FOOLS

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"Don't give a fuck, not giving up, I still want it all

Only fools fall for you, only fools..."

Stolas se sentía... decepcionado por decir lo menos, el ritual había sido simple, sencillo y breve, no habían intercambiado votos propios, aunque él tenía escritas algunas palabras, había decidido no decirlas, no cuando Blitzo no habló más de lo necesario y una mueca de molestia se instaló en su cara casi inmediatamente que había comenzado a oficiarse el ritual. Simplemente lo mejor que pudo hacer fue no decir nada y no alargar más ese pequeño espectáculo. Aunque no era de esta manera en la que  había imaginado mi primera... bueno más bien mi única boda. Su mente intentaba procesar la desilusión de que esto en lo que él pensaba como un acto puramente de amor, que llevaría a cabo una única vez en su vida para que durará hasta la muerte, estuviera sucediendo de una manera tan... impersonal, simplemente como un paso a cumplir. No hubo una fiesta, reunión o recepción posterior a la ceremonia, simplemente un par de diablillos se acercaron a felicitarlos y luego se retiraron tan rápido como habían llegado. Blitzo, su marido, apenas lo había mirado, parecía más interesado en buscar entre la multitud, posiblemente a su novia y la lechuza no queriendo interrumpir se dedicó a mostrar una sonrisa amable y recibir las felicitaciones.

-Es momento de irnos, Stolas- habló por fin el imp, el lugar ya estaba vacío, ellos estaban parados justo en el centro, Stolas retiró su velo y tiara dispuesto a seguir a Blitzo, quien sin esperar respuesta comenzó a caminar dejando que su ahora esposo lo siguiera. Llegaron a una caravana, que había visto mejores años, puesto que ahora solo era una gran lata bastante maltrecha, oxidada y golpeada. Cash le había ofrecido a Blitzo una caravana nueva, de un bonito color plateado, más espaciosa, con televisión satelital, internet y un pequeño estante para libros, así como una cama nueva que según los anuncios garantizaba el descanso del usuario; Blitzo se había negado rotundamente a aceptarla buscando negarle comodidades a la lechuza como una forma de presionarlo y hacer que fuera el príncipe quien terminará con el matrimonio, así que esa vieja y pequeña caravana sin televisión y con muy mal internet se adecuaba al plan. Blitzo le enseñaría que aquí no era "su majestad, el príncipe, Stolas de Ars Goetia" era un ser infernal común y corriente, trabajaría y viviría, como todos los demás hacían. Así que ahí estaban frente a la enorme lata, mientras Blitzo abría la puerta, listo para descansar antes de salir a escena. 

-Hogar dulce hogar, Stolas, así que entra o ¿Quieres qué cruce la puerta contigo en brazos?- había exclamado burlón y sarcástico Blitzo. Stolas lo miro pensando detenidamente unos instantes es el día de mi boda... Y bueno esto no ha sido ni por un momento como lo planeé, quizá pueda obtener por lo menos esto. - Si, creo que es una idea maravillosa, gracias- sonrió y acomodó su ropa, listo para que el otro lo tomara en brazos. -Estaba siendo jodidamente sarcástico, Stolas, ni siquiera creo que una puta caravana tenga un umbral- había sonado sorprendido y exasperado que tiene esta estúpida ave en su cabeza, llevarlo en brazos a través de la puerta, como si no hubiera causado suficiente dolor en Verosika ver la ceremonia de boda, pensó irritado. -Bueno.... es que.... teóricamente si existe una puerta... entonces hay un umbral, incluso los iglús tienen uno- se molestó en explicar Stolas, con paciencia. -Era sarcasmo, tonto, no es que yo quisiera hacerlo- dijo un poco más desesperado Blitzo. -Si lo noté, y considero que puede ser un poco demasiado molesto y grosero- respondió con educación -entonces...  ¿vas a cumplir tu propuesta? quiero al menos mantener esta tradición- Blitzo harto de la discusión, regresó sobre sus pasos y tomando a Stolas en brazos, quien era más ligero de lo que se había atrevido a imaginar, entró en la caravana, cerró la puerta de una patada y dejó caer Stolas sobre el colchón.Fue ahí donde pudo volver a su flamante esposo, sonrojado con los ojos abiertos y las piernas fuertemente cerradas, toda una sensual aparición. Desvió la mirada y se centro en comenzar a cambiarse para el show de la noche.

EL PACTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora