06.

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-Rodrigo estaba fuera de la sala de clase de su profesor Iván. Estaba nervioso, no lo veía desde hace dos semanas por unas mini vacaciones de la facultad, y no quiso verlo durante las dos semanas de vacaciones porque no se sentía del todo bien.-

-Esta vez Rodrigo quiso sentirse comodo, y para eso se puso ropa muy ancha, un pantalón que si no llevaba cinturón se le caía, una remera ancha y unos zapatos que le robo a su hermano, bueno, toda la ropa era de su hermano en realidad. Estaba totalmente fuera de su zona de confort, y por primera vez, aún haciendo algo distinto, no se sintió abrumado, tal vez debía vestirse así más seguido.-

-Se asomó por la puerta

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-Se asomó por la puerta. Iván estaba concentrado en algo de su laptop, y vestía elegante.-

-Sintió su corazón acelerarse en cuánto lo vio

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-Sintió su corazón acelerarse en cuánto lo vio. Recordó lo que había pasado la última vez que se vieron, la pequeña confesión de Iván. Quería ir y pedirle un beso, pero era muy tímido, y además, estaban en la facultad, allí se supone que ni siquiera eran amigos.-

-Tenía pensado entrar sigilosamente y esperar a que Iván lo note, pero no pudo, porque Iván alzó la mirada y lo vio. El azabache se acerco rapidamente, mirandolo de arriba a abajo mientras sonreía.-

ㅡHola Rodrigo...-Miro a su alrededor asegurandose de que no haya nadie.-Estas precioso.

ㅡHola p-profesor Iván... Gracias... U-Usted también...-Bajó la mirada.-

ㅡYo... Te extrañe mucho.-Cerró la puerta del salón con seguro y lo tomó de la cintura. Aprovecharía un poco el tiempo con Rodrigo a solas, pues las cortinas estaban todas cerradas, y además, Rodrigo acostumbraba a llegar media hora antes, entonces nadie los vería, no siquiera habían cámaras allí.-Abrázame un poquito, extraño esto.

ㅡP-Pero nos van a ver abrazados y creerán algo más... Eso es lo que usted dijo, que creerán algo más si saben que somos amigos...

ㅡNo hay nadie... Vamos, un abracito...

ㅡ¿No hay nadie...?-Lo tomó de los hombros y se puso de puntitas para dejar un pequeño beso en su mejilla, rozando la comisura de sus labios. Lo abrazo y escondió su rostro en su pecho, totalmente avergonzado.-

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