CAPÍTULO 3

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Los pasos tranquilos de un joven sonaban por los pasillos, las zuelas de sus zapatos caros hacían un pequeño ruido al chocar con el suelo de piedra, podrían parecer pasos tranquilos a mitad de la noche, pero si se podía la suficiente atención podrían notar un movimiento nervioso, dubitativo.

Camino por unos largos minutos, confiando en su suerte. Se dirigió al patio en cuanto se dio cuenta de un movimiento extraño fuera. Observó el lugar mientras sus pasos se iban ralentizando. Fue entonces cuando sintió que alguien lo abrazaba por detrás.

Se giro y vio al hermoso chico que le sonreía felizmente.

-Hola – saludo el de ojos verdes, aun abrazando al contrario.

Draco sonrió.

-¿Qué haces fuera tan tarde? – preguntó Harry aceptando la sonrisa.

-Quería probar mi suerte de encontrarte – respondió Draco separándose del abrazo –, y al parecer funciono.

Harry rio y ambos se sentaron bajo del árbol, a las orillas del lago negro. Al notar que Draco no se recostaría en él como siempre, aprovecho y fue Harry quien se recostó en Draco. Se quedaron en silencio un rato, y fue Harry quien rompió aquel tranquilo ambiente.

-Draco – llamo despacio, y el rubio hizo un ruido con la garganta confirmando que lo escuchaba –, quería preguntártelo mañana, pero ¿puedo decirle a Ron y Hermione sobre lo nuestro?

Harry espero paciente la respuesta, mientras Draco sonreía por alguna extraña razón. Algo se sentía diferente en el ambiente, pero Harry lo atribuyo a la fresca noche.

-Si así lo quieres – hablo por fin el rubio, y ambos se miraron –, sinceramente no me importa.

-¿Qué?

-Claro – asintió –, yo estoy saliendo contigo, si alguien más lo supiera no cambiaria nada, ¿o sí?

-No, claro que no, pero…

-Pero a ellos no les caigo bien – dijo interrumpiendo a Harry.

-No iba a decir eso – negó de inmediato

-Es la verdad – aseguro convencido –, a Weasley no le caigo bien, un poco más y nos hechizamos mutuamente por los pasillos, y Granger, preferiría no convivir con ella.

Draco hizo una mueca y Harry lo miro extrañado.

-¿Qué quieres decir? – cuestionó con seriedad.

-Ya sabes – hizo un movimiento despectivo con su mano –, no me agrada esa clase de magos.

-Draco…

-Pero tu eres diferente – Draco hablaba con tranquilidad, mirando a Harry quien tenía un semblante serio –, ya sabes.

-No, no lo sé.

Draco sonrió y se levantó, dejando a Harry allí sentado.

-Tal vez mañana la señal llegue a tu cerebro y lo sepas.

Draco comenzó a caminar de regreso al castillo, pero Harry llego a su lado con rapidez y lo detuvo.

-¿Qué ocurre contigo? – preguntó molesto – ¿Por qué actúas así?

-Vamos Harry – sonrió con malicia –, como si no me conocieras.

-Te conozco, pero estas actuando…

-Entonces – lo interrumpió –, si me conoces, sabrás comprenderme, no seas tan complicado.

-¿Yo complicado? – frunció su ceño y lo miro.

Si Astoria hubiese sido más lista (Drarry soft 2.0)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora