Te diré que mi pasatiempo favorito es dormir,pensarás que es pereza,pero realmente es porque solo en sueños puedo verla.
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Como de costumbre se escondía bajo las sábanas,las sirvientas le habían llamado hace un rato para levantarse,pero estaba tan cansada y con tanto sueño que se le hacía complicado aguantar las ganas de quedarse dormida.
Eso hasta que escucho un fuerte grito que la hizo saltar de su cama así cayendo sobre su sillón rosado.
La pequeña abrazo su osito de peluche para así volver a recostarse en aquel sillón donde sin poder evitarlo se volvió a quedar profundamente dormida, claro que eso sería por solo unos cinco minutos más.
—¡Aurora!—
El rubio tenía lo siguiente a poca paciencia por eso tener que repetir una cosa más de cinco veces lo hacían enloquecer,se plantó frente a su hija para tomarla del pie dándole la vuelta.
—¡Papi!— grito desorientada,eso mientras miraba que todo se había dado la vuelta.
Si,también destacaba por no ser muy cuidadoso con su hija. La trataba como a una muñeca de trapo.
—¡Tienes que irte a la escuela!— decía mientras la tiraba a su cama donde empezaba a sacar su pequeño uniforme junto a su pequeño baby.
La pequeña solo empezo a cambiarse a medida que bostezaba —¡Ya me se los colores y se leer!— recalcó molesta.
—¿A si?—solto una gran carcajada hueca,era idéntica a su madre —¿Que dice aquí?—
Tomo un pequeño libro,uno de piratas para así abrir la primera página que topo para así señalar una línea. Algo le olía a que si era como si madre,alguien que solo piensa en jugar,no acertaría.
—Dice...—se quedó unos minutos sin saber muy bien que decir o hacer eso hasta que hizo un gran esfuerzo —La mopa es parte del chango—
El rubio tuvo un pequeño tik en el ojo provocando que riera nervioso. Para un hijo que tenían no tenían que joder que se parecería tanto a su esposa.
El con su edad ya salía,leer,sumar,restar,inglés básico, alemán y bueno la verdad sabía muchas cosas. Superdotado le decían.
—Dice,la popa es parte del barco— corrigió intentando mantenerse sereno.
Era una niña que amaba dormir,solo se volvió a dejar caer en la cama mientras volvía a su sueño,si media uniformada y toda despeinada.
—¡Aurora!— grito molesto.
La pequeña antes de darse cuenta empezó a sollozar,la verdad es que amaba dormir,pero también tenía noches de estar despierta merodeando. Su padre era muy supervisor,pero trabajaba tanto que ni siquiera se daba cuenta cuando ella estaba en su cuarto o no.
Sus pequeños ojitos verdes lagrimeaban demasiado así empapando sus mejillas regordetas.
El rubio enseguida se asustó demasiado mientras temblaba,el no era mucho de saber que hacer. Dios,estaba por llamar a su hermano.
Siempre hacía llorar a Chloe,pero era él quien lo resolvía,tras estar unos momentos intentando lidiar con el llanto de su hija terminó cediendo. La recostó con cuidado en su caminar para tras eso besar con cuidado su pequeña frente,la adoraba demasiado.
—Solo hoy,nada de chantajes mañana—
La pequeña lejos de dormirse como se hubiera planeado solo seguía y seguía llorando logrando que enseguida las sirvientas se asomarán a la puerta para lidiar con ella.
Claro que la mano alzada del señor les mando a retirarse,como podía se haría cargo.
—No llores,haber dime qué quieres saber de tu madre—
La pequeña dejo de llorar para así entre sollozos ver a su padre,soltó un pequeño quejido lastimero para tras eso frotar sus pequeños ojos buscando quitar todo resto de lágrimas.
—¿Que música le gustaba?— preguntó con un tono de voz flojo y algo lastimero.
El rubio se quedó unos momentos viendo al techo haciendo memoria,no sabía muy bien que responder así que prefería pensar un poco antes de dar la respuesta equivocada.
Su mente divago unos momentos hasta recordar a su bella Chloe. La recordaba bailando,su lista de música era una locura total,podía pasar de la canción más triste del mundo a la más alegre. Todo lo cantaba,música clásica,Jazz,así todo tipo.
Tras pensarlo un poco solo se acercó a la pequeña para arroparla con cuidado hasta el cuello, acarició su cabello para besar con cuidado su pequeña frente. De parecía tanto a ella.
Y eso era tan doloroso a veces.
—Le encantaba todo tipo de música— contesto tras unos dos minutos de espera.
