La semana pasó volando entre ensayos y preparativos para el concierto en USA. El ánimo colectivo estaba ausente en el grupo; era la primera vez que subirían al escenario sin uno de los miembros, y no solo ajustar todas las coreografías había sido complicado, sino que también mantener una dinámica grupal con los ánimos por los suelos resultaba bastante desafiante. El silencio se adueñaba del apartamento desde que el manager les comunicó la noticia de que Sunoo se tomaría unas "vacaciones".
Sunoo había decidido pasar unos días con su familia, no le dijo a nadie más que a Jungwon, quien se convirtió en la única persona con la que mantenía conversación. Nadie, ni si quiera Jay había sido capaz de entablar contacto. Al final decidieron que era mejor dejarlo estar, pues Sunoo no estaba por la labor de hablar nada después de la última discusión que tuvieron con Ni-ki sobre lo sucedido.
El miembro más joven también parecía haber hecho voto de silencio, pues mantenía un semblante serio y seguía desapareciendo cada vez que podía con la excusa de que tenía que entrenar. Las cosas estaban fatal y el miedo de que todo se fuera al garete parecía estar acechando tras la puerta de entrada.
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Eran las 3:00 am, o eso ponía en el teléfono de Sunghoon. Se desperezó en su cama, maldiciendo por lo bajo mientras se frotaba los ojos desesperado por ser incapaz de encontrar la forma de dormir pues al día siguiente le esperaba un vuelo larguísimo a USA. A pesar de que había estado ensayando toda la semana era incapaz de dormir bien por las noches. Cosa bastante rara en él. Pero cada vez que cerraba los ojos, su cabeza acababa abrumada de pensamientos sobre aquellos "comentarios" que habían podido ofender a Sunoo. Desde que debutaron había creído que a pesar de tener un carácter complicado, había sido un buen compañero, jamás hubiera pensado que algo de lo que él pudiera haber dicho afectaría a nadie de esa manera. Y sinceramente, el no poder hablar con Sunoo le estaba matando lentamente. No sabía si era correcto disculparse, pero necesitaba arreglar esto o al final acabaría cayendo enfermo por no poder dormir bien.
Se vio sorprendido por un ruido procedente de la cocina, al principio Sunghoon dio por hecho que era alguno de sus compañeros de cuarto. Pero cuando escuchó el murmullo de Sunoo casi se cae de la cama enredado entre las sábanas al intentar levantarse. Sunghoon sabía que era ahora o nunca.
Y así, sin si quiera poner en duda por qué Sunoo; que debería de estar en casa de sus padres, había vuelto, ni tiempo tuvo de organizar sus pensamientos cuando Sunghoon abrió la puerta tan rápido que hizo que su compañero volviera a tirar todo lo que recientemente estaba recogiendo de forma sigilosa.
— ¡Sunghoon! Maldita sea. — Gritó asustado, volviendo a regular rápidamente la voz para no despertar a los demás. — ¿Qué te pasa? ¿Quieres matarme de un infarto?
— Lo siento, creí... que era Jake. - Mintió, acercándose para entrar en la cocina y que su conversación fuera algo más privada, cosa complicada en un apartamento donde viven 7 personas.
