5.

158 22 9
                                    


Entonces...sólo tenía una pista: las publicaciones de la página se hacían desde mi computadora. Osea que el administrador y fan número uno de mi shipp con Chay tenía que ser alguien cercano, MUY cercano, porque déjenme les cuento que yo no dejo entrar a cualquiera a mi habitación.

Mientras pensaba en los posibles culpables de mi muerte a manos de un loco, di un recorrido con la mirada alrededor de mi habitación, como si la respuesta estuviera escrita ahí en alguno de mis tantos posters de mi Diosa Taylor Swift; y por alguna señal divina, me detuve en mi gato. Manchitas.

Mis ojos se entrecerraron cuando mi mirada cayó sobre él, y alcancé al posible traidor antes de que huyera de mi habitación.

— Tú — levanté a Manchitas a la altura de mis ojos para poder interrogarlo mejor. — ¿Acaso fuiste tú?

Manchitas maulló. Era un maullido de disculpa. Traidor.

— ¿Tanto me odias? — pregunté a punto de llorar y sacudiendolo un poco en el aire, así como cuando el protagonista descubre que su mejor amigo es el malo de la historia y exige una explicación — Tantos hombres guapos, millonarios y solteros que existen en la tierra, ¿y decidiste emparejarme con el que tiene de sombra a un psicópata?, ¿ah?...

Maulló dos veces. Esta vez no se estaba disculpando, el muy descarado me estaba reclamando.

— Ash...ya superalo. Eso fue hace mucho tiempo. Yo cómo iba a saber que el pájaro muerto que dejaste en mi puerta era porque me amabas y no porque intentaste hacerme brujería.

Maullido de indignación.

— ¿Se supone que estas teniendo una conversación con tu gato? — se burló Vegas, desde la puerta de mi habitación, ¿en qué momento había llegado ese? — ¿Necesitas ayuda?, conozco de un buen psiquiatra que puede ayudarte.

El loco hablando de psiquiatras...

Pero tiene razón, ¿tan desesperado estoy que incluso desconfío de mi gato y pienso que esta conspirando en mi contra?... ¡¿un gato?!

Tan solo piensen en lo ridículo que es la imagen de Manchitas, delante de mí computadora, tecleando hábilmente un fanfic entre un chico que no ha visto en su vida gatuna y yo, y haciendo edits de bajo presupuesto para alimentar el contenido inexistente de su shipp. Ridículo.

— Estaba ensayando para un casting — Respondí mientras bajaba a Manchitas y me limpiaba las lágrimas falsas del rostro— El gato solo me ayudaba a repasar mis líneas.

Vegas se burló de mí, tan descaradamente.

— Pero si quieres, llamo a Pete — dije, en un intento de provocarlo — La próxima escena que debo repasar es la de un beso, y no puedo besar a mi gato en la boca.

La cara de Vegas pasó de una expresión burlona, a un gesto que advertía que debía correr si quería seguir viviendo.  Desafortunadamente, esas expresiones, viniendo de él, ya no me provocaban ninguna reacción ni me hacían temer. Hace mucho que me había dado cuenta de que Vegas nunca me haría daño. No por nada era su hermano favorito, pues a Venecia lo quería menos que a mí, e incluso lo habia borrado de su testamento, por robarle la atención de mi cuñado.

— No te atreverías — advirtió.

Me encogi de hombros.

— Pruebame.

— ¿Por qué no mejor llamas a tu noviecito? — Vegas cerró la puerta de mi cuarto y se sentó en mi cama, de repente, había vuelto a ser el mismo tipo que me hacía burla por todo  — ¿Porchay?, él te ayudaría con demasiado gusto.

— ¡No es mi novio!

Vegas se rió.

— Deberías apresurarte entonces — instó Vegas — No me gustaría entrar a tu habitación otro día y descubrir que estas besando a tu gato a falta de un novio que lea guiones contigo.

I could be a better boyfriend than him (MacaoChay/KimChay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora