¿Nos vamos?

368 49 37
                                    

=°•°•=•°•°= =°•°•=•°•°= 6 =°•°•=•°•°= =°•°•=•°•°=

Antes de decidir completamente, Max optó por preguntar a Checo si era broma o no lo que le estaba ofreciendo.

—primero que nada, ¿Es chiste o es propuesta? —dijo Max, con un leve tono sarcastico y sonrisa ladina en su rostro—

—propuesta, claro —respondió Checo, con una sonrisa victoriosa dibujada en su pecosa cara—

Max lo repensó un poco más, pues, las cortinas eran muy transparentosas, y se podría malinterpretar para cualquier chismoso que viera la ventana.

Hubo un silencio entre ambos, Checo tan solo esperaba una respuesta de Max, poco le estaba importando ahora que deberían estar saliendo del hotel para ir a comer, pues Marck seguramente ya los había abandonado y ya venía con los tacos.

Max golpeó su mano con su propio puño, ya había tomado una decisión.

—Muestrame —dijo Max, con un leve brillo de impaciencia en sus ojos—

Checo rió, mientras una muy descarada sonrisa victoriosa se plantaba en sus labios.
Max miró aquello con algo de confusión, ¿Checo ya estaba esperando una respuesta positiva? O mas bien, ¿Quería una respuesta positiva?... Ya no importaba, Checo ya se estaba levantando la camisa.

Poco a poco, Checo subía su camisa, hasta llegar por arriba de sus pectorales y arrugar en rollito la camisa ahí para detenerla.








































Max se quedó perplejo.

Lo que estaba mirando simplemente no se lo creía, en su vida había visto algo parecido a lo que Checo poseía, incluso si para el propio Checo no era para tanto, Max estaba que se caía la mandíbula.

De verdad que no podía quitar los ojos de encima, los pectorales de Checo eran simplemente algo del otro mundo, ni siquiera su novia Kelly alcanzaba algo así, y posiblemente nunca lo haría ni con implantes.

Las mujeres podían calcular una "Copa F" de medida en el pecho de Checo, que serían unos 26-28 centímetros de tamaño, que a decir verdad, es bastante grande en un hombre. Muchos datos técnicos, verdad?

Los pectorales de Checo se veían muy esponjosos y suaves, sin agregar que tenían un brillito que les daba todavía más volumen. Max quería tocarlos, apretarlos y lamerlos como si su vida dependiera de ello.

La grandeza de los pechos de Checo era lo suficiente como para que rebotaran igual a los de una mujer, como sabemos esto? Checo empezó a saltar en la cama, para asegurarse que Max lo estaba viendo a él y no completamente a sus pechos, obviamente Max estaba mirando a sus pechos con muchísimo descaro.

—Q-qué carajos... —Murmuró Max, con los ojos fijados en lo que miraba.—

El paraíso de Max se terminó cuando dijo eso, pues rápidamente, Checo bajó su camisa y jaló a Max de la mano para levantarlo.

—fue mucho show por hoy, vámonos, Marck se estará muriendo de frío o hambre allá abajo —habló Checo, mientras agarraba sus tenis y se los ponía con rápidez.—

Max se quedó en un trance, aquella imagen no se le borraba ni a palos de su mente.

Checo lo jaló nuevamente de la mano, notando que Max parecía estar disociando, soltó un suspiró, y decidió no decirle nada a Max. Abrió la puerta del cuarto, aún agarrando al más joven de ambos de la muñeca, salió del cuarto junto al su compañero, que seguía recordando la imagen de los pectorales de Checo una y otra vez.

Checo soltó a Max un segundo, para cerrar la puerta correctamente. Cuando terminó de hacerlo, no volvió a sostener a Max de la muñeca, simplemente le dijo un "vamos" y siguió su camino.

Max se estaba quedando unos pasos atrás, y lo notó cuando ya estaba a un metro y medio de distancia con Checo. Rápidamente dió unos cuantos pasos apresurados para alcanzarlo, y lo agarró del brazo con fuerza por reflejo.

Checo se percató del agarre que Max ejercía en su brazo, volteando a mirarlo con confusión.

—¿Todo bien, Maxie? —preguntó Checo, llamando a Max de una forma más tierna—

"Sin razón alguna" Max sintió su corazón dar un vuelco y latir a mil cuando luego de que Checo le habló, pero no reconoció que fue la forma en que lo miró y llamó. Max sacudió su cabeza, tratando de aclarar su mente de alguna forma.

—sí... Ehm, ya nos vamos, verdad? —Max miró a otra parte, mientras Checo lo despeinaba con cariño y reía.—

—claro! Vamos —puso su mano alrededor de la espalda de Max, pero bajandola hasta la mitad—

Ambos bajaron las escaleras en aquella posición todavía, hasta que llegaron a recepción y vieron a Marck casi dormida de pie.

—Marck? Sigues viva? —dijo Checo, mientras soltaba a Max y se acercaba a la chica—

A quien madreamos?! —dijo Marck sobresaltada, pues estaba entrando en sueños y se asustó cuando Checo la tocó.—

relaja la raja carnal, soy yo —dijo Checo, entre risitas—

Ah... Me asustaste cabrón —dijo Marck, mientras se acomodaba un poco el pelo— supongo que ya nos vamos, no?

—ajá, ven Maxie —Checo atrajó a Max por la espalda.—

—uy, no lo vayas a besar de paso —dijo Marck bromista—

En la mente de Marck, saltaban todas las alarmas de posible amorío entre Max y Checo, pues, el neerlandés se dejaba atraer por Checo sin importar que tan brusco o extraño lo sostuviera, Checo sonreía dulcemente y llamaba de forma más tierna a Max, cosa que muy pocas veces había pasado.

Marck no dejaba de reírse de forma burlesca, cosa que solo a Max le molestaba, pero no decía nada, por otra parte, Checo le seguía las bromas a Marck.

Pararon las bromas y emprendieron camino hacia el exterior, en busca de algún puesto o restaurante que vendiera comida mexicana, o por lo menos unos tacos decentes.

=°•°•=•°•°= =°•°•=•°•°= 6 =°•°•=•°•°= =°•°•=•°•°=

Pueden elegir quien dará el primer paso, y si gustan, también como lo hará.

•|POR CULPA DE LA ADIVINA|• •|CHESTAPPEN|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora