Un encuentro inesperado en la ciudad de Woking, hará que dos jóvenes descubran el sentimiento de amar.
La piloto de fórmula 1,Valentina Carvajal , se sentirá atraída por una tenista desde el primer cruce ...
Lo que comienza como una inesperada amis...
-¿Cuándo se supone que regresas? Me tienes super abandonada, mala amiga.
La voz de Mariana quejándose se escucha del otro lado de la línea y suelto una risita ante su dramatismo.
-Lo más seguro es que el lunes esté por allá, ahora estoy en México - contesto, tomando asiento a fuera del motorhome de McLaren junto al pequeño Liam que no ha querido separase de mí en estos días.
-¿México? ¿Acompañaste a Valentina a la carrera?
-Sí, estoy con ella- respondo - ¿Oye, tú cómo sabes?- pregunto curiosa.
-Soy bruja, tengo poderes- bromea riendo.
-Sospechoso-también bromeo, viendo como Liam juega con un pequeño carrito color azul.
-Hay muchas cosas que debo contarte- escucho como suspira y no se descifrar muy bien ese suspiro.
-¿Todo bien?- comienzo a preocuparme.
-Todo bien, tranquila - responde.
-De acuerdo.
-¿Tú como estás? He visto las noticias...
-Tratando de sobrellevarlo- sincero.
-¿Por qué no me dijiste nada? Pude haberte ayudado en algo- pregunta y la preocupación se refleja en su voz.
Liam se acerca a mí con una tierna sonrisa y coloca una pequeña flor blanca sobre mi cabello, sonrojandose.
-No quería preocuparte, a ti ni a nadie- confieso, sonriendo al pequeño- lo hablaremos después, ¿de acuerdo? No creo que una llamada sea lo indicado para hablar de este tema.
Revuelvo el cabello del pequeño rubio y toma asiento a Mi lado.
Escucho un sonido de asentimiento por parte de Mariana
-Bien, creo que iré a dormir, por acá no es nada temprano - ríe.
-Claro, nos vemos pronto, descansa- nos despedimos y cortamos la llamada.
Guardo mi celular en mi bolsa de mano y me quedo observando al pequeño que sigue entretenido jugando.
-Tia Juli, papá Mateo me dijo que me enseñaría a jugar al tenis cuando regresemos a casa- me dice emocionado y con un ligero brillo en sus ojitos azules.
-¿En serio? Eso es increible- sonrío.
-Él me dijo que puedo llegar a ser un gran tenista, ¿Tú crees eso?- agacha su cabecita tímido.
-Claro que puedes lograrlo- digo, acariciando su cabello- ¿Quieres mucho a Mateo?
La cara de lo se ilumina.
-Él es genial.
El pequeño sigue jugando mientras esperamos a los chicos, las practican terminaron hace poco, así que lo mejor era esperar afuera ya que Liam estaba un poco aburrido.
-¡Juliana!- la voz grave de otra persona se escucha a mis espaldas y me giro, reconociéndolo.
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