Taeyong despertó con un intenso dolor de cabeza, se sentía agotado, no había podido dormir en toda la noche, cada que cerraba los ojos empezaba a recordar su encuentro con Jaehyun, se intentaba tranquilizar para no sufrir un ataque de pánico, no fue hasta casi las 5 de la mañana que pudo cerrar sus ojos pero solo logró dormir 2 horas. Ya estaba despierto cuando sonó su alarma, la apagó de forma inmediata y decidió tomar un baño para intentar relajarse, aunque dudaba que eso fuera posible.
Al salir de la ducha escogió la ropa que usaría ese día, no se sentía con ánimos de nada e incluso se planteó la idea de pedir el día libre en su trabajo pero, tomar un día de descanso no iba hacer que sus problemas desaparecieran por arte de magia, lo que sucediera en su vida no era de importancia para nadie, así había sido siempre, ser omega solo había complicado su existir.
Decidió usar su collar, y ponerse una playera con cuello alto para taparlo, tal vez estaba siendo extremista pero el encuentro de la noche anterior lo había puesto en modo alerta. No quería volver a sentirse desprotegido y menos con Jaehyun a su alrededor, sabía donde vivía así que ya no podía estar seguro de un ataque por parte del alfa. Pudo notar en su mirada que había mucho rencor hacia él, lo cual era recíproco, Taeyong podría haber vivido felizmente sin la presencia de Jaehyun en su vida, ahora tenía que ser cuidadoso y encontrar valor para enfrentarlo y volver a sacarlo de su vida nuevamente, no volvería a temerle, ni se mostraría vulnerable, ayer solo había sido un desliz por la sorpresa de su encuentro.
Después de estar una década sin saber de Jaehyun era obvio que se encontraría perplejo al verlo de forma repentina frente a él, aún así Taeyong se reprimió por haber actuado de forma tan patética y sumisa, debió usar su rabia y coraje como fortaleza; no de forma contraria, tenía que demostrar que no era el mismo omega que tiempo atrás realizaba todo lo que el alfa le pedía.
Su yo de 17 años había estado cegado por obedecer y complacer a Jaehyun hasta el final de los tiempos, esa enfermiza adoración solo fue su ruina.
Cuando terminó de vestirse se dirigió a la pequeña cocina de su hogar y se preparó un desayuno ligero, tomó una dosis extra de sus inhibidores, sabía que no era lo recomendable pero era por su propio bien. Sabía que cada vez era más difícil para su cuerpo seguir con este ritmo, pero no tenía más alternativa, prefería sufrir los efectos secundarios que dejar salir su naturaleza omega libre.
Se las arregló para estar bien todos estos años sin compañía en sus celos, podía seguir así el resto de su vida si era necesario.
Antes de salir aplicó un poco de bloqueador de feromonas sobre él, todos en su trabajo pensaban que era beta ya que nunca podían distinguir su olor natural, y es que Taeyong era extremadamente precavido con ese tema. Por lo general evitaba presentarse como omega, pero sabía que no podía mentir en el trabajo, era obligatorio presentar su casta para evitar que la convivencia con alfas desatara problemas, por suerte Taeyong estaba rodeado de betas y omegas, solo había dos alfas en su lugar de trabajo pero eran mayores y estaban casados lo cual evitaba que reaccionaran a las feromonas de los omegas.
Alistó su bolso y respiró hondo antes de abrir con cuidado la puerta, ya había checado por la mirilla que no hubiera nadie afuera pero aún así temía encontrar una sorpresa, abrió despacio y asomó su cabeza para mirar hacia ambos lados del pasillo, estaba desierto, al salir cerró bien su puerta y apretó sus llaves en su puño, sabía que estaba actuando de forma paranoica pero era mejor prevenir que lamentar, camino rápido hasta el estacionamiento y se dirigió a su auto. Cuando empezó a trabajar ahorró de forma inmediata para comprarlo y así evitar el transporte público, una vez dentro cerró la puerta con seguro y se dirigió a su trabajo, esperando que el día pasara sin complicaciones.
Taeyong trabajaba en una escuela primaria, disfrutaba de su trabajo, era atento con sus alumnos y buscaba maneras entretenidas de enseñar sus temas, por lo general siempre daba clases a los últimos grados, era más fácil para él de esta manera.
Respiró profundamente, tenía que estar en calma, se dijo a sí mismo que todo estaba bien, él estaba bien, no había nada que temer. Hoy iba a ser un buen día.
Saludo de forma sonriente a sus compañeros de trabajo y camino de forma segura hasta su clase, donde sus pequeños alumnos lo recibieron con un alegre saludo de bienvenida, Taeyong se sintió tranquilo al ver esas caritas llenas de emoción.
—Muy bien niños comencemos con la clase.
Todo había pasado de forma normal, su clase fluyó como de costumbre, sus alumnos le prestaban atención y participaban activamente en las actividades que él les asignaba. En la hora del almuerzo se juntó con sus demás compañeros y charló con ellos como de costumbre, realmente no quería levantar sospechas y responder preguntas incómodas, era mejor seguir pretendiendo que todo estaba bien con él, al fin y al cabo era lo que había estado haciendo los últimos 10 años de su vida.
Al finalizar su jornada se dirigió a la biblioteca, era un espacio tranquilo, la mayor parte del tiempo estaba desocupada, lo cual le ayudaba a mantener su concentración al planear sus clases durante la semana. Se metió de lleno en su trabajo y dejó que el tiempo pasara sin prestarle atención, decidió que era hora de regresar a casa cuando escuchó su estómago rugir, quería llegar a comer y descansar un rato, reponiendo así el nulo descanso que tuvo durante la noche.
—Hasta mañana —se despidió de la bibliotecaria, quien le devolvió el saludo de forma animada
Se despidió de los otros profesores que aún estaban en la escuela y se dirigió a su auto dispuesto a regresar a casa.
Taeyong se mantuvo alerta con los autos y la gente que veía en el camino, por el momento no había nada sospechoso, tampoco había señales de Jaehyun, una parte de él quería creer que lo vivido la noche anterior solo fue una broma pesada pero había conocido bien al alfa para saber que no era así. Un Jeong nunca paraba hasta obtener su cometido.
Con pasos apresurados se dirigió a su hogar, pero paró en seco al ver un sobre pegado en su puerta, con manos temblorosas lo tomó, no creía que Jaehyun fuera capaz de poner una nota de amenaza. Pero al ver el contenido deseo que se tratara de eso.
Ahí dentro solo había una fotografía, Taeyong la recordaba muy bien, había sido tomada una tarde de verano durante la puesta del sol, en el fondo se podía notar el mar y como foco principal dos adolescentes sonriendo, Taeyong tenía el cabello rubio y su acompañante, Jaehyun, mostraba sus hoyuelos, ambos se tomaban de los hombros. Se veían felices, eran felices en ese entonces, aquel día habían empezado a salir de forma oficial. La volteo para ver el reverso y las lágrimas empezaron a deslizarse por sus mejillas. Taeyong entró a su casa y se sentó en la sala, dejando la foto sobre una mesita, intentó reprimir sus sollozos pero fue imposible, la nota al reverso le trajo recuerdos agridulces.
Deseaba no haber abierto ese sobre a estar sufriendo por las memorias del pasado.
"El primer verano juntos de muchos, tú eres el agua y yo el viento, con todo mi amor, Jaehyun"
Junio 2013.
Hola, espero les agradara este cap, muchas gracias a quienes votaron y comentaron en el anterior, quisiera saber que prefieren capítulos cortos de 1,000 a 1,500 palabras o uno largo de 3,000, la ventaja con la primera opción es que podría subir 2 caps por semana contrario a la segunda donde solo sería uno por semana. Porfas díganme cual les agrada más 💕
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The Night We Met
FanficCuando Taeyong conoció a Jaehyun creyó que podía existir el amor a primera vista, pero descubrió que estaba equivocado, aquel sueño se había convertido en una pesadilla. Solo basto una noche para que el encanto desapareciera, haciéndole ver las verd...