Set aside.

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Nadie, no había nadie.

Había salido corriendo desde el aeropuerto, al menos todo lo que había podido sin que se le notase lo nervioso que estaba, para no llamar la atención de sus compañeros, y mucho menos de los miles de fotógrafos que ya los esperaban en el aeropuerto. Le encantaba ser famoso y haber conseguido su sueño de idol, pero sin duda podría vivir sin aquel agobio que siempre tenían que pasar como grupo cada vez que volvían a Corea.

— No está. — Jay apareció en el salón, sorteando las cientos de maletas que parecían tapar todo el suelo del apartamento. Todos sus compañeros habían dejado tiradas sus cosas por ahí y se habían dispersado, en el mismo silencio que los estaba empezando a caracterizar desde hacia un mes y medio.

— ¿El qué? — Sunghoon estaba tan inverso en sus pensamientos que no era capaz de pillar el hilo de la conversación.

— Sunoo. — Cruzó los brazos por encima del pecho, mirándole fijamente. Parecía estar viendo a través de él. A lo mejor estaba siendo demasiado obvio que él ni si quiera se había preocupado en sus maletas, ni en entrar casi en el apartamento porque le habían faltado piernas para recorrer toda la casa en busca de su compañero. — Me ha enviado un mensaje cuando hemos aterrizado. Ha ido con su familia a terminar de recoger las cosas de su casa, mañana estará aquí para la sesión de fotos.

— ¿Qué? — Un mensaje. Había estado hablando con Jay. Sunghoon sintió como si acabasen de tirarle un cubo de agua fría por encima. Había estado preocupado, creyendo que Sunoo no había hablado con nadie del grupo, creyendo que había estado solo allí, pensando, como había hecho él todo el viaje a USA.

— He creído correcto decírtelo, teniendo en cuenta que parece que vas a empezar a arañar las paredes para ver si se ha escondido ahí. — Tenía una sonrisa en la boca, una sonrisa que a Sunghoon lo estaba sacando de sus casillas. Se estaba riendo de él, era bastante obvio que había estado de los nervios todo el viaje y aunque esperaba que no, estaba claro que Jay se había dado cuenta. Las mejillas del más alto se empezaron a sentir calientes y simplemente decidió terminar la conversación allí, dejando de lado los sentimientos que había tenido al saber que no había sido él a quién Sunoo había elegido para abrirse.

Odiaba las sesiones de fotos, solo eran horas y horas muertas de pie en las que nada más que tenían que posar y dejar que los sofocantes flashes, los focos brillantes y las diferentes indicaciones los mantuvieran allí casi sin comer, ni beber nada

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Odiaba las sesiones de fotos, solo eran horas y horas muertas de pie en las que nada más que tenían que posar y dejar que los sofocantes flashes, los focos brillantes y las diferentes indicaciones los mantuvieran allí casi sin comer, ni beber nada. Pero para Sunghoon que no era muy propenso al contacto físico el peor momento era antes de la sesión, dónde debían vestirlo con las ropas que eligieron para él y donde lo maquillaban... es decir demasiado contacto físico para su gusto.

Tuvieron que explicar por qué solo se habían presentado seis de los siete miembros que conformaban el grupo, aunque gracias a dios, no fue trabajo de ninguno de los chicos, pues para eso estaba su manager. Al director no se le vio demasiado contento con la situación, pero aceptó empezar con la sesión, con lo que se enteraron después que fue bajo la promesa de que Sunoo aparecería tarde o temprano, pusieron la excusa de que no había podido llegar por problemas familiares.

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