— Abuela, mira, encontré este libro en el sótano. —dijo el pequeño castaño, con suma emoción. Sus ojitos brillaron de la alegría al querer que su abuelita le leyera ese cuento.
— ¿Quieres que te lo lea, cielo? —preguntó ella con una ligera sonrisa. Y, aunque no tuviera la fuerza suficiente para moverse, se levantó de su cama en donde estaba conectada para ver sus signos de vida y también, un suero que hacía que la hiciera dormir, sin embargo, se quitó aquello y se sentó en su mecedora.
Su nieto se sentó en sus piernas y le cedió el libro.
— Oh, conozco esta historia. Es muy bella y muy trágica a la vez. —mencionó después de leer el título.
— ¿De qué trata? —el pequeño niño volteó a ver a su abuela.
— Trata sobre la otra vida que ya no existe. —su nieto se mordió el labio inferior y la miró confundido. — Antes, al morir, ibas a un mundo en donde la magia, las hadas y todo lo relacionado, existían, cariño.
— Cuenta la leyenda que cuando la luna se enamoró del sol, tuvieron un hijo. Ese hijo estuvo en peligro, muchos quisieron apoderarse de su poder, porque ese ser era el más poderoso de toda la galaxia. Sin embargo, la luna mintió acerca de ello, dijo que no era hijo del sol, que ella lo había creado para que protegiera la vida de todos. —contaba mientras acariciaba el cabello de su nieto.
— Lo llamaron Starmoon. Pero para encubrirlo; en aquel mundo lo llamaron... Taehyung, el hada guardián de el reino llamado Cataratas del Paraíso.
Él era tan especial, que en sus ojos estaba un mapa conformado por estrellas, que guiaban al mundo oculto. En donde la maldad y el egoísmo no reinaban, no había lugar para la oscuridad, todo era mejor en ese lugar.— ¿Qué pasó con él? —preguntó el niño, mientras abría más sus ojitos que brillaban al escuchar esa interesante historia.
— Taehyung nunca supo su verdadera identidad, sólo sabía que era un hada que cuidaba de su pueblo. Entonces, fue que no se dio cuenta que al estar enamorado, podría ocasionar un caos. —prefirió no responder a esa pregunta, y evitó el tema sin que el pequeño niño se diera cuenta.
— ¿Y por qué era un caos si se enamoraba?
— La luna y el sol lo habían creado a él por enamorarse, y habían muerto por ello. Lo que tú ves ahí arriba —señaló a la luna— Es el recuerdo de aquel ser que dio su vida para que su hijo viviera. El sol y la luna murieron para que él pudiera vivir, por suerte, nadie resultó herido, sólamente ellos, por supuesto.
Así que, si Taehyung se enamoraba, esta vez sí ocurriría un acatástrofe.
Nadie sabe el por qué tenía que ser así.La anciana sonrió, pero no era una sonrisa de felicidad, sino de tristeza. Y sin darse cuenta dejó salir unas cuantas lágrimas.
— Taehyung se enamoró de el príncipe del reino llamado Moonsun.
Su nieto se quedó mirando un punto fijo, y elevó la mirada para observar la luna que se alcanzaba a ver desde la ventana. Y entonces preguntó:
— ¿Por qué ya no existe esa vida?
La abuela se quedó callada unos momentos, no sabía cómo responder a aquello.
— Taehyung se enamoró, así que como castigo, destruyeron su hogar, junto con toda su gente incluida.
— ¿Quién lo destruyó?
— No lo sé cielo ¿por qué no lees la historia y lo averiguas? —le sonrió y él asintió. Se bajó de su abuela, tomó el libro en sus manos, y se fue corriendo a su habitación para empezar a leer esa historia.
La anciana sonrió débilmente, empezaba a quedarse dormida, pero volteó a ver a la ventana y sonrió. Y así, comenzó un sueño permanente.
Cuando la abuela cerró sus ojos y dejó de respirar, un pétalo de una flor que se encontraba en un florero junto a su cama salió volando. Llendo a la habitación del pequeño, el cual se encontraba leyendo esta historia, y al sentir algo suave acariciando su mejilla volteó a ver.
Ese pétalo estaba a su lado.
Esta es la historia, de cómo un hada y un príncipe se enamoraron.
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In another life.
Fanfiction¿Qué tal un cuento mágico antes de dormir? Aquel mundo habitado por seres maravillosos y especiales, el cual estaba muy lejos del ojo humano. Cuando un hada guardián se enamora del príncipe del reino vecino, y el príncipe de igual manera se enamora...