Matilda

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"...I know they won't hurt you anymore
As long as you can let them go."

Paimon sabía que su hijo era poderoso... bueno, al menos sabía que la magia que corría por sus venas era poderosa, también sabía que su hijo se había hecho una fama dentro del campo de batalla, era letal y despiadado, un guerrero fuerte y un comandante inteligente, pero quizá se había precipitado al tomar una decisión al incluirlo en las reuniones con todos los demonios de la nobleza.

Stolas como líder del infierno, había sido toda una decepción; rebelde, pero demasiado blando, demasiado suave, con sus ideas "modernas" lo había humillado, todos los demonios lo habían mirado con burla, solo habían apoyado las locas ideas de su hijo Asmodeus y Beelzebub, quienes al ser demasiado jóvenes, nadie tomó realmente en cuenta sus opiniones. Siempre supo que su hijo tenía una debilidad, una debilidad por los diablillos, lo sabía desde que Stolas había tenido por único amigo a ese diablillo de circo.

Lo que jamás imaginó es la vergüenza y las humillaciones que le haría pasar su hijo, por su estupidez y su debilidad, estaba completamente decepcionado de él.

Cualquiera de sus otros hijos harían un mejor trabajo de lo que Stolas hacía, tendría que deshacerse del chico búho. Pronto.

Cash no podía quitar la mirada de orgullo mientras veía a Fizzarolli terminar otro show entre aplausos y vitoreos, tenía una manera única de ganarse al público, en cuánto pisaba el escenario todos quedaban hipnotizado por las chispa del diablillo, quisiera que Blitzo fuera más como él y no un inútil, bueno para nada, demasiado simplón para ser bonito y demasiado imbécil para causar gracia. Era hábil y con destreza para participar con los trapecistas pero eso lo lograba cualquier diablillo. Pronto Blitzo se convertiría en nada más que un gasto, otra boca que alimentar sin nada que aportar. Tendría que poner un ultimátum sobre su hijo, un show exitoso, como el de Fizzarolli o tendría que tomar toda su mierda y largarse de ahí, ya no sería más su problema.

Buckzo se encontraba en la taquilla principal contando el dinero, cuando un diablillo vestido con ropa pomposa y acompañado de dos hellhounds se acercó

-Ya hemos cerrado. Regresen mañana- Indicó Cash, sin siquiera levantar la mirada.

-No he venido a eso Sr. Buckzo, mi maestro desea hablar con usted, de algo que no puede esperar a mañana.-
Indicó el diablillo con voz seria. -Así que le voy a pedir que me acompañe, por favor- Hizo un gesto con la cabeza, para que posteriormente uno de los hellhounds arrancará la puerta metálica de la taquilla y se quedará esperando por él.

Cash salió, demasiado intrigado por esta visita y siendo consciente que no tendría mucha ventaja sobre los acompañantes de ese engreído. Lo guiaron a una limusina elegante, todo aquí indicaba que pertenecían a alguien que se estaba pudriendo en dinero, esperaba poder obtener una ventaja de todo esto, subió a la limusina quedando sentado entre los dos guaruras, pero frente a él estaba alguien que sin duda no esperaba volver a ver y mucho menos en persona

-Su majestad, es un placer para mí verlo de nuevo- dijo Cash en su tono más complaciente

-Estoy aquí por negocios nuevamente- respondió Paimon ignorando el cumplido.

-Cualquier negocio con usted, su majestad tiene mi total interés- se apresuró a responder con una mirada demasiado interesada.

La conversación fluyó y el trato se concretó con rapidez, se firmarían los acuerdos correspondientes cuando las recompensas fueran entregadas.

-Con una dote como esa, le aseguro que cumpliré que cada una de sus demandas, su majestad- Cash estaba extasiado, no cabía en sí de felicidad, acababa de cerrar un negocio que le había dado varios cientos de miles, solo porque su estúpido hijo fungiera como niñera de un tonta ave rica y mimada. Una boda y un demonio que se debía mantener en el anonimato, un negocio millonario, recibía mucho por tan poco, una dote jugosa y dinero cada cierto tiempo para manutención. Jamás pensó que su hijo podría beneficiarlo tanto.

Paimon estaba satisfecho, su hijo tendría una vida sencilla, junto al diablillo que encontraba divertido. Estaba decepcionado de su hijo, y no quería su imagen dentro de la realeza, pero no quería que Stolas fuera infeliz, así que pensando en su infancia, porque no planear un matrimonio con un diablillo que al menos encuentra gracioso y que puede ver cómo su amigo. Esto sería suficiente para Stolas, una vida modesta casado con un diablillo de circo. Por algo era su padre. La dote que le había ofrecido a Buckzo era atractiva, para que no se negara y además ofrecería dinero cada cierto tiempo para que su hijo y su nuevo esposo no pasaran necesidad, todo esto solo con un par de condiciones, que Stolas siempre estuviera a salvó y que ningún demonio de la realeza podía enterarse de que el príncipe estaba ahí, con un pequeño cambio en su apariencia muy poca gente sospecharía de quién se trataba.

Cash no le informaría nada de esto a Blitzo, no le daría la oportunidad de que se escapara. En cambio, compraría un traje sencillo y repararía alguna de las viejas carpas para que su hijo se instalará ahí con su nuevo marido. Realmente no estaba interesado en si Blitzo, estaría de acuerdo o no con el matrimonio tendría que hacerlo por el bien de su familia y por gratitud hacía él, por todos los sacrificios que había hecho para mantenerlos a él, a su madre y a su hermana y esta era la única forma en que Blitzo podría aportar algo de dinero.

Paimon, sabía que su hijo no iba a atreverse a desobedecer una orden suya, esa preocupación no tenía espacio en su mente, su única tarea importante era reunir un atuendo para la boda y encontrar un hechizo que cambiara algunas cosas del físico de su hijo, antes del final de la semana. La boda tendría que hacerse lo antes posible, el mayordomo de su hijo Aster, podría empacar y encargarse de hablar con el costurero del palacio para lograr un atuendo nupcial para el final de la semana, y el buscaría algún hechizo adecuado. 


El resto de la semana paso volando. 






🦉🦉🦉🦉🦉🦉🦉🦉

ENCANTADA DE ESTAR DE REGRESO, con algo nuevo. 

No saben lo mucho que me emociona empezar una historia; en esta ocasión tengo realmente muy poco escrito pero tengo mucha claridad de a dónde quiero dirigirla. Pero antes me gustaría conocer su opinión con este primer capítulo, si les gusta, si debería continuar.

Me tome un pequeño descanso después de la historia anterior, y ahora debo escribir un artículo de divulgación cientifica y trsitemente esos no fluyen fuera de mi mente tan rápido como estas historias. 

Si ven algun error haganmelo saber con amabilidad en un comentario y cambiare y corregire tan pronto pueda.

ALL THE LOVE, L.

EL PACTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora