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Una clara mueca estaba instalada en su cara, quería arrancarse los oídos, estos pedían dejar de escuchar el insuflibe llanto de todos esos bebés y los gritos agudos de todos los niños pidiendo irse

Al parecer el día que fue a recoger a Taiju al hospital «porque tuvo un leve accidente con su moto» tocaba vacunación, todo el maldito hospital estaba repleto de niños haciendo berrinches, tirándose en el suelo o haciéndose pipí en sus ropas, parecía que los cristales se romperían en cualquier momento

Por esa razón no quería hijos, a su vista eran un par de seres que solo complicaban la vida

¿Sufrir dolores en el parto, aguantar noches sin dormir, sufrir por una perreta y dejar de atencionarte a ti para que quince años después te diga "no te metas en mi vida"?, para eso ella prefería estudiar su carrera, ganar mucho dinero y vivir la vida loca

—¿Disculpe me puede decir si sabe donde se encuentra el salón de pediatría?—

Abrió su boca para responder pero sus palabras no salían, ¿acaso estaba viendo a un ángel?, realmente aquel chico era demasiado guapo y por su ropa ajustada se podía ver que hacia ejercicio

—S-si— tosió un par de veces, debía calmarse un poco —pasé por ahí hace rato y tampoco es tan
lejos— señala un pasillo —vas por ese pasillo doblas a la izquierda, la primera puerta es el salón de pediatría—

—Muchas gracias— soltó un suspiro de alivio —es la primera vez que vengo para la vacuna de los niños pequeños— soltó unas pequeñas risas nerviosas

< Al parecer, trae a su hermanito menor >

—No tienes que preocuparte—

—¿Le vas a pedir su número o que?— Taiju hizo acto de presencia, miró de manera seria a Haruka que estaba sonrojada —no te le quedes viendo como babosa para después estar llorando por el— ahora miró al chico pelinegro —tu, ¿como te llamas?—

—Me-me llamo Shinichiro Sano— se presentó algo nervioso, estaba algo intimidado por el enorme tamaño de Taiju

—Saca tu celular— en vez de pedirlo sonó más como una orden, Haruka por la vergüenza no quiso darle su celular así que Taiju se lo arrebató de sus manos —dime tu número— le pidió o ordenó a Shinichiro

Algo nervioso dictó su número

Haruka estaba que se moría de la vergüenza, era cierto que quería pedirle su número pero no de esa forma, el idiota de Taiju le estaba haciendo pasar la vergüenza de su vida y delante de aquel chico guapo

°°°°°°

—¡Eres un idiota!— golpeó con fuerza el brazo de Taiju, el se quejó por el golpe

—¡Me golpeaste donde tengo una herida!—

—¡Y te volveré a golpear por imbécil!— como dijo, lo volvió a golpear en el brazo —¿¡como me haces pasar esa vergüenza!?—

—¡Malagradecida que eres!— le grita frunciendo el ceño

Para estar en plena calle se gritaban como si no les importara que varias personas les miraran

—¡Estabas como idiota comiendotelo con la mirada y después ibas a estar chillando en mi casa porque no tienes su número!— acarició su brazo con dolor, Haruka para ser una delgaducha tenía demasiada fuerza

La chica solo pudo refunfuñar en voz baja, no iba a aceptar que su mejor amigo de mal genio tenía razón, no iba a caer tan bajo

°°°°°°

Shinichiro aparte de ser guapo era muy gracioso y atento, en el tiempo que fue conociéndolo descubrieron en que coincidían que tenían mala suerte en el amor

Iban a cafés, parques y daban paseos en su moto, era algo maravilloso pasar el tiempo con el, Haruka no cambiaría nada en el mundo para dejar de estar al lado de Shinichiro, siempre se preocupó por ella de una manera tan linda que sin darse cuenta se enamoró de el como el de ella

Ambos se sentían tan enamorados del otro como no había idea, realmente en el tiempo que llevan conociéndose realmente han sido los mejores meses de toda su vida

°°°°°°

—Abre la boca y di ah~— acercó el biberón con leche a la boca de Manjiro

El pequeño recibió el biberón gustoso, lo sujetaba con fuerza entre sus pequeñas manitos

—¿Y bien?— miró a Wakasa confundido —¿como te va con esa chica?—

Shinichiro solo pudo soltar un suspiro como un bobo enamorado, dando vueltas se sentó en el mueble aún manteniendo una tonta sonrisa en sus rostro

—Nunca me sentí tan enamorado de una chica tan inteligente y hermosa, es todo lo que siempre quise en mi vida— contó de manera risueña, sd le veía muy enamorado

—Me alegro por ti Shinichiro, ¿pero ella sabe que Manjiro es tu hijo?— pregunto señalando el bebé en sus brazos

Una sonrisa torcida apareció en su rostro y desvió su mirada de Wakasa, ¿como le decía que Haruka pensaba que Manjiro era su hermanito menor?, además ella siempre recalcó «demasiado para su gusto» que ella ni ahora ni nunca quería hijos, no soportaba a los niños

Eso le ponía demasiado triste, porque Manjiro era su lindo bebé

—Por mi madre— el albino restregó sus manos en toda su cara —Shinichiro dame una sola razón para no dejar huérfano a Manjiro— amenazó de manera muy seria, ¿su mejor amigo era idiota o que?

—Wakasa, Haruka odia a los niños, demasiado, ella piensa que mi "hermanito" lo cuidan los padres que no tengo y en realidad no lo cuidan tu, Takeomi y Benkei para obligarme a tener vida social—

—Cuando no se te rompe un condón haces el imbécil— murmura —Shinichiro tienes que decirle la verdad—

—Pero es que me gusta demasiado—

No quería dejar a un lado a su hijo pero tampoco quería alejarse de Haruka, amaba demasiado a ambos

—Si te gusta demasiado se lo dices— se cruza de brazos —¿acaso quieres ese tipo de crianza para Manjiro?, se va a llevar una muy mala imagen de ti—

Mordió su labio indeciso, Wakasa tenía razón

Tendría que decirle la verdad

Padre adolescente soltero |Shinichiro Sano × Lectora|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora