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"¿Cuántos días quedan?" preguntó Jungkook, viendo el mapa de toda infra tierra, junto a Yoongi, quien mantenía una expresión de preocupación.

"Príncipe, me temo que tenemos como máximo 50 días antes de que ese agujero negro se trague a la tierra y a todos nosotros."

Jungkook de la frustración aventó una copa de vino y gritó de impotencia, de rabia, de tristeza.

"Y majestad, tenemos otro problema. Los aldeanos no quieren que las criaturas se queden otro día más en nuestro reino. Temen que los maten o les hagan daño."

"Pero si sólo han pasado una noche aquí." Jungkook se mordió el labio inferior para evitar decir todo lo que estaba pensando.

"Lo sé, príncipe, pero ya no los quieren más aquí. Tenemos que enviarlos de vuelta al páramo hasta que encontremos una solución a esto."

"Hoy más que nunca los necesitamos, ¿entiendes? La gente no sabe por lo que estamos pasando, no sabe que necesitamos mucho de su ayuda. Si nos unimos-"

"Majestad, será rey dentro de pocos días, y no queremos un malentendido, ¿verdad? Creerán que prefiere a esas criaturas que a su propia gente." dijo el capitán Min, interrumpiendo al príncipe.

Jungkook empujó su mejilla con su lengua y asintió.

"Llama a Taehyung y a Hoseok."

Yoongi asintió y con una leve reverencia salió de la habitación para dirigirse a los nombrados, quienes estaban ayudando a las criaturas heridas que se habían quedado en el castillo, pero por suerte lograron escapar.

Yoongi les dijo que lo siguieran, ambos obedecieron al capitán y se dirigieron hacia donde estaba el príncipe Jeon.

Taehyung estaba nervioso, no había podido hablar con él desde ayer.

Justo ayer había ocurrido aquel horrible suceso, y él se había encontrado tan débil. Jungkook fue el que lo salvó no dejándolo en aquel castillo, quería agradecerle. Pero también tenía miedo de hablar con él, porque, cada que pensaba en él, su corazón latía aceleradamente, sus mejillas se ponían de un color carmesí, y si así se ponía cuando lo pensaba, no se imaginaba cómo se sentiría al mirarlo.

Estaba experimentando un nuevo sentimiento que en sus millones de años de estar vivo jamás había sentido, y le daba miedo.

Porque todo había pasado tan rápido según él.

Sólo... Quería volver a aquel día en donde había despertado de aquella pesadilla, y Jungkook lo había abrazado hasta tranquilizarlo.

Quería volver a sentirse a salvo en los brazos de ese príncipe.

Príncipe que lograba confundirlo demasiado.

Al llegar, vio a Jungkook muy diferente. Ya no llevaba la ropa que se ponía cuando vivían en la cabaña, ahora llevaba una armadura de color negro, su espada, y su corona. Se veía tan idéntico al difunto rey, y eso, le asustaba aún más.

Si por fuera eran casi iguales, no quería que por dentro también lo fueran. No quería que tuviera la misma avaricia y egoísmo.

No, Jungkook jamás sería capaz de ser así, el tenía un alma tan pura, era un angel, su angel.

"Taehyung..." nombró Jungkook al verlo. Taehyung no pudo evitar correr hacia él y abrazarlo con todas sus fuerzas.

Pensaba que lo alejaría de él, que lo insultaría, pero le importaba poco, sólo quería volver a sentirlo.

Sin embargo, sintió cómo su abrazo era correspondido y escuchó aquel susurro que le dijo Jungkook, haciendolo tan feliz.

"Me alegro que te encuentres bien."

In another life.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora