando aturdida por el impacto.

- ¿Quién eres tú y por qué me atacaste? -preguntó Hinata con una mirada seria.

- Eso mismo te quería preguntar, ¿quién eres y qué haces en mi bosque? -preguntó la niña extrañada con capucha.

- Soy Hinata, la princesa del clan celestial. ¿Y tú? -Hinata, al ver que la niña bajó su defensa, imitó la acción.

- Soy Ana, pero no contestaste mi pregunta. ¿Qué hacías en el bosque? -volvió a preguntar.

- Solo estaba leyendo mientras hacía un picnic. -Hinata se sentó en la manta mientras sostenía su libro para mostrárselo.

- ¿Leer? ¿Qué es eso? -Ana se acercó a Hinata y le arrebató el libro de sus manos.

- ¡Oye! ¡Eso no es amable! -Hinata le arrebató el libro y empezaron a pelearse por él hasta que Hinata se hartó y se lo dio.

La ira y la frustración se reflejaban en los ojos de Hinata mientras Ana examinaba curiosamente el libro. Una mezcla de emociones invadió a Hinata, desde la tristeza por el acto injusto hasta la curiosidad por la ignorancia de Ana sobre la lectura.

Hinata respiró profundamente, tratando de controlar su enfado. Decidió que no quería seguir peleando y que era mejor intentar resolver las cosas de manera pacífica.