Los jóvenes se dieron cuenta de que estaban en peligro, y que debían escapar de la trampa del Charro Negro. Leo tomó la iniciativa y le dijo al fantasma con valentía:- Señor Cortés, usted no es el verdadero Hernán Cortés, sino una ilusión creada por el Charro Negro. Usted no quiere reclamar lo que le pertenece, sino separarnos a nosotros dos. Usted no es nuestro amigo, sino nuestro enemigo. Y nosotros no le tenemos miedo, sino que le vamos a enfrentar.
- ¿Qué dices, muchacho? - se sorprendió el fantasma con ira - ¿Cómo te atreves a insultarme así? ¿Cómo te atreves a desafiar mi autoridad? ¿Cómo te atreves a resistir mi voluntad? Yo soy Hernán Cortés, el conquistador de México, el fundador de la Nueva España, el héroe de la historia. Y tú eres un simple niño, que no sabe lo que dice.
- No, usted no es Hernán Cortés, sino una mentira - insistió Leo con coraje - Usted es una mentira que vamos a desenmascarar. Usted es una mentira que vamos a derrotar. Usted es una mentira que vamos a olvidar.
- ¡Basta ya! - gritó el fantasma con furia - ¡No me hagas enojar más! ¡No me obligues a castigarte! ¡No me obligues a separarte de tu amada!
El fantasma extendió su mano y lanzó un rayo de energía oscura hacia Leo y Xóchitl, tratando de separarlos. Pero los jóvenes se abrazaron con fuerza y resistieron el ataque. Se miraron con amor y confianza, y se dijeron con ternura:
- Te quiero.
- Yo también te quiero.
Los jóvenes sintieron que su amor era más fuerte que el odio del fantasma, y que podían superar cualquier obstáculo. Juntos, se prepararon para luchar contra el fantasma y contra el Charro Negro.
Los jóvenes se enfrentaron al fantasma de Hernán Cortés, que los atacaba con su energía oscura. El fantasma estaba furioso y frustrado, porque no podía separarlos ni vencerlos. El fantasma sabía que su tiempo se acababa, y que pronto tendría que rendir cuentas al Charro Negro.
- ¡Malditos niños! - exclamó el fantasma con odio - ¡No saben con quién se están metiendo! ¡No saben lo que les espera! ¡No saben lo que el Charro Negro les hará!
- ¿El Charro Negro? - preguntó Leo con intriga - ¿Qué tiene que ver él con todo esto?
- Él tiene que ver con todo - respondió el fantasma con miedo - Él es el que me ha traído aquí, y él es el que me ha encargado una misión. Una misión que no he podido cumplir.
- ¿Qué misión es esa? - preguntó Xóchitl con curiosidad.
- Esa misión es separarlos a ustedes dos - repitió el fantasma con temor - Separarlos a ustedes dos, que son los elegidos para salvar al mundo de las fuerzas oscuras. Separarlos a ustedes dos, que se aman con un amor puro e inquebrantable. Separarlos a ustedes dos, que son la esperanza de la humanidad.
- ¿Y por qué quiere separarnos? - preguntó Leo con confusión.
- Porque los odia - respondió el fantasma con angustia - Los odia porque son buenos y él es malo. Los odia porque son felices y él es infeliz. Los odia porque son libres y él es esclavo.
- ¿Esclavo de qué? - preguntó Xóchitl con compasión.
- Esclavo de su propio destino - dijo el fantasma con tristeza - Un destino que lo condena a vivir en el inframundo, sin luz ni amor. Un destino que lo obliga a hacer el mal, sin piedad ni remordimiento. Un destino que lo aleja de la vida, sin esperanza ni redención.
Los jóvenes se sintieron conmovidos por las palabras del fantasma, y comprendieron que él no era realmente su enemigo, sino una víctima del Charro Negro. El Charro Negro lo había usado como un instrumento para sus fines maléficos, y lo había engañado con falsas promesas. El Charro Negro era el verdadero culpable de todo, y debían detenerlo.
- Señor Cortés, usted no tiene que hacerle caso al Charro Negro - le dijo Leo con bondad - Usted puede liberarse de su influencia, y elegir su propio camino. Usted puede arrepentirse de sus errores, y pedir perdón por sus ofensas. Usted puede descansar en paz, y dejar este mundo en paz.
- ¿De verdad crees eso? - preguntó el fantasma con duda.
- Sí, lo creo - afirmó Leo con sinceridad.
- Yo también lo creo - dijo Xóchitl con dulzura.
Los jóvenes le sonrieron al fantasma con amistad y le tendieron sus manos. El fantasma los miró con sorpresa y emoción. Sintió algo que hacía mucho tiempo que no sentía: gratitud.
- Gracias, niños - les dijo el fantasma con voz suave - Gracias por su bondad y su comprensión. Gracias por su ayuda y su perdón. Gracias por su amistad y su amor.
El fantasma tomó las manos de los jóvenes y sintió una sensación de paz y alivio. Sintió que su alma se liberaba del Charro Negro y se elevaba hacia la luz. Sintió que su cuerpo se desvanecía y se convertía en polvo. Sintió que su historia terminaba y comenzaba otra nueva.
Pero, eso era lo poco que le les deparaba a esta pareja, el Charro Negro estaba preparando un mejor plan para separarlos y poder vengarse para cumplir sus planes malévolos...
Fin 1era temporada.
Bueno pues aquí termina la primera temporada o parte de esta historia, pronto haré la segunda.
Que les vaya bien en lo que hagan 👍
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Te amo y mas...
RomanceLa historia de Leo y Xóchitl, cargando un amor tan fuerte que ni el mismo diablo puede separar. El charro los busca separar de alguna manera para poder cumplir con sus planes maliciosos. Obvio, como saben, los personajes que se encuentran en la hist...