Por un momento creyó que se había equivocado. Que Yang Jungwon y Jay solo le habían dicho que Sunoo había pedido una habitación para él solo con la intención de evitar que se presentase voluntario, o para que no acabase peleando al saber que había sido Heeseung quién se le había adelantado. Por un momento de su vida creyó incluso haberse equivocado de habitación, pero Sunoo no tardó mucho en salir de detrás de Heeseung.
— ¿Sunghoon? — Era la primera vez que se dirigía a él. Después de aquel mes entero en el que habían estado sin hablar, sin dirigirse la palabra. Por un segundo casi deshace todo el enfado que se estaba acumulando en su interior.
— ¿Qué haces despierto a estas horas? — Heeseung se movió. Maldita sea la hora que se movió para tapar a Sunoo con su cuerpo como si estuviera defendiéndole. No, como si Sunghoon fuera la amenaza.
No podía creer que hubiera estado tan preocupado, con tanto miedo de intentar solucionar las cosas, cuando todos creían que él era el problema.
Y entonces todo en su mente encajó. Entendió por qué Jungwon no había contado con su voto para decidir los compañeros, por qué Jay intentaba mantenerle lejos de Sunoo, por qué Sunoo no se había puesto en contacto con él, cómo no habían tenido noticias, pero qué probablemente todos habían estado informados, porque confiaba en todos menos en él, que todos lo estaban metiendo en el mismo saco que Ni-ki, porque aunque en las falsas noticias pusiera que había sido solo el menor, todos sabían que él también había formado parte de las bromas. Y todo el peso de la culpa que había estado cargando desde las últimas semanas se le echó encima, haciendo que se sintiera pequeño, delante de aquellas personas que conocía y que acababan de apartarle, de Sunoo, de Enhypen.
Sunghoon no pudo soportarlo y sin mediar palabra simplemente se fue. No porque no tuviera nada que decir, tenía mucho qué decir, si no porque no encontraba las palabras, no encontraba la voz, todo aquello que había estado amueblando en su cabeza, había desaparecido, porque la culpa le estaba presionando el pecho.
Ni si quiera fue capaz de escuchar a Sunoo llamarle cuando cerró la puerta del apartamento y salió por el edificio, importándole bien poco quién pudiera estar o quién pudiera verle en pijama, pues ni si quiera había sido consciente del frío que hacía para hacerse con algo de abrigo.
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No supo bien en qué momento se subió a la azotea. Puede que en el momento que fue consciente de que no podía salir así a la calle, era bastante entrada la noche pero eso no le aseguraba que pudiera haber alguna sasaeng esperando en la entrada, pues no sería la primera ni la última vez.
No había terminado el verano y aún hacia calor, aunque aquella parecía ser la noche más fría de toda la maldita estación. Aunque también podía ser solo sensación suya, ya que aún sentía como el pecho le oprimía y las manos le temblaban, probablemente a causa de un ataque de pánico o ansiedad, aún no lograba terminar de distinguirlo mientras sus pies le seguían guiando sin rumbo.
