Bond.

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Las presentaciones en USA fueron las más difíciles, no porque tuvieran algo en especial, ni si quiera el clima era malo, pero no podían evitar sentir que algo había cambiado. Además de ser uno menos, el ambiente grupal ya no era el mismo. La tensión entre todos era palpable. Y sobretodo, porque eran uno menos.

Jungwon y Jay habían estrechado sus lazos, formando un dúo inseparable. Aunque siempre habían tenido afinidad, ahora permanecían juntos cada vez que tenían la oportunidad. Jungwon, era conocido por forjar vínculos con facilidad, pero nadie podía negar que ahora existía un favoritismo más que evidente hacia su compañero.

Sunghoon encontró apoyo en Jake. Desde que salieron de Corea, no podía dejar de darle vueltas al tema, y Jake era la única persona con la que se sentía cómodo compartiendo toda la confusión que rondaba su mente en los últimos días. Para empeorar las cosas, Sunoo había decidido dejar de responder en el grupo, y Sunghoon se debatía entre preguntarle en privado o esperar a regresar a Corea para abordar nuevamente el tema que dejaron pendiente aquella noche en la cocina.




Heeseung se esforzaba por seguir a Ni-ki. La presión de ser el mayor siempre lo llevaba a actuar como un hermano mayor en esas situaciones, y la verdad era que Ni-ki aún estaba atravesando esa etapa de cambio de la cual parecía no querer salir. Todos sabían que todo lo que estaba ocurriendo le afectaba considerablemente; parecía que el niño que siempre había vivido en él de repente hubiera madurado, haciéndolo parecer mucho más mayor y, lamentablemente, más triste.




Ni-ki seguía alejándose del grupo. Las noches que pasaba despierto jugando con Heeseung, las bromas constantes con Jake y las travesuras con los demás miembros parecían haberse desvanecido. Sobre todo, ya no perseguía a Sunoo como si fuera su sombra. Cada día resultaba más evidente que el antiguo Ni-ki no regresaría. En su lugar, tenían a un completo desconocido que aún estaba allí con ellos, pero que de ninguna manera se asemejaba a su compañero anterior.




A pesar de esta situación, debían seguir actuando como grupo, presentándose en cada escenario y mostrando su mejor versión. Aunque estuvieran destrozados, no dejaban de ser artistas, y después de cualquier escándalo, lo mejor que podían hacer era intentar demostrar que las cosas seguían como siempre, y que el escándalo no estaba acabando con su grupo.


— ¿Debería llamarlo?

— No. — Respondió Jake rápidamente, aunque sin molestarse en mirar a Sunghoon, ya que seguía absorto en su móvil, probablemente jugando a algún juego por la manera en que lo sostenía y a veces maldecía.

— Pero...— Harto de hablar con un Jake ausente que no hacía más que estar atento a su móvil, jugando o dios sabrá qué, Sunghoon suspiró exasperado. — ¿Puedes al menos mirarme? Esto es importante.

Jake suspiró cansado. — Sunghoon, si yo fuera Sunoo, necesitaría tiempo. Ti-em-po. Para asimilar todo, para curarme. Nos hemos disculpado con él, estoy seguro de que nos ha perdonado a todos, pero lo que ninguno de nosotros esperaba es que la empresa tomara esta mierda de decisión. Lo han apartado. Y si ya se ha sentido así antes, esta decisión solo ha empeorado las cosas. Así que no, no lo llames, porque no es necesario seguir hurgando en la herida. — Hubo un minuto de silencio antes de que Jake volviera a mirar el móvil. — Cuando volvamos a Corea, podremos hablar tranquilamente con él. Necesita unas vacaciones de nosotros... — Jake señaló con el dedo índice a Sunghoon de forma despectiva repentinamente, tomándole por sorpresa. — De ti.



— Gracias por dar a entender que soy una carga, amigo.



— No eres una carga, dramático, pero llevas hablando de lo mismo desde hace días, deberías darte un respiro. No tienes la culpa de esto, y Sunoo también lo sabe. Seguramente eres a la persona que menos culpa.



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