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Llegó a su casa, hoy no pudo quedarse con Jimin, pues el día de mañana sus horarios no coincidían.

Su celular timbró y sonrió al reconocer la notificación personalizada que le había colocado al contacto de su novio.

En el mensaje salía un archivo, seguro era una de esas adorables imágenes de él antes de dormir.

Abrió el mensaje y sintió como su garganta se secaba. Su respiración se volvió pesada, mordió sus labios tratando de evadir pensamientos sucios.

Salía Jimin tomándose la foto en un espejo, pero lo dejó sin palabras el hecho de que traía la falda puesta, con una sudadera blanca, y medias del mismo color. Su cabello rubio se encontraba desordenado, con una mano sostenía el móvil y la otra estaba mordiendo la manga de la sudadera, haciéndolo lucir inocente.

Sabía perfectamente que sus intenciones eran completamente inocentes, mientras él no podía evitar admirar esos blancos muslos, imaginarse que los mordía y dejaba marcas visibles.

Solamente le respondió con muchos cumplidos y siguió admirando la foto, sintiendo su miembro doler. Demonios, otra noche dándose auto-placer por culpa de su lindo novio, definitivamente era un sucio, Jimin escaparía muy lejos de sus brazos si se diera cuenta de todo lo que ha llegado a imaginar.

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—Hyung, ¿estás seguro de qué quieres comer junto a Tae y Yoongi en una biblioteca? —Preguntó Jimin.

—Si amor, quiero estar contigo.

Llegaron a la biblioteca donde siempre se reunía Jimin con sus amigos, normalmente el lugar estaba solo, así que podían comer y hablar sin que los regañaran.

—¡Jiminie! —Taehyung abrazó al rubio, comenzó a hacerle cariños y besar sus mejillas.

Sintió una molestia en su interior, pero no dijo nada, sabía que Taehyung era muy cariñoso, pero ésto es inaceptable y muy incómodo de ver.

—Jungkook, no mires a Taehyung como si lo quisieras asesinar. —Chilló Yoongi.

—Yo no...

—Tranquilo hyung, todo tuyo. —Taehyung sonrió divertido, soltó a su novio y se sentó de nuevo con Yoongi.

Jimin sonrió avergonzado y tomó su mano para que se sentaran enfrente de la pareja.
No era posible que ya ni siquiera tolere el hecho de que sean cariñosos con Jimin.

—Hyung, ¿quieres? —Le acercó un pedazo de pollo frito.

—¡Jimin tu nunca me das pollo frito! —Se quejó Taehyung.

Jungkook lo iba a tomar el mismo, pero el rubio insistió en dárselo en la boca, creando una imagen adorable para la pareja que estaba presenciando todo, pero obviamente a Taehyung le gusta terminar con la paciencia de las personas.

—Dame. —Abrió su boca y el rubio aceptó rendido, sabia que no lo dejaría en paz, Taehyung era muy terco.

Abrazó a Jimin de los hombros y lo acercó a él, alejándolo intencionalmente de Jungkook, quien trataba de no molestarse, sabía que Taehyung era el mejor amigo de su novio y tenía que vivir con ello.

Yoongi decidió comenzar una platica con Jungkook para distraerlo del otro par, pues sabía lo que Taehyung tramaba, ya se encargaría de regañarlo después.

Cuando Taehyung al fin dejó libre a su novio, pasó sus brazos por su cintura y acercó sus labios a su oído.

—Muy bonita foto la de ayer, amor. —Sintió a Jimin removerse entre sus brazos.

—Hyung, no diga esas cosas. —Cubrió su rostro avergonzado.

Rió suavemente y acarició sus dorados cabellos, mientras apreciaba las tiernas mejillas de Jimin colorearse de un bonito color rojizo.
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Llegó a casa de Jimin, pues saliendo de la escuela solo pudo llevarlo a casa y emprendió camino hacia una paquetería, ya que su mamá le había mandado unas cosas.

Le mandó mensaje diciéndole que iba a entrar, el cual fue visto inmediatamente, pero no le contestó, supuso que estaba haciendo tarea, así que entró.

Pero se confundió al ver que el celular de Jimin estaba sobre el sofá de la sala, el cual estaba con su chat abierto.

Lo tomó y subió las escaleras hacia la habitación de Jimin, ésta se encontraba con la puerta entreabierta, estaba a nada de asomar su cabeza, pero un suave gemido lo dejó congelado.

De un momento a otro los gemidos aumentaron, se alejó un poco de la puerta, estaba invadiendo la privacidad de su novio, eso no estaba bien.

—Mmm, daddy, ahí...

Apretó los labios con fuerza y con cuidado miró por la abertura de la puerta, tragando duro cuando visualizó a su novio sobre su cama, se encontraba a espaldas de él, sobre sus rodillas y moviendo sus caderas lentamente sobre un dildo.

—Oh, Jungkook...

Su interior se sacudió y mordió sus labios con frustración cuando su erección comenzó a doler.

Apreció cada detalle del cuerpo de Jimin, deleitandose con la hermosa vista de su piel tan suave y pulcra, la cual le llamaba para marcarla.

Tomó fuerzas para alejarse de ahí, y con silencio bajó las escaleras, eliminó el mensaje en donde le avisaba a Jimin que había llegado y dejó su celular en donde estaba cuando entró.
Salió de su casa y decidió esperar en un parque, el cual estaba a 5 casas del hogar de Jimin. Necesitaba tranquilizarse.

Le mando otro mensaje a Jimin, diciéndole que ya había salido de la paquetería, solo para que no sospechara, y esperó su respuesta.

No podía pensar con claridad que jodidos había pasado. Su mente estaba repleta de los dulces y suaves gemidos de Jimin, más la imagen que se reproducía en su mente. Suspiró frustrado, necesitaba bajar su erección antes de ver a Jimin, pero no podía dejar de pensar en eso.

Le entró una llamada de Jimin.

—Hyung, ¿por qué no has entrado? Estoy viendo tu auto afuera de casa.

—Oh... — Se golpeó mentalmente. — Es solo que... cuando iba a entrar a tu casa, mamá me marcó... vine aquí al parque a hablar con ella, sabes que sus platicas son extensas, pero ya voy para allá. —Se levantó de la banca y caminó hacia su casa rápidamente.

—Oh, bueno, está bien, aquí te espero, hyung, ¡adiós!

Colgó la llamada y suspiró, estaba muy nervioso, no se creía capaz de ver al rostro a su novio sin comenzar a pensar cosas enfermas. Estaba algo confundido, pues Jimin se veía tan inocente en ese aspecto, sin embargo, su novio era humano y tenía necesidades, pero joder que tenía bien guardado sus fetiches.

corrup › kookmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora