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Miraba preocupada a Shinichiro, el había llegado a su casa diciéndole que tenía algo demasiado importante que decirle, lucía demasiado serio y eso la asustó mucho

—¿Shinichiro que sucede?— pregunta sirviéndose un vaso de agua, la había atrapado haciendo ejercicio

—Te voy a decir la verdad porque no mereces que te mienta pero tengo que comenzar por el
principio para que entiendas— juntó sus manos y tomó una profunda bocanada de aire —una vez yo salí de fiesta y me acosté con una chica, obviamente usé condón pero parece que este se rompió, la chica me dijo que se tomaría la pastilla pero igual se embarazó, no sabía si el bebé era mío así que esperé a los nueves meses para hacer la prueba de paternidad, el bebé si resultó ser mi hijo y aquella chica nunca quiso hacerse cargo del bebé, incluso supe que se fue del país seguro. para no hacerse responsable de su hijo, la entiendo, tiene dieciséis año y yo también— de manera dificultosa tragó saliva —Haruka quiero decirte que Manjiro es mi hijo y no mi hermano menor, quienes han cuidado a Manjiro han sido mis mejores amigos porque ellos saben que soy una mierda en el amor, me han obligado a salir contigo para que al fin sea feliz con una linda chica como tu, ni siquiera tengo padres, solo somos yo y mi hijo Manjiro... te digo esto porque no tienes que hacerte cargo de nada, también porque se que odias a los infantes— finalizó de explicar, sentía que se quitó un gran carga encima

Un enorme silencio se formó, Haruka estaba analizando cada palabra dicha por Shinichiro, parecía todo tan bonito como para ser real

Dejó caer el vaso de agua al suelo pero aún así su expresión delataba lo sorprendida que estaba

—Yo creo que me iré— Shinichiro agachó su cabeza —fuiste mi primera y mejor novia Haruka, te amo demasiado— dijo eso para darse la vuelta e irse

Un hijo, ¿el chico que le gustaba tenía un hijo?

°°°°°°

—¡Taiji abre la puerta!— gritó tocando la puerta repetidas veces y sin parar —¡Taiju es urgente!—

—¿¡Haruka que cojones sucede!?— con una toalla en la cintura y jabón en el cuerpo Taiju abrió la puerta, Haruka lo atrapó en plena ducha —espero que tengas una muy buena excu...—

—Shinichiro tiene un hijo, el chico que me gusta tiene un hijo—

—¿¡Como!?— exclamó demasiado sorprendido

La jaló del brazo y la sentó en el sofá obligándole a que le cuente todo

Haruka le contó las mismas palabras que le dijo Shinichiro, por cada palabra que salía de su boca el párpado de Taiju temblaba más

—¿Taiju que hago?— pregunta ella

—Olvidarte de su existencia y punto final Haruka, ni nadie y mucho menos tu, deseas cuidar de un niño ajeno—

Era verdad, ¿por qué tanto lío?, ella odiaba a los niños, siempre lo decía y nunca quería tener hijos, era algo que tuvo muy presente en su vida, ¿pero ahora?, no sabía ni que pensar, amaba a Shinichiro y demasiado, fue la primera mejor pareja del mundo, incluso muy mínimamente llegó a pensar sobre como sería un hijo de ambos, aunque descartó muy rápido aquella idea

Pero le gustaba, le gustaba demasiado Shinichiro y a pensar de lo que le dijo... lo seguía amando, quería pensar que estaba equivocada pero estaba dispuesta a todo por el

—Haruka no salí en pelotas del baño a abrirte la puerta para que me digas lo que creo que estás pensando— Taiju la conocía demasiado bien, podía leer su mente sin problema ninguno

—Pero es que me gusta demasiado— murmura

—Digamos que crías a ese niño, ok— se cruza de brazos —¿que te asegura que Shinichiro no te podrá cambiar por otra?, ¿que no te va a dejar ese niño para irse de fiesta o beber?—

—Shinichiro no es así— asegura

—Haruka no sabes eso—

—Si lo sé, Shinichiro es seguro y dependiente, en los meses que llevo saliendo con el me a demostrado muchas cosas, en el tiempo que pensaba que Manjiro era su hermanito menor supe que se preocupaba por el y que siempre lo cuidaba—

Recordaba como en sus citas le hablaba con amor de Manjiro, sonaba como un lindo bebé pero ella siempre la jodía diciéndole que los niños eran todo lo contrario

—Esto solo te pasa a ti— murmura Taiju pasando sus manos por su rostro —Haruka tu eres el mayor ser que más detesta a los niños, pero aún así deja a Shinichiro con su problema de nueve meses y sigue tu propia vida—

—Tienes razón— se levantó del mueble y se cruzó de brazos —no debo porque cambiar mi decisión por un chico—

—Eso quería oír— Taiju estaba satisfecho con lo que oía

Su mejor amiga no debía cambiar sus gustos por un chico y uno que no supo ponerse un condón, se alegra que Haruka esté segura de si misma y de su decisión

°°°°°°

—Mierda— maldijo mirando el techo

No podía dormir, estaba en un enorme dilema

Gira su cabeza para ver la hora de su reloj, ers casi las doce de los once y cuarenta de la noche, para otros es muy tarde pero para ella que padecía de insomnio era temprano

Ahora miró su escaparate, mordió su labio inferior indecisa

—¡Aaagrr!— gritó molesta tirando las sábanas a un lado y levantándose de su cama

°°°°°°

Si Taiju se entera que estaba dirigiéndose a la casa de Shinichiro la iba a golpear, no... la iba a matar y bien feo

Odiaba a Shinichiro por haber puesto su vida patas arriba, lo odiaba por hacer que lo amara tanto y se odiaba a ella misma por hacer lo que haría cuando se repitió nunca hacerlo

Frenó su moto frente a su casa, las luces estaban encendidas y podía escuchar el llanto de un bebé, por las ventanas veía la sombra de Shinichiro caminando de un lado a otro cargando a su hijo

Se quitó el casco y con pasos firmes caminó hasta la puerta, tocó un par de veces, sin saberlo su mano temblaba de los nervios

Bastante rápido Shinichiro le abrió, el se mostraba muy sorprendido de verla frente a su puerta y a horas tan tardes

—Hola— alzó su mano —¿puedo pasar?—

Ya no había vuelta atrás, estaba muy decidida por lo que iba a hacer

Padre adolescente soltero |Shinichiro Sano × Lectora|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora