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Una inmensa mezcla de colores que los hicieron a los dos marearse, el portal los mareó muchisimo, haciendo que cuando sean expulsados de este tengan que quedarse mirando al suelo por unos segundos.

Mariana fué el primero en reaccionar y en pararse del piso.

-¡JUAN HIJO DE TU PUTA MADRE PARA QUE ME JALASTE!..- Reclamó Mariana parándose frente a Juan.

-ahh-...- Juan seguía mareado por lo del portal. -PUES NO IBA A VENIR SOLO A OTRA PUTA DIMENSIÓN PENDEJO, ALMENOS TÚ ME VAS A ACOMPAÑAR.- Se paró del suelo a defenderse.

-¡AH OSEA QUE PODÍAS VENIR SOLO!? HIJO DE TU CHINGADA MADRE.- Se quejó.

-VETE A LA VERGA MARIANA AL MENOS NO ESTAMOS MUERTOS AGRADECE.- se limpió la ropa para luego mirar a su alrededor

Miró detenidamente, parecía el medio de un muro partido en dos.. era como.. una ciudad dividida?

-Oye Juan, ¿No sabes donde vergas estamos?.- Preguntó el alto.

-No.. además por alguna razón siento que no puedo usar mucho mi magia, nos quedaremos aquí wey

-NOOO, TIMO MIEN

-Ese pinche mono no estaba muerto?

-CÁLLATE EL HOCICO.

Se escuchó un sonido que ellos nunca habían escuchado antes, era como si se hubiera utilizado magia, los dos se pusieron a la defensiva sin saber de donde había salido ese sonido.

De la nada un hombre de estatura alta, ojos azules, cabello mas o menos largo pero no mucho, con un mechón color blanco salió de .. ¿Dentro de el muro?

El hombre parecía distraído, por eso Juan y Mariana ni siquiera hablaron cuando lo vieron, el ni siquiera los notó.

-Hola?..- Dijo Mariana, Juan le dió un ligero golpe.

El hombre, que se iba en dirección al asfalto que estaba pasado el medio del muro, pegó un pequeño salto del susto y rápidamente miró detrás suyo.

-Ma-.. Mariana?..- Dijo el hombre, Mariana se sonrojó ligeramente.

-Juan quien es este pinche guapo y porque sabe mi nombre.- Susurró el mas alto al mas bajo.

El hombre soltó una carcajada por el cumplido. -¡Gracias! Pero.. ¡Tanto tiempo Mariana!, ¿Quién es ese?, ¿¡TIENES INFORMACIÓN DE LA FEDERACIÓN?.- El de ojos azules se acercó a Juan invadiendo su espacio personal, no va a mentir, Juan se sintió asustado.

-Ho-.. hola!, ¡Soy Juan!.. ehmm.. ¿como te cuento esto?..

-Oh, perdóname, ¡Soy Cellbit!, ¡Un gusto!.- Cellbit le extendió la mano a Juan para hacer pases.

Juan estaba por darle la mano, pero recordó.-Oye..- alejó su mano. -¿Como puedo confiar en tí?, ¿Y porque dices que conoces a Mariana?.- Juan se puso a la defensiva, mientras Cellbit puso una expresión confundida.

-¡Mariana vive aquí!, ¿o acaso ya no?..

-No lo sé Cellbit pero estás bien guapo.- Mariana se había quedado perdido en la belleza de Cellbit desde que lo vió, este cumplido hizo reir al de ojos celestes, mientras Mariana solo se sonrojaba.

Juan le pegó un codazo a Mariana. Para que salga de su nube y quite esa cara de embobado que tiene. -¡Recuerda pendejo!, ¡No confiemos en nadie!, ¡En cualquier momento nos querrán usar para algo!.- Juan susurró tan despacio que Cellbit no logró escuchar, pero parece que Mariana ni lo había hecho caso porque seguía mirando a Cellbit.

-Y... donde você-.. lo siento, ¿donde tu estabas Mariana?.

Mariana se sonrojó mucho mas, era un brasilero, era literalmente el hombre perfecto para él

Entre Dimensiones. - Tortillaland, QSMP, +Donde viven las historias. Descúbrelo ahora